Cuando despertó, su visión era borrosa, pero podía distinguir una forma que la miraba fijamente. Parpadeó y se concentró en la forma que la miraba... Era ella misma.
Arrugó la frente, la confusión y el miedo se apoderaron de ella. "¿Dónde estoy? Pre...
Lena salió del portal y miró a su alrededor con una sonrisa en la cara.
Por fin estaba en casa.
Lo primero que hizo fue correr hacia el escritorio. Abrió los cajones donde había guardado su teléfono durante los últimos tres meses y lo cogió inmediatamente. Lo encendió y leyó los mensajes que había recibido en los últimos tres meses.
Kara: Lena, por favor, deja que te lo explique. Eres mi mejor amiga Lena, no quiero perderte.
Hubo cientos y cientos más a lo largo del primer mes y medio que Lena la había ignorado, pero los tres últimos rompieron el corazón de Lena y le hicieron darse cuenta de cuánto trabajo tenía que hacer... porque Kara no le había vuelto a enviar un mensaje en casi dos meses.
Kara: Alex dice que si fueras mi amiga de verdad, al menos me darías la oportunidad de explicarte, y sé que eres una amiga de verdad, Lena. Así que, por favor, deja que te cuente mi versión.
Kara: Supongo que a estas alturas ya habrás cambiado de número, ¿eh? :'(
Kara: Adiós, Lena. :(
"Kara", suspiró. Quería llamarla. Quería acercarse, atraer a Kara y disculparse por no darse cuenta de dónde estaba su verdadera ira, pero sabía que no era posible. Ella había oído la historia de Lena de la Tierra 9.886. Sabía que tendría que luchar para recuperar la amistad de Kara antes de conseguir pasar al interés romántico. Sobre todo porque habían pasado tres meses en lugar de sólo uno como con Lena 9.886.
Inmediatamente llamó a su chófer y cogió su bolso antes de bajar las escaleras, salir del edificio y subirse al coche que la esperaba fuera. Sabía que Lena 9.886 había llegado a la puerta de Kara 9.886 con flores, pero Lena conocía a su Kara, y sabía algo que a Kara le gustaba incluso más que las flores... la comida.
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Después de parar en la tienda, su chófer la llevó al edificio de Kara. Se quedó fuera, mirando la ventana del cuarto piso que daba al apartamento de Kara. El corazón le latía con fuerza en el pecho, las palmas de las manos le sudaban a mares y no podía contener las mariposas que se agolpaban en su estómago.
Era el momento. Era el fin de todo.
Esto iba a recomponer o a romper su relación con Kara, pero independientemente de cómo fuera, Lena no iba a renunciar a arreglar las cosas con ella. Vio cómo terminaría su vida sin Kara, y vio lo que el futuro podría depararles si Lena arreglaba las cosas, lo felices y enamoradas que podrían estar.
Sabía que su final feliz no estaba garantizado y que, de hecho, tenía más probabilidades de no suceder más que cualquier otra cosa; pero iba a luchar hasta la muerte por ello. Hasta que Kara no le dijera "sí, acepto" a otra persona, Lena lucharía por ella.
Finalmente dejó escapar un suspiro ansioso, enderezó los hombros y entró en el edificio... Su falsa confianza le duró hasta que sonó el ascensor y se abrieron las puertas de la cuarta planta... la planta de Kara.
