5. Creo que ya entiendo

739 64 9
                                    

Era un día soleado, tranquilo y perfecto para pasarse el día en completa paz con un buen libro, sin compañía de gente molesta gritando por todas partes. Desde luego, Law estaría haciendo eso sí no fuera porque Luffy prácticamente le había arrastrado a jugar al poker.

Juego que, cabe resaltar, se le daba de pena.

- ¡Joo, Torao! ¿Cómo lo haces? - Se quejó viendo que le había ganado de nuevo

- No es mi culpa que no sepas jugar - Respondió Law, volviendo a colocar las cartas

¡Si sé! - Reclamó - Nami me enseñó, siempre está apostando mucho dinero. ¡Se supone que es fácil!

- Si no sabes ocultar tus emociones lo llevas claro

- ¡Yo controlo mis emociones! - Contradictoriamente, vió sus cartas haciendo una mueca

- Tienes unas cartas pésimas ¿cierto? Apostaré 10 fichas y tienes suerte de que no estemos jugando con dinero real.

- ¿¡Cómo lo sabes!? ¿Puedes leer la mente? - Chilló Luffy, emocionado - ¡como mola! A ver, ¿en qué estoy pensando?

- Carne - Contestó con desinterés. Casi podía sentir como estrellitas salían de su compañero y golpeaban su cabeza

- Woow

Apenas habían pasado unos minutos, pero en cambio era notable. Ahora Luffy miraba con mala cara las cartas sobre la mesa - ¡Dejemos este juego aburrido, Torao! - Propuso Luffy al ver que perdió, otra vez - ¡Mira lo que me enseñó Brook! - Y empezó a hacer malabares con unas naranjas que había cerca. O, bueno, lo intentó.

- Idiota, si sigues tirando las naranjas al suelo no se podrán comer, no desperdicies así la comida. - Advirtió Law ¿Que intentaba Luffy?

Luffy soltó un quejido de dolor cuando una de las naranjas caídas dió en su cabeza. - Torao~ duele

- ¿Y yo qué quieres que haga?

- ¡Eres doctor!

- Lo siento, la estupidez aún no tiene cura

- ¡Tonto, eso no! Mmnn... ¡Oh! ¡Dame un besito!

- ¿que? - No iba a mentir, eso fué repentino y extraño. ¿Un beso? ¿por qué? ¿Luffy quería cumplir el futuro que veían en sus versiones adultas? ¿acabar juntos, casados, felices y con dos hijos? Aunque tampoco negaría que era un buen plan, después de convivir un par de días con Luffy se dió cuenta de que, a lo mejor, su felicidad si podía estar con él.

- ¡Si! ¡Un beso en mi cabeza! de pequeño, Ace decía que el dolor se va con un beso en la herida ¡Si besas mi cabeza seguro que no duele!

Se sentía idiota

Si, fué estúpido pensar eso

Law bufo ante las ocurrencias del menor, ¿acaso tenía tres años? no, peor ¿acababa de admitir que quería un futuro a su lado? Aunque, de todos modos, ese futuro juntos ya estaba asegurado ¿que tenía de malo disfrutarlo?

Se acercó a Luffy y le dió un abrazo, siendo inmediatamente correspondido. Dejó un pequeño beso sobre su cabeza y, al ver que Luffy no se separaba, comenzó a dar suaves caricias, quedando fascinado con lo sedoso y brillante que era su pelo.

- "Creo que ya entiendo porqué elegí pasar el resto de mis días junto a él" - Pensó Law.

Si, definitivamente, podía permitirse amar a ese hermoso ser de luz.

💮🍈💮

Cuida tus palabras Trafalgar, luego no habrá vuelta atras...

Jejeje

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Monarquía PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora