Capitulo 5: Miedo

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Lucerys Velaryon

Era de noche y nos encontrábamos solos en nuestra habitación, Maegor dormía plácidamente sin saber lo que sucedía a su alrededor. A mi lado, acariciaba su hermoso cabello platinado y admiraba sus ojos púrpura, tan parecidos a los de madre. La presencia de Maegor me reconfortaba y hacía que no me sintiera tan solo, incluso con la compañía constante de Aemond, quien siempre estaba a mi lado. Sin embargo, un día Alicent sugirió que Aemond buscara una esposa adecuada, y él me aseguró que solo lo hacía por obedecer a su madre, ya que creía que la Reina sospechaba algo sobre nuestra "relación". Aunque detestaba la idea de que Aemond viera a otras omegas para casarse.

En esa misma noche, Aegon regresó con un horrible olor a otras personas y sus ropas estaban repugnantes. Golpeó la puerta con respeto y entró como una pequeña oveja asustada, arrodillándose frente a Maegor. Era la primera vez que Aegon conocía a Maegor y eso me ponía un poco nervioso, sabiendo que Aegon no tenía ningún vínculo como padre con él.

"Aegon, déjalo dormir y no lo toques demasiado. Mira tus manos están sucias y puede ensuciarse", ordené con un tono autoritario mientras tomaba su brazo.

"Es mi hijo y puedo hacer lo que quiera con él", apartó mi brazo bruscamente y se dirigió hacia una silla, ordenándome con su dedo que me acercara. "Ven, vamos a conversar y arreglar las cosas".

"Hace algún tiempo que tuve a mi hijo, los maestres me dijeron que no puedo estar con un alfa en este momento. Además, creo que tú has tenido suficiente diversión mientras yo estaba dando a luz a nuestro bebé", ignoré sus estúpidas peticiones de volver junto a Maegor y lo coloqué en su cuna.

Quería estar siempre a su lado y cuidarlo yo mismo, así que Maegor dormía conmigo y yo lo alimentaba.

"¿Cuáles maestres? Sé perfectamente que te refieres a ese maestre que siempre está a tu alrededor", afirmó Aegon molesto, frunciendo el ceño y sintiéndose indignado. Tomó a Maegor en brazos para salir de la habitación y dejarme solo con Aegon.

Al abrir la puerta, percibí el aroma de Aemond acercándose rápidamente y cerré la puerta rápidamente, ordenando a los guardias que no dejaran pasar a nadie.

"Ese maestre es un amigo y ha sido mi compañero", respondí, fingiendo inocencia. Aegon no dijo ninguna palabra y me abrazo con cuidado, colocándolas sobre su pecho. "Pronto habra un banquete en honor al nacimiento de Maegor y quiero que estés con nosotros para que él te conozca mejor".

"Déjame dormir contigo y con nuestro hijo", suplicó.

Aegon acarició mis labios y forcejeamos por unos minutos, hasta que finalmente me rendí por temor a lastimar a Maegor. Al detenerme, Aegon aprovechó la oportunidad para unir lentamente nuestros labios. Luego, Aegon se alejó de mí y se dirigió hacia la bañera, donde el agua estaba fría debido a que había tomado un baño recientemente. Aegon se quitó la ropa y se sumergió en la bañera, mientras yo apartaba la mirada, sintiéndo que estaba traicionado a Aemond al mirar a otro alfa, a pesar de que Aegon era mi esposo.

"Lucerys, límpiame como solías hacerlo antes", rogó Aegon mientras extendía una esponja. Dudé por un largo tiempo, hasta que finalmente recosté a Maegor y tomé la esponja en mis manos. Comencé limpiando a Aegon, pero mi mente estaba llena de pensamientos conflictivos y emociones encontradas.

Mientras limpiaba el cuerpo de Aegon con la esponja, sentía una tensión palpable en el ambiente. El ruido del agua fría resonaba en mis oídos, creando una atmósfera incómoda. A su vez, podía percibir las feromonas estaba exitado. Aegon se giró hacia mí y tomó la esponja, pude sentir ver a atraves del agua su miembro duro, pero ya no lo deseaba como antes, más bien me repugnaba.

Me perteneces Lucerys [Lucemond]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora