新郎的选择² [ YeonBin | SooJun ]

D I E C I O C H O

El largo tramo de la playa terminaba en un nicho rocoso en donde Yeonjun estaba parado y cubría sus ojos de la centelleante luz solar sobre el agua azul. Aunque la brisa salada enfriaba su piel, la arena calentaba sus pies. El clima perfecto para la sesión de fotos debería haberle dado energía y aun así sentía la urgencia de escalar el acantilado detrás de él, dos veces, incluso.

Desafortunadamente, también se sentía desgastado como quien sólo había pasado diez rondas con un cuerpo que seguía tratando de rendirse.

Ya había estado en la playa aproximadamente por cuatro horas, extrañaba muchísimo a Soobin mientras trabajaba en el final del set junto con el fotógrafo. El equipo acababa de envolver las cosas y Yeonjun estaba poniéndose los shorts sobre el bóxer que había usado para las fotos de ese día, cuando vislumbró a alguien yendo hacia él. El cabello oscuro y el andar determinado y familiar hicieron que el corazón de Yeonjun palpitara con más fuerza. Soobin había venido.

Esta vez, él había venido.

El alivio no tenía ningún maldito sentido, y, al mismo tiempo, todo el sentido del mundo.

Hace diez años, Yeonjun había sido el que se alejó y dejó a Soobin detrás, así que, ¿por qué había esperado que el tipo lo persiguiera? La expectación parecía totalmente injusta. Pero tal vez había esperado que Soobin desenterrara el coraje para perseguirlo y gritarle por irse, y luego gritarle un poco más por asumir que no sería capaz de hacerle frente. Tal vez había esperado que Soobin lo siguiera y probara que Choi Yeonjun, un extraordinario estúpido, había hecho la elección equivocada.

Una parte de Yeonjun había querido que Soobin estuviera a su lado durante los detestables meses que le habían seguido.

Pero ahora estaba aquí, y eso era increíble, porque, Jesús, el pecho de Yeonjun dolía. Se sintió dividido desde el momento en que abandonó a Soobin, dormido en el hotel. Desafortunadamente, Yeonjun sabía que todavía no sería capaz de darle lo que quería.

No podía.

Cuando Soobin estaba dentro del rango de audición, Yeonjun gritó: —¿Cómo me encontraste?

—Hablé con Yeji.

—¿En serio? —Esperó hasta que Soobin estuvo a tres metros de distancia antes de alzar una ceja—. Me sorprende que compartiera la ubicación contigo.

Soobin puso un alto frente a él, su expresión era ilegible. —Lo hizo después de que le expliqué el por qué.

Yeonjun se le quedó mirando. —¿Le dijiste?

—Lo hice —dijo.

Una llama de preocupación trajo un ceño fruncido al rostro de Yeonjun. — Maldición, Bin. No deberías haber hecho eso. —Se giró sobre sus tobillos y caminó hasta varios metros más allá, apoyando su mano contra la enorme roca que hoy había usado como apoyo. Yeji perdería la cabeza, eso era seguro—. Ella no debería estar sola…