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podrías ser mi único, pero tu corazón no quiere al mío, y lloro, lloro porque no puedo estar contigo.


—salgamos.

¿qué?

—es imposible para mí salir, tae...

—no si estás conmigo.

era nuevo.

este comportamiento, era... extraño.

—ve y alístate, te esperaré acá.

quiso negar con algo pero decidió no hacerlo y solo siguió la orden, a pesar de todas las preguntas que empezaban a rondar por su mente, pensó que lo mejor sería evitar problemas y ver a qué quería llegar con esto taehyung.

porque era raro pero a la vez sentía una pequeña emoción.

agarró lo primero que vio, literalmente, su polerón favorito, una bufanda por el frío y por último su abrigo, otro regalo millonario de taehyung.

al ponérselo se quedó un rato viéndose en el espejo, sus ojeras resaltan más que antes, su cabello está despeinado, su cara está demacrada y podría jurar que tendría barba pero el vello facial nunca fue su fuerte.

se sintió un poco culpable.

y feo.

taehyung era guapo, alto, de hombros anchos, y jungkook un pobre debilucho, se le marcaban los huesos y parecía desnutrido a pesar de comer bien.

no era su contextura y eso lo deprimía aún más.

pero no podía hacer nada.

salió de la habitación y lo vio ahí tranquilo, revisando su reloj de marca.

jungkook realmente no tenía la intención de notar todo lo que taehyung usaba, pero no podía evitarlo.

—eres rápido.

el castaño se levantó del sillón y caminó hacia él. jungkook se sintió temblar, hasta que el leve olor a flores llegó a su nariz.

no podía ser este taehyung.

—¿no has dormido bien?

—no... no he podido.

se le hacía difícil responder, se sentía extraño todo.

—trata de hacerlo.

habló y caminó hasta la entrada, colocándose sus zapatos, jungkook hizo lo mismo y no tardaron en salir.

y cayó en cuenta de nuevo, taehyung y él saldrían juntos.

su corazón se encogió e inevitablemente una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—avanza, distraído.

ignoró el apodo y caminó detrás del mayor, bajando las escaleras juntos y saliendo del edificio juntos.

vio un auto justo al frente y taehyung le hizo una señal indicando que subiera, jungkook no tardó en obedecer y subir, sentándose en el asiento copiloto, otra vez sintiéndose todo tan irreal.

—bien... ¿quieres comer algo en especial, jeon?

—kimbap.

—kimbap...

taehyung claramente esperaba algo más.

pero jungkook no tenía idea de qué más pedir.

—será solo kimbap entonces.

—sí.

y empezó a manejar.

jungkook se dedicó a jugar con sus dedos, mirando por la ventana de vez en cuando, sonriendo al ver a cualquier perro andar en la calle con su dueño, observando los demás edificios, distintas personas, parejas, omegas y alfas.

no quería pensar en mucho ahora, porque se sentía extrañamente tranquilo.

no había presión, desagrado, incomodidad.

solo estaba él y su mejor amigo de la secundaria pasando tiempo juntos.

—tae.

—dime.

tuvo miedo de decir algo de repente.

—nada.

así que solo se quedó callado.

taehyung lo observó por unos segundos y soltó una pequeña risa, antes de presionar un botón y hacer que la ventana del auto baje.

jungkook sonrió y pudo sentir el viento fresco chocar con su rostro, ¿después de cuánto tiempo? era tanto...

su corazón se encogía cada vez más y sus ojos se cristalizaron un poco.

no recordaba ser tan sensible ante cosas tan pequeñas, pero era imposible no serlo porque pensó que nunca más podría vivir algo así.

pero ahí estaba.

sintiéndose libre por primera vez en tanto tiempo.

sabía que no iría a durar tanto, pero ahora lo aprovecharía tanto como pudiera.

haría feliz al fantasma de su lobo, al menos por unos minutos, por unas horas, por un día.

lo haría respirar con tranquilidad y sin culpa.

aunque luego volviera a lo mismo.




delta   𑁍  ꒰taekook꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora