Lindas casualidades

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Mientras estaban sentadas en la mesa de un bar, Hannah observó a Gia,quien estaba tomando una copa de vino en un solo sorbo.
-Gia, te vas a tragantar.
Su amiga la miró y se encogió de hombros.
-Hannah, aquí estamos de nuevo, mujeres solteras, solas, sin un amor.
-Eso no es tan malo.
-No es tan malo?-Gia levantó una ceja, - eso es tan malo como el hecho de que no quisite averiguar si la tal Marnie es la hija de Sebastian, si el tiene mujer, si está casado, eso sí es malo.
Hannah se quedó sin saber que decirle.
-No seas exagerada, simplemente no quiero llevarme una decepción, ya lo decidí me alejaré de él casa vez que se me acerque.
-Chicas!!
La voz de una mujer las interrumpió, ambas miraron de donde venía la.voz y sonrieron.
Era Kimberlyn, profesora de canto de la orquesta y su otra gran amiga.
-No se levanten- les pidió mientras se acercaba a ellas para abrazarlas, para luego tomar asiento.- No saben cuanto las he extrañado!
-Y nosotras a ti- le dijo Hannah sonriéndole con calidez.
-Pero chica te ves muy bien- comentó Gia- tu cabello te llega casi a la cintura, tienes de nuevo tu color castaño natural, te operaste la nariz?
-Que yo qué?-Kim miró a Hannah en busca de una respuesta ante lo que le preguntaba Gia.
Hannah le señaló las 3 jarras que estaban encima de la mesa. Kim asintió y miró su teléfono cuando le llegó un mensaje y luego miró a Gia, para mirar de nuevo a su teléfono.
-Kim que opinas sobre las casualidades?-Sonrió Gia
-Creo que las casualidades son unas de las cosas más bonitas que nos pueden pasar.-Kim miró hacia la barra-Tu que opinas Hannah?
Hannah quien no estaba presentando atención a lo que decían a sus amigas se encogió de hombros
-Creo que están bien-respondió mientras le enviaba un mensaje a su hermana.
-Y ustedes creen esas cosas del destino, así como cuando te pone a una persona en el camino una y otra vez?-Gia miró a Hannah-mucho más cuando un atractivo hombre de ojos claros parece no querer desaparecer de tu vida.
Hannah se enderezó y miró a sus amigas.
-Él está aquí?
-Así es-Sonrió Gia.
-Oye Hannah, tienes buen gusto-Le dijo Kimberly
De repente Hannah comenzó a sentirse algo nerviosa y tomó un sorbo de su vino.
-Oye y están mirando para acá-Kimberly le dio un patada leve a Hannah- y sus amigos no están tan mal.
-Están muuuy bien-Gia los miró con descaro.
-Mi cabello esta bien, no tengo regado mi lápiz labial?- preguntó Hannah con discimulo.
-Mira Kim, al parecer el vino y un hombre han afectado a nuestra querida Hannah.
Kim rió y Hannah puso los ojos en blanco.
-No es por él-se quejó.
-Si claro, mentirosa- Gia los saludó con la mano.
Hannah se sintió avergonzada y estaba segura que un tomate le queda poco, para lo roja que debía estar por la vergüenza que sentía.
-Oh por Dios, vienen para acá-Kim tomó la jarra de vino y llenó su copa-se están acercando.
-Hannah solo no te nos vayas a desmayar-Gia se burló entusiasmada-Ya veras Kim como a ese hombre se le sale los ojos cuando mira a Hannah
Dios Mio! Pensó Hannah, que nerviosa se sentía. Sentía como si fuera una muchacha, una adolescente, cerró los ojos por un momento y pidió a Dios que si aquél hombre era para ella, que nada impidiera que él se acercara a ella, y si no era así, le pidió que él se aleja lo más pronto posible.

......
Sebastian se dirigió junto con sus 3 amigos hacia la mesa en donde estaban Hannah y sus amigas, se sentía inquieto y emocionado como si todavía fuese un jovencito, clavó su mirada en ella, mientras que ella estaba entretenida hablando, la vio sonreír y le encantó, aquella mujer tenía una hermosa sonrisa, pensó que ella debería sonreír más, eso la hacía ver preciosa.
-Buenas noches- saludaron los 3 cuando llegaron a la mesa
Ellas le sonrieron
-Buenas noches-saludaron
-Una noche así merece una buena rondado de baile verdad-les preguntó Jake, uno de los mejores ex jugadores de football americano y gran amigo de Sebastian
-Claro que sí-le sonrió Gia de forma coqueta.
-y que te parece si empezamos?
Jake le ofreció la mano y Gia la aceptó mientras se dirigían a la pista de baile.
-me permites?-le preguntó Sam ofreciéndole su mano Kim. Él era abogado deportivo y otro gran amigo de Sebastian
Kim aceptó regalándole una sonrisa.
Cuando estuvieron solos Sebastian y Hannah, el la miró.
-Te gustaría bailar conmigo?
-Si.
Le tendió la mano a ella y ella la aceptó.
Cuando llegaron a la pista de baile, la acercó a él cuando escuchó una canción romántica a sonar. Sus cuerpos encajaron muy bien, acercó su rostro al cabello de ella, olía de maravilla, luego le suzurró al odio.
-Te ves preciosa esta noche.
Sintió el cuerpo de ella tensarse, pero el estaba seguro que no era porque sintiera incómoda, si no todo lo contrario.
-Gracias-le respondió ella en voz baja.
El alejó su rostro de su oido para mirarla.
-No crees que esta es una linda casualidad, de tantas veces que nos hemos visto en pocos días, esta casualidad de hoy ha sido la que me ha encantado.
-Por qué?
-Porque ahora puedo estar cerca de ti, sin excusas de andar apurados y dejar conversaciones a media. Me gusta tenerte cerca, conocer cada detalle tuyo.
Hannah lo miró fijamente.
-y tu esposa?
-Que esposa ?-le preguntó confundido.
-Tu esposa, tu hija, que hay de ellas?
-Mis que? -El la miró confundido y de forma divertida- Hannah no estoy casado y no tengo ninguna hija
-Y Marnie?
-Ella es mi hermana
-Tu qué?
-Mi hermana. Se que es algo joven para ser mi hermana, pero auch, me haces sentir como si yo estuviera viejo.
-Que? No, no yo no quise decir eso, lo que pasa es que la otra noche en el estacionamiento estabas con una...-Hannah se quedó callada y se mordió el labio-podemos olvidarnos de esa parte?
Sebastian le sonrió como picardia.
-Puedo olvidarme de eso último, si aceptas salir conmigo.
....

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