💐Querida.💐

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Después de aquel encuentro fatídico, lo vio alguna que otra vez, sin embargo el emperador, no le dirigía ni la palabra, odiaba ver a la pequeña, ella sentía ese rechazo, si llegaron a convivir a medias, fue por sugerencia de Felix, el caballero que siempre estaba a lado del emperador, pero en realidad, este ni deseaba verla, ella seguía viviendo en el palacio Ruby.

Un palacio el cual no recibía mantenimiento, y a duras penas algo de dinero para que siguiera en pie, aún cuando la pequeña llegó a enfermar algunas veces, nunca fue a verla, todo lo contrario, si se enteraba, deseaba la muerte de la misma, una molestia menos creía.

Porque para él, esa niña le había arrebatado todo lo que amaba, o mejor dicho a la única persona que amo, aun en su memoria seguía fresco aquel recuerdo, la noche en que su amada murió.

La pequeña Athanasia, miraba a veces por la ventana, esperando a que su padre, fuera a verla, y la llamara por su nombre con cariño, sin embargo, parecía que eso no pasaría y así pasó un año, en donde él apenas si la miraba de reojo.

En su sexto cumpleaños, ella se la pasó sola, ya que Lillian estuvo ocupada, y esto debido a que el emperador a propósito le dio trabajo que hacer ese día, mientras que el se la pasaba bebiendo en su habitación, sin querer ver a nadie, Felix era el único que estaba cerca, aunque no a su vista, pero en el fondo sabía que él, se encargaba de cuidarlo.

Ella miraba con tristeza su libro favorito, ya que Lillian la única persona que la quería, tampoco podía pasar tiempo con ella, debido a su trabajo, el día había pasado y prácticamente la vio hasta la noche, que fue cuando Lillian le llevó un pequeño pastel y un regalo, eso hizo feliz a la pequeña, aunque en realidad, a ella le bastaba con tener su compañía.

Los días siguientes eran solitarios y tristes para la pequeña, pues debido al trabajo de Lillian pasaba menos tiempo con ella y las demás sirvientas, la ignoraban y hablaban mal de ella, llamándola "Princesa abandonada", riéndose incluso de que Lillian tampoco ya no estaba con ella, aunque sabían bien, que era por otros motivos, pero aún así no dejaban de decir palabras así de venenosas.

La pequeña apenas si se levantaba de la cama, no quería ni comer, no le gustaba estar sola, pero repentinamente aquel caballero de cabello rojo fue por ella, por que él emperador quería verla, ella se emociono creyendo que su padre por fin querría hablar con ella, pero esa inocente sonrisa desapareció, cuando aquel hombre la miró con desprecio y dijo "Me das asco, sacala de aquí", palabras que dijo con frialdad y enojo.

Él caballero no tuvo más remedio que obedecer, llevándose a la pequeña, aunque en parte esta situación era culpa suya, ya que pensó que si llevaba a la princesa con el emperador de sorpresa, este se alegraría un poco y así tal vez, empezar una relación de padre e hija, pero parecía que esto no iba a suceder nunca.

Felix se lamentaba, ya que la pequeña que hace un momento sonreía, ahora mismo tenía un aura solitaria y triste, él deseaba muy en el fondo, que ella fuera feliz, que fuera amada y querida, realmente quería que ambos fueran una familia, algo que Claude en realidad no tuvo como tal.

Con el paso de las semanas, nada había cambiado, ella se entretenía jugando sola o leyendo, ya que Lillian le había enseñado a leer, y así transcurrió otro año

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Con el paso de las semanas, nada había cambiado, ella se entretenía jugando sola o leyendo, ya que Lillian le había enseñado a leer, y así transcurrió otro año. A pesar de que su cumpleaños estaba cerca, realmente no estaba feliz por ello, sin embargo cierto peli rojo, paseaba por las calles transcurridas, buscando un obsequio para la pequeña princesa, ya que en su cumpleaños anterior no tuvo la oportunidad de darle algo, pero esta vez sería diferente, por más que miraba cada tienda, no sabía que darle, hasta que se detuvo enfrente de una tienda un tanto extraña, entró por mera curiosidad y un anciano con capucha lo miró de reojo.

—Creo que tengo lo que buscas—dijo mientras sonreía

Felix:Dudo mucho que tenga lo que busco–(Ni siquiera se lo que quiero para ella)—pensó

—Esto es lo que buscas—saco una caja de un mueble y la puso en el mostrador

Felix con duda se acercó, aquel señor abrió la caja, dejando ver un espejo de mano, cubierto de oro y algunas gemas preciosas.

Felix: Esto no es lo que buscaba en realidad... —dijo con decepción

—Oh~, se que no puedes ver su potencial, pero esto no es un espejo cualquiera—saco el espejo para mostrárselo mejor—Este espejo tiene la capacidad de cumplir un deseo, el que sea

Felix:¿Un deseó?—estaba sorprendido—¿de verdad puede cumplir un deseó?

—Si, claro que si, como debe saber, objetos mágicos así, hay muy pocos, seria un desperdicio si decide irse y no llevárselo

Felix:¿Podría envolverlo para regalo?—aunque estaba un poco dudoso, si era verdad lo que el anciano le decía, no podía dejar pasar una oportunidad así

—Excelente decisión...—sonrió levemente

Aquel anciano tomó una caja blanca de madera y deposito ahí, aquel espejo, lo envolvió con papel plateado y como toque final le puso un listón azul, que parecía brillar, Felix salió de ahí con el espejo, la verdad sentía que el precio no hacía justicia, ya que realmente no le cobro mucho, por lo que llego a creer que lo habían estafado.

Sin embargo ya no podía pedir un reembolso, debido a que misteriosamente la tienda había desaparecido en cuanto puso un pie fuera.

Espero a que fuera el día del cumpleaños de la princesa para darle el regalo, tuvo que escabullirse para evitar que el emperador lo viera o sería fuertemente regañado por él, así que a escondidas fue hasta el palacio Ruby para ver a la princesa, la cual se encontraba en su habitación coloreando.

Athanasia:Es usted caballero Felix-estaba un poco sorprendida de verlo ahí

Felix:Feliz cumpleaños princesa, le he traído un pequeño presente—dijo mientras le daba la caja

Athanasia:Muchas gracias Felix—sonrió con amabilidad

Después de todo, era raro que recibiera un regalo de alguien que no fuera Lili, así que realmente le hacía feliz, Felix le explicó que él objeto que había adentro podía cumplir un deseo, y que era mejor que esperara hasta la noche para pedirlo, ella asintió, se fue de ahí dejando a la pequeña la cual miraba curiosa la caja, pero como había prometido abriría el regalo hasta que cayera la noche.

💙υи ѕοℓο ∂єѕєό☪⃟࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora