新郎的选择² [ YeonBin | SooJun ]

D O S

Universidad del área de la bahía, hace diez años.

Con la camiseta empapada de sudor y pegada a la espalda, Yeonjun se deleitaba con la sensación de sus pies golpeando el campo de fútbol. Los músculos, huesos y ligamentos trabajando juntos, mientras se esforzaba en ser el primero en completar el último esprint de The Nigthmare, el temido simulacro diseñado para patear el culo de los jugadores. La adrenalina y las endorfinas entraron en acción proporcionándole un subidón natural. Se impulsó con más fuerza al acercarse a la línea blanca, estiró más las piernas y dejó al resto del equipo atrás.

Porque él era Choi-jodido-Yeonjun. Había superado el cáncer. Había entrado en el equipo de fútbol en el primer año de la universidad en el área de la bahía, a pesar de las predicciones médicas. El ejercicio de hoy fue perfecto, excepto por una cosa.

¿Dónde demonios se ha metido Soobin?

Una vez el ejercicio estuvo completo, Yeonjun luchó por recuperar el aliento y escaneó el campo en busca de su compañero de cuarto. La pregunta de Soobin permaneció en su mente mientras bromeaba con sus compañeros de equipo durante su tiempo de descanso, mientras el sol de la tarde iluminaba el campo. Todavía estaba reflexionando sobre el paradero de su amigo cuando se dirigió a su dormitorio.

—Oye, Soobin. —Yeonjun cerró la puerta tras él y miró a la cama gemela colocada frente a la suya, dándole una sacudida al bulto colocado bajo la colcha ¿Por qué diablos estaba el tipo durmiendo la siesta?—. ¿Por qué no te reuniste conmigo después de la práctica como habíamos planeado?

Silencio.

—Me prometiste empezar a correr conmigo hoy, sin embargo es casi la hora de cenar y no has hecho nada. —Yeonjun se quitó la camiseta por encima de la cabeza y arrojó la pieza húmeda al cesto. —Ha llegado el momento de sacar el culo de la cama hermano.

Revolviéndose levemente bajo la manta, su compañero de cuarto se enterró bajo el edredón.

Sorprendido, Yeonjun ladeó la cabeza y consideró la mejor forma de sacar al hombre una respuesta. Y luego sus ojos aterrizaron en la caja de pizza vacía de la otra noche, el cartón estaba en la papelera y él sonrió. El debate sobre la dieta funcionaría con seguridad.

—Bin, tienes que controlar esos hábitos alimentarios —dijo como si no se hubiera burlado antes de dichos hábitos—. La mierda con pepperoni y extra de salchichas te va a matar. —Recogió una lata de soda vacía y la tiró en la basura, al lado de la caja de pizza—. Por no mencionar esta mierda carbonatada cargada de sustancias químicas.

Todavía no había respuesta.

Humm.

Normalmente Soobin habría contestado con alguna ocurrencia que dejaría a Yeonjun riendo. Las bromas amistosas habían definido su relación desde un principio, y se había llevado bien con su compañero desde la primera gracia.