Eres Amado // Dadzawa

𝑭𝒊𝒇𝒕𝒆𝒆𝒏

K A T S U K I

Sangre.

Sangre por todas partes.

¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? Lo maté. Lo maté.

"¡JOVEN BAKUGOU, POR FAVOR! ¡NECESITAMOS QUE RESPIRES!" La voz de mi héroe profesional favorito queda ahogada por los susurros de la voz malvada en mi cabeza.

Él está muerto.

Él está muerto.

Tu culpa.

Tu culpa.

Tu hiciste esto.

Y A G I

Midoriya se derrumbó en medio de cirugía. Están intentando todo lo que puede para recuperarlo. Incluso Recovery Girl allí con ellos. Aizawa está hablando con el gerente de recepción, mientras estoy sentado y tratando de consolar al joven Bakugou.

Oh, este pobre niño.

"Mi muchacho, no hiciste nada malo. Lo prometo. Solo por favor, necesito que te concentres en mí". Le digo con impaciencia a mi estudiante. Bakugou de repente agarra su cabello y trata de arrancarlo. Tomo sus manos entre las mías y trato de guiarlo fuera de este estado.

"Estás bien, muchacho. El joven Midoriya es fuerte; creo en él. Tú también deberías". Cortésmente animo a mi estudiante a que al menos intente pensar más positivamente sobre la situación.

"¡Date prisa, tenemos un latido del corazón!"

"¡ESTÁBILIZALO!"

Aizawa, Bakugou y yo giramos la cabeza hacia el sonido de los gritos. Más médicos entran rápidamente en la habitación que alberga al joven Izuku. Este niño; ¿lo que le sucedió?

"Que es mi culpa." Bakugou dice: "¡Todo esto es mi culpa!" El niño grita. Le doy al niño un fuerte abrazo que le rompe los huesos, mis emociones se mueven como un balancín.

"No, Katsuki", pronuncio con severidad, "esto no es tu culpa. No importa tu relación con el joven Izuku, esto no fue en absoluto, y nunca tu culpa".

"¡PERO SI LO ES! ¡YO SOY QUIEN LE DIJO QUE HAGA ESTO!"

Aizawa voltea la cabeza para mirar al chico frente a mí. Observo la expresión de culpa que tiene. Mi mandíbula y mi corazón caen en estado de shock. Sabía que el joven Bakugou había sido extremadamente malo con la joven Midoriya en el pasado; Nunca esperé que Katsuki le hubiera dicho al niño que se suicidara.

"¡LO LAMENTO!" El niño grita con gran emoción: "Lo siento..."

El joven Bakugou agarra mi camisa, tratando de amortiguar el sonido de sus sollozos. Comparto una mirada con Aizawa, quien me asiente para preguntar. Abro la boca para preguntar: "¿Cuándo exactamente le dijiste al joven Midoriya que... ya sabes?"

Bakugou se toma un segundo para calmarse. Él solloza y responde: "Al comienzo de nuestro tercer año en la escuela secundaria. Así que hace más de un año". Bakugou murmura. Sin embargo, Aizawa no parece escuchar lo que dijo el niño. Suspiro y froto a los niños mientras sigue llorando.

"¡Se me escapó que no quise decírselo!" La rubia me mira con la cara llena de lágrimas saladas. "Simplemente tenía muchas cosas en casa". Katsuki murmura la última parte para que Aizawa y yo apenas podamos escucharla.

"¿De qué se trataban las cosas en casa? Debe haber sido extremadamente irritante para ti decirle eso a Midoriya cuando todo eso estaba pasando". Aizawa interviene y cuestiona a Bakugou.