CAPÍTULOS 122
Ye Shaohua acaba de morir, lo que significa que el nuevo fantasma no tenía experiencia. Entonces, probemos todos los trucos de fantasmas: incendios, cubriendo los ojos, perdidos y atrapados, ¡y prensas de fantasmas! Ye organizó un grup...
"Sima Li, ¿qué viento dibujaste?" Ye Shaohua bostezó con un nido de gallinas en la cabeza. Vio a Sima Li en cuclillas en la puerta de la casa de Bai Qi Feng quemando cosas temprano por la mañana. Bai Qi Feng tenía que ir a la empresa. De lo contrario, vería que ese tipo era tan tortuoso fuera de su casa y tendría que matarlo a cuchilladas.
"¡No me vi quemando dinero para ti!" Sima Li pretendió levantarse e irse. Ye Shaohua lo detuvo rápidamente.
En ese momento, Ye Shaohua recordó de repente algo importante y agarró la mano de Sima Li para explicárselo.
"¡Sima Li, tienes que creerme!" Yo no te hice daño. ¿Todavía recuerdas a Li Su de la Secta Sombra Roja? Él puede disfrazarse... "
"Lo sé", dijo Ye Shaohua antes de que pudiera terminar de explicar. La reputación de Li Su en el Mundo de los Cultivos también era muy mala. ¿Cómo podía no conocer a esta persona?
"Es que Li Su se hizo pasar por ti y me pegó. Sólo quiero pegarte para descargar mi ira."
La boca de Ye Shaohua se crispó. Esta razón le hizo incapaz de refutarla. Cogió con rabia un puñado de papel moneda y lo arrojó al brasero. Sima Li sonrió y siguió la quema, así que los dos empezaron a arder frente a la casa de Bai Qi Feng. El ama de llaves observaba desde lejos.
Ye Shaohua se quejó mientras contaba el dinero.
"Sigues siendo considerado. Bai Qi Feng me trajo durante tanto tiempo y no me quemó papel moneda."
Sima Li puso cara de desdén, "¡Pfft!" Tienes el apoyo de ese tipo. ¿Te preocupa no tener dinero para gastar?
"¡Entonces todavía tengo que ahorrar algo de dinero para mi finca privada!" Si no, ¿cómo voy a casarme con mi mujer?
Ye Shaohua recogió las monedas oscuras del suelo, su mano casi incapaz de cogerlas.
"¡Yin Qi!" Tan pronto como Sima Li terminó, una sombra negra se precipitó y arrebató todo el dinero de la mano de Ye Shaohua.
"¡Gamberro!" ¡Alto ahí!
Ye Shaohua se apresuró a perseguirlo. Sima Li sacó su espada, entonó la Insignia de Persecución de Almas y lanzó la espada. La espada persiguió de cerca el trasero del pequeño fantasma y estaba a punto de atravesarlo. De repente, un antiguo abanico plegable lo bloqueó.
Una fragancia se acercó y pétalos de ciruela rojo sangre flotaron uno tras otro. Una mujer de pelo largo vestida con un qipao rojo aterrizó suavemente en el suelo con un paraguas de aceite.
Sosteniendo un abanico plegable con Zhu Dan en la boca, piel blanca como el jade, cejas de sauce, ojos de fénix, el bello rostro era realmente encantador, ni humano ni demonio, ni hada ni fantasma.
El pequeño fantasma entregó el dinero a la mujer. Ella sonrió y cogió el montón de monedas oscuras. Abrió el abanico plegable y lo agitó de nuevo, haciendo que el alma del pequeño fantasma se disipara.
"¿Qué? Hoy hace buen tiempo. Es mejor que hagamos ejercicio temprano. Corramos hacia allí."
Ye Shaohua tiró de Sima Li para volver corriendo, pero el largo pelo de la mujer los detuvo. Sima Li cogió de nuevo la espada que había lanzado y voló para atacar a la mujer.
Cuando la mujer vio que Sima Li se habia acercado, no lo evito. Abanicó suavemente el abanico plegable sin cambiar de expresión y sonrió extrañada.
La mujer estaba a salvo, pero Sima Li salió volando por los aires y escupió una bocanada de sangre.
"Coff, coff, coff..."
Ye Shaohua se apresuró a ayudarlo, pero cuando lo tocó, había sangre en su mano. Se quedó mirando el pecho de Sima Li.
¿Quién iba a pensar que Sima Li sufriría una reacción violenta? ¿Quién era esta mujer?
"¡¿Quién eres?!"
La mujer sonrió sin contestar. Su sonrisa era tan suave como una campana de plata. Agitó su abanico y un trozo de hierro salió volando. El trozo de hierro se insertó hasta la mitad en el suelo. Cuando Ye Shaohua levantó la cabeza, la mujer ya se había ido.
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