criminal › kookmin.

cap 10

Llegó a su casa y dejó su teléfono sobre una mesa, saludó a su madre y se dispuso a almorzar. Había pasado una mañana tranquila aunque la mayor parte del tiempo se la había pasado estornudando por el frío que estaba haciendo, esperaba no contraer una alergia porque su cuerpo era muy débil ante estas.

Una vez había terminado se dirigió a su habitación y tomó su teléfono para mandarle un mensaje a su hyung de que ya había llegado a casa, pero se sorprendió al ver que éste le había enviado ya un mensaje.

Kook hyung.

Mocoso, contesta que necesito hablar contigo.

09:34 a.m.
✓✓

Abrió sus ojos y mostró sus dientes en señal de nervios, no entendía porqué pero se sentía nervioso al ver ese mensaje. Tomó valentía y respondió.

El mocoso.

Hola hyung ¿De qué quiere hablar conmigo?

03:45 p.m.
✓✓

Kook hyung.

Es un tema delicado. Pero...quiero saber si es
verdad que tu novio murió.

03:46 p.m.
✓✓

Apenas vio el mensaje sus ojos se aguaron ¿Por qué le preguntaba eso? Si sabía perfectamente que era verdad, todo lo acontecido lo atormentaba y él se tomaba el descaro de dudar de su palabra.

El mocoso.

¿Por qué me pregunta eso? Si sabe que yo no
le mentí, me duele que me haga esa pregunta
cuando la herida no da indicios de cicatrizar.

03:47 p.m.
✓✓

Kook hyung.

Pues lo siento, pero me haces dudar cuando
te tratas con ese tipo como si fueras su novio.

03:47 p.m.
✓✓

Abrió sus ojos como platos ¿A qué tipo se refería? No podía referirse a Mark ¿O si? Le estaba empezando a dar miedo.

El mocoso.

¿Me estaba espiando? Si es así, déjeme decirle
que eso no me gusta para nada. Además,
Mark es mi mejor amigo y nos tratamos
así desde que éramos muy pequeños.

03:48 p.m.
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Kook hyung.

¿Con que Mark eh?

03:48 p.m.
✓✓

Y justo en ese momento se percató de lo que había hecho.

•••

Se encontraba volviendo a su casa después de haber hecho las compras, en cada mano llevaba dos bolsas con comida para la cena. Se distrajo tarareando una canción, tanto que no se dió cuenta de que dos hombres lo estaban siguiendo.

Dobló en la esquina pero antes de que pudiera dar dos pasos, sintió como unos brazos rodeaban su cuerpo y tapaban su boca. Quería gritar y luchaba por zafarse, pero no fue suficiente, su vista se fue nublando poco a poco y todo se volvió completamente negro.

[...]

Despertó en un lugar totalmente desconocido para él, abrió sus ojos asustado y trató de levantarse pero se dió cuenta de que sus manos estaban atadas con unas correas a la silla, junto con su pecho y piernas. Empezó a gritar para que alguien lo escuchara pero nadie venía, su corazón empezó a latir rápidamente y sentía como el aire abandonaba sus pulmones, tenía miedo de morir, no sabía por qué lo habían secuestrado, no recordaba haber hecha nada malo.