Cuando despertó, su visión era borrosa, pero podía distinguir una forma que la miraba fijamente. Parpadeó y se concentró en la forma que la miraba... Era ella misma.
Arrugó la frente, la confusión y el miedo se apoderaron de ella. "¿Dónde estoy? Pre...
Lena se quedó allí de pie, incómoda, mientras Kara 45 besaba a Lena 45 hasta dejarla sin sentido. Era evidente que las dos llevaban tiempo deseándolo; sus manos recorrían el cuerpo de la otra mientras Kara sujetaba a Lena 45 contra la pared, y los ruidos que hacían eran prácticamente pornográficos.
Lena no quería estropear su primer beso, pero se sentía totalmente incómoda y no tenía ni idea de lo que estaba a punto de ocurrirle, ni de lo que se suponía que debía hacer en su situación actual, así que se aclaró la garganta, sacando a las mujeres de Tierra 45 de su bruma llena de lujuria.
Kara soltó a Lena 45 y la colocó de nuevo en el suelo, arreglándose el Supertraje y el pelo antes de relamerse los labios y encontrarse con los ojos de Lena.
"Lo siento." Dijo mientras se mordía el labio y miraba hacia otro lado con torpeza. "Es que... llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo". Explicó.
Lena no pudo evitar soltar una risita de adoración al ver a Kara 45, y su corazón se compuso sólo un poco cuando miró por encima del hombro de Kara para ver a su doble, que sonreía de verdad y se ruborizaba como una colegiala detrás de Kara 45.
"Créeme, lo entiendo", sonrió. "Pero me preguntaba si esto significaría que ya puedo irme a casa". preguntó esperanzada. Kara 45 asintió y sacó un extrapolador mientras una amplia sonrisa se dibujaba en su rostro.
"Claro que puedes irte a casa". Bajó la mirada y tensó la sonrisa. "Ojalá pudiera decir que me arrepiento de haberte encerrado, pero no es así. Porque si no lo hubiera hecho, no la tendría a ella y seguiría siendo desgraciada". Declaró mientras Lena 45 se acercaba para colocarse a su lado. Kara 45 cogió la mano de Lena 45 y compartieron una mirada cariñosa antes de volver a centrar su atención en Lena.
"No sé cómo agradecértelo. Las palabras no alcanzan para expresar lo agradecida que estoy por lo que sea que hayas hecho. Intenté ayudarte dejando que me encerraras, pero al final, parece que sólo ha acabado ayudándome a mí en su lugar. Espero que algún día, tú y tu Kara encuentren el camino la una hacia la otra, pero si no es así, por favor, recuerda, que pase lo que pase, puedes sobrevivir."
Lena sonrió.
"No tienes que agradecérmelo. Estoy increíblemente feliz por ustedes dos". Dijo, con el corazón hinchado en alegría al ver a su doble cogida de la mano de Kara. "Les deseo lo mejor a las dos".
Kara y Lena 45 sonrieron antes de que ambas envolvieran a Lena en un fuerte abrazo de oso. Lena se apartó unos instantes después y les sonrió, sintiendo mariposas nerviosas que le llenaban el estómago al darse cuenta de que por fin iba a poder volver a casa y abrazar a su propia Kara.
"Por favor, pase lo que pase, no la dejes ir". Le suplicó a Lena 45. Lena 45 se estrechó contra el costado de Kara 45 mientras la kriptoniana rodeaba su cintura con el brazo.
"Nunca seré tan tonta como para hacer eso". Lena 45 sonrió. "Me has hecho el mayor regalo que jamás podría pedir, 38. Definitivamente no pienso malgastarlo por muy indigna que sea".
Lena sonrió ante eso, se llenó de una pequeña cantidad de paz al darse cuenta de que lo más probable era que Kara 45 y Lena 45 llegaran a la eternidad.
"No eres indigna, Lee". Kara 45 frunció el ceño. Pero antes de que pudieran continuar con esa discusión, Lena 45 abrió el portal para que Lena lo atravesara.
"Saluda a Kara 38 de mi parte, ha sido la captora más simpática que he tenido" bromeó. Lena se rió y sacudió la cabeza con cariño hacia Lena 45.
"Eres ridícula", bromeó antes de atravesar la brecha.
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