Across The Multiverse {{SuperCorp}}

Capítulo 43

Lena sabía que si Kara y ella rompían, no habría forma de que siguiera adelante. Se negaría a quedarse en su apartamento, así que el único lugar en el que podía pensar que estaría Lena 45... era en su laboratorio. La ciencia y el alcohol eran su única forma de sobrellevar la ausencia de Kara en su vida, y por lo que había visto, todas las Lena sin Kara lo hacían de la misma forma. Así que no se imaginaba que Lena 45 fuera diferente.

Atravesó la seguridad y consiguió esquivar todas las cámaras de seguridad ocultas (y no tan ocultas) gracias a que el diseño de L-Corp era casi idéntico al suyo. Luego consiguió colarse en el pasillo privado que llevaba a todos los laboratorios y empezó a buscar a su doble.

Por suerte, sólo tuvo que comprobar dos de los laboratorios antes de encontrarse cara a cara con una versión hosca de sí misma. La mujer que tenía delante parecía abatida, exactamente igual a como Lena imaginaba que había sido durante los seis agonizantes meses que Kara la había odiado por mentir sobre su secuestro. Ver a su doble sufriendo tanto le rompió el corazón a Lena y le dieron ganas de abrazarla con fuerza. Sin embargo, no lo hizo, porque sabía que ningún abrazo podría ni siquiera acercarse a apaciguar la confusión y la miseria de no tener a Kara.

"¿Por qué estás aquí?" preguntó Lena 45, con la voz ronca; obviamente había estado llorando.

"Porque alguien tomó el control de mi mente y me hizo apuñalar al amor de mi vida trece veces en el pecho con una versión mortal de kriptonita. Así que vinimos aquí en busca de refugio porque Kara ni siquiera puede sentarse por sí misma y el monstruo que le hizo esto sigue suelto. Pero hablé con tu ex novia y ahora creo que podrías haber sido el objetivo de la misma persona". Explicó. "Porque sé muy bien que no eres tan masoquista ni tan estúpida como para arruinar tu relación con Kara".

Lena 45 sacó una botella metálica de licor, tomando un trago masivo de ella antes de finalmente encontrarse con los ojos de Lena. 

"Pues te equivocas". Ella dijo. "Sí la engañé. No sé nada de tu misterioso asesino kriptoniano y no me importa. Vete ya".

Lena entrecerró los ojos. 

"Kara y yo estamos juntas". Afirmó con severidad. "Por fin, después de años de suspirar, me gané su corazón... Por fin me hice mujer y le dije lo que sentía, y ella eligió estar conmigo. Así que entiendo la felicidad de la que hablabas. Porque hace un mes que puedo besar y amar a Kara como siempre quise, y ella finalmente lo acepta y lo corresponde. Así que, de ninguna manera me voy a sentar aquí y creer ni por un nanosegundo que renunciaste a eso y a toda la felicidad que vino con ello, sólo porque ella es una superheroína".

Los ojos de Lena 45 se abrieron de par en par. 

"¿Tú y tu Kara?"

Lena sonrió y asintió. 

"Sí".

"¡No! ¡No, no, no! Tienes que romper con ella". Dijo Lena 45. "Harás que la maten si no lo haces".

A Lena se le encogió el corazón de sólo pensarlo y frunció el ceño. 

"¿Qué?"

"¡Eres a la que más odia!" informó Lena 45. "Eras la más cercana a ella; cree que deberías haber sabido que iba a suicidarse y que debiste intentar detenerla porque te escribió tu propia carta".

Lena frunció el ceño. 

"45, no tengo la menor idea de a qué te refieres".

"¡La única razón por la que tu Kara está viva ahora mismo es porque él quería que lo estuviera!". informó Lena 45. "Quería que sufriera, pero también quería que tú la vieras sufrir porque sabe lo angustioso que sería para ti. Quería que fueras a la cárcel por su intento de asesinato; quería que ella te odiara. Quería que ambas sufrieran, pero de maneras totalmente diferentes a las que quería que sufriéramos mi Kara y yo. No me controló ni lastimó físicamente a mi Kara porque se lo rogué. Le supliqué, y finalmente decidió que mientras hiciera que Kara me odiara por mi cuenta, él la perdonaría. Dijo que yo no era la peor de nosotras, que era una de las más perdonables. Que yo era una que merecía algo de misericordia. Pero si mi Kara y yo volvemos a estar juntas, él la matará. Me dio a elegir, y elegí salvar a mi alma gemela, y nunca harás que me arrepienta de eso".