Desvístete.

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Observé la casa de Even, las puertas de madera y el jardín parecían demasiado elegantes y hermosos comparados a las demás casas en aquel vecindario de clase media. Sus techos altos de tejas oscuras y sus paredes exteriores de un blanco brillante que invitaban a mirarla por mucho tiempo. Tenía un precioso y amplio porche en la parte de delantera de la casa, un par de mecedoras de madera oscura también y tiestos con plantas sobre las ventanas.

-Entra -me ordenó Even una vez que abrió la puerta, hice lo que dijo y lo seguí dentro de aquella casa, lo vi quitarse los zapatos y lo imité enseguida, los dejé junto a la entrada a lado de los suyos.

-Even...

-¿Ahora qué?

-Mmm... ¿Tu madre...?

-Ah, no te preocupes, ella nunca está en casa. Volverá pasada la medianoche, tenemos mucho tiempo antes de eso. ¿Le dijiste a tu madre que estarías afuera por un trabajo escolar?

Me condujo hasta la amplia sala de sillones y muebles oscuros, fui consciente del suelo de madera bajo mis pies y los cuadros de pinturas famosas colgados por las paredes, también todas las piezas de arte perfectamente colocadas en cada espacio de aquella habitación.

-¿Johannes?

-Lo hice -susurré, odiaba mentirle a mi madre, pero cada vez que se trataba de algo relacionado con Even, no tenía más remedio que hacerlo, ella aún creía que Even y yo éramos buenos amigos, pero Even no era mi amigo, ya no.

-Excelente, no quiero que vaya a preocuparse -Volteó a verme y sonrió, deseé poder tener la valentía y la fuerza para poder golpearlo cada vez que aparentaba aquel falso interés hacia mi madre o hacia mí.

-...Sí.

-Subiremos a mi habitación. ¿Quieres comer algo antes? -preguntó de forma que parecía casi amable, pero negué con la cabeza y él solo chasqueó la lengua y no dijo nada.

Avanzamos por la escalera y luego por el pasillo. Vi fotografías de un Even más joven en el preescolar y la escuela primaria. Vi retratos de su madre también, el parecido de ella y Even era extraordinario, tenían los mismos ojos verdes y el mismo cabello oscuro que enmarcaban unas facciones hermosas, pero algo frías y distantes. No había fotografías de su padre.

Se detuvo en una de las puertas y la abrió, entró y yo lo seguí. Su habitación era como el resto de la casa, demasiado elegante y cara comparado a las cosas que estaba acostumbrado a ver, me quedé de pie junto a la entrada.

Even dejó su mochila al pie de su cama y se quitó la corbata con un movimiento rápido, la tiró sobre el suelo y luego comenzó a desabrochar su camisa blanca, algo que me hizo sentir incómodo, pero no pareció preocuparse.

-¿Qué haces ahí? Deja tu mochila en el escritorio -murmuró, se quitó la camisa y la dejó sobre las sábanas de su cama, me acerque al escritorio donde una pila de libros y hojas sueltas se mezclaban, una computadora y lápices de colores así que deje la mochila sobre la silla.

¿Qué se suponía que debería hacer?

¿Por qué Even me había pedido que fuera a su casa?

-Oye, ¿quieres tomar un baño? -preguntó de pronto, volteé a verlo y negué con la cabeza, él entrecerró los ojos y suspiró pesadamente.

-Ahora o después tendrás que tomarlo -continuó, me encogí de hombros y volví a negar con la cabeza, sin decir nada. ¿Qué rayos debería decir?

-Espera un momento, ya vuelvo -Lo vi entrar en una de las puertas que estaban dentro de la habitación, lo que supuse era el baño, después de unos segundos el agua de la regadera me confirmó que así era.

"Us"《BL》EN PAUSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora