❥Athanasia era una pequeña princesa, una niña no deseada, por ello vivía aparte, ya que su padre la odiaba y no quería ni verla, mucho menos aceptarla, solo quería pedir un deseó, solo uno, quería ser querida por alguien⸙
⚜La historia seguirá la pri...
Era una noche pacífica, hasta que una mujer de cabello rubio entró en labor de parto, las mucamas corrían de un lado a otro, con toallas y agua caliente, él emperador esperaba a fuera de la habitación, se encontraba nervioso, pues su amada, estaba dando a luz, en el fondo tenía un mal presentimiento, pero quería creer en que todo saldría bien.
Cuando oyó el llanto de un bebé, fue que entró a la habitación, pudo ver como su amor, sostenía al bebé, se acercó para verlo, y fue cuando recibió la noticia de que era una hermosa niña, una de las sirvientas tomó a la pequeña para limpiarla, él emperador sostuvo su mano, pues había notado como su amada empezaba a cerrar los ojos.
—Por favor cuida de Athanasia...
Esas fueron las últimas palabras de aquella mujer, la cual su vida se había esfumado, esa noche una nueva estrella nació y otra se apago, el emperador, lleno de ira, desquito su enojo con las mujeres que pertenecían a su harem, culpaba a aquella pequeña de la muerte de la única persona que amo, así que fue en busca de esa niña, sin embargo en medio de su camino, se encontró con Lillian York, la cual prácticamente lo desafío.
Aún con molestia y enojo, se fue, sin embargo a partir de ese momento, él no volvió a ver a aquella niña.
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4 años después...
Una pequeña niña, se encontraba en su habitación, mirando un libro que Lili le había dado, era un libro con cuentos de hadas, donde los príncipes salvaban princesas, la realidad es que ni sabía leer, pero al ser ilustrados y haber oído más de una vez cada cuento, ya se los sabía a medias, su cuento favorito era uno sobre un príncipe azul, de forma casi literal, pues este siempre vestía de azul y sus ojos eran del mismo color.
Sin duda su ilustración favorita del libro es donde se veía más de cerca a dicho príncipe, se vio interrumpida por una de las sirvientas, la cual molesta le arrebato al libro y la regaño por haberse ensuciado, la pequeña simplemente agacho la mirada, quería llorar, ya que la sirvienta le había empezado a gritar con enojo.
Lillian:¡Basta!—dijo en voz alta
La sirvienta le dio el libro y se fue molesta de ahí, Lillian ya conocía esas actitudes, casi todos los empleados del palacio Ruby, estaban ahí más por necesidad que en si por querer trabajar en un palacio que estaba en ruinas, y sobre todo para una princesa abandonada, las personas que trabajaban ahí, sabían bien lo que ocurrido años atrás y sobre todo el hecho de que él emperador no quería a esa niña.
Lillian cargo a la menor, trato de animarla, sin embargo la pequeña no sonreía, a ella le preocupaba el hecho de que la pequeña casi siempre estuviera triste, ella quería que Athanasia fuera feliz, una niña llena de amor, amada y querida.
Pero a ella le era imposible, pasar mucho tiempo con ella, ya que ella se encargaba de muchas cosas, debido a los pocos empleados que había, le cambio la ropa, ya que al parecer la pequeña había jugado en el jardín.
Athanasia lucia un lindo vestido rojo, Lillian le dio de vuelta el libro, la pequeña sonrió un poco y le pidió que le leyera de nuevo el cuento del príncipe azul, Lillian con gusto acepto, la sentó en sus piernas y comenzó con el relato.
"Erase una vez, en un reino muy lejano, una princesa vivía atrapada en un enorme castillo, resguardada por un temible dragón"...
Conforme fue avanzando el cuento, Athanasia se veía más feliz, hasta que llegó a su parte favorita en donde el príncipe aparecía para salvar a la dulce princesa.
Athanasia:Lili mira, mira—señaló la ilustración del príncipe
Lillian:Es el príncipe Tranquility, él salvará a la princesa de las garras del dragón-con sus manos imitó las garras del dragón-Grrr~—gruñó tratando de imitar al dragón
Athanasia: ¡Oh~ es el malvado dragón! -salio huyendo
Lillian la empezó a seguir, dejando de lado el libro, durante un rato estuvo jugando con la menor, la cual reía a carcajadas puesto que le estaban haciendo cosquillas, ese día ya en la noche la pequeña fue llevada a dormir, Lillian la arropó y se fue dejando dormir a la pequeña.
La pequeña se levantó de la cama y fui por su libro favorito, debido a la poca luz que entraba por la ventana ella pudo ver con algo de claridad la ilustración que tanto le gustaba, miró por la ventana, viendo la luna, su vista regreso al libro y ella felizmente lo cerró y lo abrazo, quedándose por fin dormida, recordando el cuento.
Al ser una niña, quería tener aventuras como las de los cuentos, y soñó con esto.
Habían pasado varios meses, debido a que Athanasia llevaba ese libro con ella muy seguido, lo desgasto, la pasta ya estaba dañada, por ello es que Lillian le había dado uno nuevo, idéntico al anterior, había sido un poco complicado conseguir una copia nueva, debido a que el libro había sido descontinuado, así que guardo el viejo, para luego enviarlo a reparar, ya que sabía que tan importante era para la pequeña.
Los días pasaban con normalidad, hasta que una noche, la pequeña mientras dormía escucho mucho ruido, así que se levantó de la cama, llevando consigo su libro, al salir siguió las luces brillantes que veía de lejos, llegando hasta un jardín, en donde por cosas de la vida, se terminó encontrando con él emperador Claude, el cual miró a la niña con desprecio y frialdad, sin embargo la pequeña estaba asombrada, era la primera vez que lo veía.
