新郎的选择² [ YeonBin | SooJun ]

S E I S

San Francisco, apartamento de Jungwon, en la actualidad.

—¿Estás enfadado? —preguntó Yeonjun mientras veía como Soobin cruzaba la habitación de invitados.

—¿Sobre qué? —Soobin extendió con fuerza las sábanas limpias y la tela ondeó mientras caía y se asentaba sobre la cama. — ¿Sobre todo el asunto de que Jungwon te haya hecho una gira detallada de la historia de mis relaciones, además de darte el nombre de cada uno de mis ex?

Yeonjun sonrió. —No — dijo. Y entonces la sonrisa desapareció lentamente de su cara—. Estoy hablando a cerca de la noticia sobre la paternidad de Beomgyu y Taehyun.

Soobin, ralentizó el movimiento de sus manos, las cuales estaban alisando las sábanas en la zona central de la cama. —Ya sabía que habían hablado sobre encontrar una sustituta y tener un hijo. Sin embargo la fecha del parto ha sido una sorpresa. —Él metió la última esquina de la tela y se enderezó—. Vamos a cuidar de esa laceración. — Y luego giró sobre sus talones y entró en el baño.

Hmmm

Yeonjun le siguió y apoyó el hombro en el marco de la puerta, estudiando silenciosamente a Soobin mientras sacaba las toallas del armario del baño y las colocaba en la encimera. Había, definitivamente, una tensión subyacente en su estructura delgada, la cual, antes no estaba, y los hombros estaban rígidos por debajo de su camisa.

Jesús, aun le resultaba difícil leer al tipo. Y Yeonjun necesitaba eso, ya que se había decidido a explicar el por qué se había marchado hace diez años.

No iba dejar que Soobin saliera de esta habitación antes de que se lo dijera.

Yeonjun luchó contra la opresión atrapada en su pecho.

—Todavía estás pálido y parece como si fueras a desmayarte. —Soobin abrió el armario de las medicinas situado sobre el lavabo y sacó el botiquín—. Deberías sentarte antes de que te caigas.

Las palpitaciones en la cabeza de Yeonjun habían disminuido un poco pero aún se sentía como una mierda, así que tomó asiento en el borde de la bañera. Soobin sacó los suministros del Kit y los posó en la encimera. Yeonjun admiraba la rapidez y confianza de sus movimientos, tan diferentes a lo que antes solían ser.

Soobin se giró y presionó una gruesa gasa sobre la herida de Yeonjun, dejando a su paso una sensación de picazón. Pero el escozor no era tan malo con su dolor de su cráneo.

Como el dolor de hace diez años.

Yeonjun estudió cuidadosamente la expresión en la cara de Soobin. — Vivir con alguien durante tanto tiempo, al igual que Beomgyu y tú hicieron… bueno las relaciones como esas son difíciles de superar.

Y hacía imposible el salir de ellas sin cicatrices. Lo había aprendido de la forma más difícil.

Soobin levantó la ceja y le miró. —Lo sé muy bien.