Capítulo 53

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Siempre había soñado con pasear por la playa, de la mano de Kara, mientras contemplaban la puesta de sol. Siempre había soñado con el cuerpo desnudo de Kara sobre el suyo, mientras hacía el amor dulce y apasionadamente con Lena y la hacía retorcerse bajo su cuerpo de acero, a la luz de la luna. Siempre había soñado con despertarse en los brazos de Kara y verla sonreír mientras el sol iluminaba sus preciosos mechones dorados... 

Pero nunca creyó que sus fantasías se convertirían en realidad. Sin embargo, por algún milagro, así fue.

Lena había podido pasear por una playa privada de Cancún cogida de la mano de Kara y hablar, flirtear, reír, estrechar lazos y besarse durante todo el día. Por fin habían tenido la oportunidad de relajarse y disfrutar de su mutua compañía sin interrupciones... Alrededor de la una de la tarde se habían detenido a comer en un pequeño y pintoresco restaurante antes de nadar, comer y besarse un poco más... Era el paraíso.

Lena lo había deseado tanto, pero no tenía ni idea de lo mucho que lo necesitaba de verdad... De lo mucho que lo necesitaban las dos. A las nueve y cuarto de la noche, se sentaron en una manta y Kara rodeó la cintura de Lena con el brazo, mientras Lena apoyaba la cabeza en el hombro de Kara mientras contemplaban la puesta de sol en el horizonte.

Permanecieron sentadas durante un tiempo indeterminado, en un cómodo silencio, disfrutando de la compañía de la otra. Habían hablado durante todo el día, y descubrieron que, por mucho que disfrutaran conversando entre ellas, sentarse una junto a la otra en pacífico silencio les resultaba igual de agradable.

Finalmente, Lena suspiró feliz, con la sonrisa más amplia y genuina que había lucido en mucho tiempo y levantó la vista para encontrarse con los ojos de Kara. 

"Estoy tan contenta de que por fin hayamos llegado a esto. Tenía tanto miedo de que no lo lográramos Pero hoy ha sido algo que ha superado con creces cualquiera de mis fantasías. Ni siquiera mis sueños más salvajes podrían compararse a lo increíble que eres."

Los ojos de Kara brillaron a la luz de la luna y tragó saliva audiblemente. 

"Rao, Lena... te amo tanto que duele." Susurró con fuerza. "Hemos pasado por tantas cosas, pero eso nos ha llevado a donde estamos ahora, y nunca he sido más feliz."

El corazón de Lena se derritió, y la felicidad desbordó su corazón. El rostro de Kara era tan serio, tan pacífico, tan feliz y ella era la razón. Lena Kieran Luthor realmente hacía feliz a Kara Zor-El Danvers... Desde el momento en que conoció a Kara eso era todo lo que siempre había querido hacer. 

"¿En serio?" Preguntó en voz baja con una suave sonrisa en la cara... Vio en los ojos de Kara que estaba siendo sincera, pero el cerebro de Lena aún intentaba calcular que todo aquello no era otra de sus fastuosas fantasías.

Kara sonrió descaradamente y asintió, inclinándose para rozar sus narices mientras asentía. 

"De verdad". Aseguró antes de unir sus labios en otro apasionado beso. Cuando el beso terminó, Kara apoyó sus frentes. "Este es nuestro nuevo comienzo, Lee. A partir de este momento no habrá más mentiras, secretos ni acontecimientos traumáticos que amenacen con separarnos. A partir de hoy, somos un equipo en todos los sentidos. Trabajamos juntas o no lo hacemos en absoluto. Como debería haber sido desde el principio. Esta es nuestra segunda oportunidad. ¿Qué te parece?"

Lena sonrió mientras su corazón se hinchaba de alegría. Le gustaba como sonaba... mucho. Nada la haría más feliz que todo lo que Kara acababa de decir. Ella asintió con la cabeza felizmente. 

"Suena perfecto". Respondió con seriedad. "Es todo lo que siempre he querido para nosotras."

Kara sonrió. 

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