Even... Idiota.

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El reloj avanzó demasiado rápido, mi corazón comenzó a latir dolorosamente cuando marcó las 7 p.m., mi madre llamó a mi puerta un par de veces, pero no respondí, ¿Qué debería decirle?

—¡Johannes Alexxa! ¡Sal ahora mismo! — gritó, usualmente no usaba un tono duro o frío conmigo, así que escucharla de esa forma se sintió triste, abrí la puerta.

—¿Qué pasa?

—¿Qué? Dios, Johannes, ¿Qué es lo que te pasa a ti? Vístete, Even no tardará en llegar.

—No tengo hambre.

—No me importa, vas a tomar un baño y cambiarte de ropa y vas a poner la mejor sonrisa que puedas encontrar y cenaras con Even y conmigo, y espero no escuchar más excusas tontas de tu parte, ¿has entendido? — dijo con dientes apretados.

—¿Por qué haces esto, mamá?

—Siempre está bien tener buenas conexiones y que mejor que de alguien a quien ya conocemos. Además, sería la forma de poder pagar nuestras deudas y hacer que vayas a una buena universidad. Los padres de Even tienen mucho dinero y…

—¿Es por eso entonces? — pregunté, mi madre se encogió de hombros, yo continúe.

—Simplemente quieres que sea amigo de Even por eso, ¿verdad? Es decir que, si fuera una mujer harías que me quedara con él, ¿no es eso? Estarias dispuesta a venderme, ¿no?

—Johannes, no es lo que he querido decir.

—Está bien, no te preocupes, supongo que jamás estuvo en tus planes quedar embarazada tan joven y tener que cuidar de ese hijo sola. No te preocupes mamá, lo entiendo.

—Johannes…

—Tomaré un baño y saldré enseguida.

El timbre sonó en ese momento, mi madre me observó por algunos segundos antes de dar media vuelta y caminar por el pasillo a la puerta, la observé irse en silencio, quizá no conocía del todo a mamá.

Escuché las voces antes de llegar a la cocina, observé la escena, mi madre preparaba la cena mientras Even la ayudaba con la ensalada, los dos reían, había una botella de vino costosa sobre la mesa y una copa en la mano de mi madre.

Quizá nunca lo noté, pero justo ahora me daba cuenta que mi madre no era del todo feliz viviendo en ese pequeño lugar, aunque era amable y responsable con los gastos de la casa y los de mi educación, sabía que estaba cansada de tener que hacer todo aquello solo por haber cometido un error.

Even levantó la mirada, sonrió al verme y me saludó.

—Hola, Johannes — su voz era clara e inundó la estancia de una forma cálida, pero únicamente sentí miedo y ansiedad de nuevo, mi madre me observó, se mordió el labio y dejó la copa de vino sobre la mesa.

—Even — susurré, él me dedicó una sonrisa de lado, siguió cortando la lechuga que tenía en sus manos, no dijimos nada por algunos segundos, fue incómodo hasta que mi madre habló de nuevo.

—Johannes, ¿podrías poner la mesa? — no respondí, pero tomé todas las cosas necesarias para poner tres lugares en la mesa y salí hacía el pequeño comedor que teníamos.

Los escuché hablar alegremente de nuevo, reprimí las lágrimas que inundaban mis ojos.

Minutos después mi madre llevó la cena y ella y Even se sentaron alrededor de la mesa junto a mí.

No fui consciente de la conversación que sostuvieron y tampoco me incluyeron en ella, lo que fue bueno para mí, me limite a comer la cena que mi madre había preparado y mirar la nada.

"Us"《BL》EN PAUSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora