A la mañana siguiente, Lena se despertó con una migraña tremenda, algo que no había experimentado desde su última conmoción cerebral. Abrió los ojos y se sorprendió al ver que su habitación seguía casi a oscuras, aparte de un poco de luz solar que se asomaba por la parte superior de las cortinas negras que cubrían las ventanas del balcón.
Sonrió mientras su corazón palpitaba, sabía exactamente a quién debía agradecer aquel inesperado alivio. Kara siempre cuidaba de ella, por mucho que Lena metiera la pata.
Entonces frunció el ceño y el corazón se le hundió en el estómago al recordar que había metido la pata... Y mucho.
Había sido una idiota y se había permitido emborracharse en presencia de Kara aun sabiendo que era algo horrible. Lena sabía que si se emborrachaba, le contaría sus sentimientos a Kara. Había pasado más de un año desde el beso de Lena y Kara; debería haber sabido que no debía hablar de sus sentimientos con Kara.
Lo más probable era que Kara hubiera seguido adelante, hubiera perdido todos sus sentimientos por ella y fuera feliz con Lucy. Era obvio que Kara amaba a Lucy, era feliz.
¡¿Por qué tenía que ir y hacer las cosas incómodas?! Ella quiere a Lucy, no a mí... se reprendió Lena internamente.
Lena contuvo un sollozo y se incorporó lentamente para poder tomar el ibuprofeno que Kara le había dejado en la mesilla. Se tragó las pastillas de un trago y luego bebió el resto del agua. No tenía ni idea de qué esperar de su próximo enfrentamiento con Kara, y eso la aterrorizaba más que cualquier otra cosa. Gimió al levantarse, con la cabeza latiéndole a mil por hora, mientras se dirigía a la ducha.
Se desnudó y abrió la llave del agua, asegurándose de que estuviera lo más caliente posible antes de meterse bajo el chorro. Le quemaba la piel, pero también le aliviaba el martilleo del cráneo, así que le pareció una buena compensación. Cerró los ojos y apoyó la cabeza en la pared de la ducha. Lo único que podía ver al cerrar los ojos era a Kara.
Kara riendo.
A Kara bailando y cantando como una niña en el salón de Lena a las tres de la madrugada mientras Elsa cantaba "Let It Go" en su castillo de hielo.
Kara haciendo pucheros mientras pedía un bocado del helado de Lena.
Kara abrazándola.
Kara celebrando que Lena la dejara ganar al Monopoly.
Kara celebrando cuando le ganó a Lena en ajedrez.
Lena sonrió, el estómago le dio un vuelco de alegría y el corazón le dio un vuelco en el pecho al pensar en Kara. Decidió, en ese momento, que si Kara quería hablar, Lena sería sincera y honesta con ella. Pero si Kara quería rechazarla, Lena también lo aceptaría. Había terminado de fingir que no estaba enamorada de Kara. Ella lo admitiría, y dejaría que Kara decidiera qué hacer a partir de ahí, y haría lo que fuera necesario para asegurarse de que su amistad se mantuviera intacta. Sabía que Lucy la odiaba, así que si Kara necesitaba que se llevaran bien para que ella y Lena fueran amigas, Lena se mordería la lengua y fingiría ser la mejor amiga de Lucy.
Lena también sabía que Alex seguía sin ser su mayor fan después de todo lo ocurrido, así que si llegaba el caso, Lena trabajaría duro para ganarse de nuevo la confianza de Alex.
Si Kara necesitaba un poco de tiempo, Lena se enterraría en el trabajo para distraerse del enorme vacío en su vida debido a la ausencia de Kara.
Si Kara simplemente no la amaba, pero seguían queriendo ser amigas, Lena fingiría no tener el corazón roto y trabajaría para ser como Lena 45... Semiconforme, pero aún productiva.
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Across The Multiverse {{SuperCorp}}
RandomCuando despertó, su visión era borrosa, pero podía distinguir una forma que la miraba fijamente. Parpadeó y se concentró en la forma que la miraba... Era ella misma. Arrugó la frente, la confusión y el miedo se apoderaron de ella. "¿Dónde estoy? Pre...