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🍁Hojas Caídas🍁

Desde el día en que Zenit fue presentada, esta fue llevada a vivir al palacio Esmeralda, residencia de las princesas del imperio, sin embargo Athanasia seguía viviendo en el palacio Ruby, un palacio que se veía desgastado por el tiempo y por el poco presupuesto que se le daba para que este siguiera en píe.

Zenit fue a ver a la princesa Athanasia por simple curiosidad, quería ver como era el lugar en donde vivía la otra princesa, pero se llevó una gran sorpresa al ver lo mal que estaba dicho lugar, estaba a punto de irse cuando lo vio, sin duda era aquel caballero con él que la princesa había bailado.

Sintió curiosidad al verlo, pues este se veía como un hombre apuesto y sobre todo gentil, el verlo ahí en el jardín recogiendo flores le pareció lindo. Sin contar su peculiar forma de vestir, elegante pero a la vez sutil y simple, aunque le parecía curioso como su color de cabello era distinto al de aquel día.

Se quedó ahí un buen rato observando desde la distancia, hasta que una voz la hizo dar un brinco, era la princesa que se acercaba al joven de nombre desconocido, ella se veía bastante feliz, le incomodó ver lo cercanos que eran ambos, no entendía porque sentía esa envidia, fue sacada de sus pensamientos por Kiel, quien la había estado buscando, había llegado desde hace rato, pero quiso ver que era lo que la tenía tan perdida y fue cuando los vio, pero sobre todo sus ojos se centraron en Athanasia, desde que la había visto  por primera vez se enamoro, pero creía que ella ya tenía algo con él caballero con el que estaba, ya que vio que eran bastante cercanos.

Se molesto un poco al ver como aquel joven le ponía una flor en el cabello a la joven y parecía que le había dicho un halago, ya que la princesa se había sonrojado, por ello es que llamó a Zenit, no quería seguir observando aquella escena.

Zenit invitaba cada que podía a la princesa Athanasia a las fiestas de té que organizaba, la joven agradecía las enseñanzas de Joseph, de no ser por él, ya hubiera pasado vergüenza más de una vez, sin embargo le incomodaba la tía de Zenit, una mujer con una mirada venenosa y ambiciosa, no le daba una buena espina, sin embargo no había mucho que ella pudiera hacer o decir, después de todo, nadie la tomaba en cuenta como tal.

Aunque estaba rodeada de varias señoritas de su edad, se sentía sola en aquel lugar, una soledad que no sabía describir en palabras, quería irse pero sentía que no podía, no había nada con lo que justificar su ida.

Eso fue hasta que Joseph apareció de la nada, pidiendo que la princesa se retirara del lugar, ya que tenía lecciones de historia y no podía faltar, Zenit acepto sin dudar, sus mejillas se habían puesto rojas por solo la presencia de aquel hombre que había cautivado su corazón.

No podía evitarlo, iba al palacio Ruby para solo mirarlo a él, una de las razones por las que invitaba a Athanasia era más que nada por Joseph, ya que creía que si se hacía cercana a la princesa, también podría acercarse a él.

Simplemente los vio alejarse, a medio camino Joseph tomó desprevenida a Athanasia y la cargo en sus brazos como una princesa.

Joseph: Te tengo una sorpresa

Athanasia: ¿Me pregunto que será?

Joseph: Ya lo veras cuando lleguemos

Lillian y las sirvientas estaban a fuera del palacio, parecía que todo estaba como siempre, pero en realidad Joseph pidió que todos salieran para enseñarles algo, bajo a la princesa con cuidado, chasqueo los dedos y como si de una cortina caída se tratase, dejo ver lo hermoso que lucia el palacio, parecía completamente nuevo.

Joseph: Estuve trabajando en esto por semanas

Athanasia: No puedo creerlo...

No solo ella estaba sin palabras, todos los presentes estaban igual que la joven, todos agradecieron a Joseph por su arduo trabajo, ya que algo a nada, el palacio era mucho mejor que antes, tanto por dentro como por fuera.

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La tía de Zenit había notado la fijación que su sobrina tenía sobre aquel joven de cabello blanco, por ello es que le propuso un plan para quitar de en medio a Athanasia, y ofrecerle al chico en bandeja de plata, Zenit con cierto temor acepto y escucho con atención el plan de su tía.

Era un día encantador, Athanasia había asistido a una fiesta del té organizada por su hermana, por alguna razón las demás señoritas y su hermana le habían hecho plática , hablando de cualquier cosa, fue hasta que empezaron a tomar el té, que Athanasia miró con horror como Zenit vomitaba sangre, justamente apareció aquella mujer junto con varios guardias, los cuales se llevaron a Athanasia.

Mientras que a Lillian se le mintió, se le dijo que Athanasia estaría unos días en el palacio Esmeralda conviviendo con su hermana y el emperador, Lillian creyó que era una buena señal y de que ambos por fin podrían tener una sana convivencia, sin embargo ella desconocía el hecho de que Athanasia había sido encarcelada y acusada de intento de asesinato.

Al ser Zenit la princesa amada y querida por el emperador es que sin dudar pidió la ejecución de la princesa Athanasia, la cual a sabiendas de lo que iba a pasar, solo deseaba una cosa en ese momento y era ver una vez más a sus seres queridos.