— Mi Pequeña Sawyer, aunque ahora no tan pequeña — recitaba mis votos en la iglesia frente a ti, tomados de la mano; no puedo estar más feliz.
— ¿Me estás diciendo vieja? — me interrumpiste bromeando, yo no pude evitar reír; el sacerdote aclaró su garganta recordándonos que nuestras familias estaban presentes.
— Lo siento, perdón, ehmm... prometo ser para ti más que tú amor, prometo ser para ti más que un amigo, prometo ser la respuesta a tú llamado, para lo que necesites, ahí estaré sin dudarlo ni por un segundo; prometo jamás olvidar que esto es por siempre y para siempre, prometo que no importa lo que pase, nuestro amor siempre me guiara devuelta a ti, atráeme a ti una y otra vez como un imán y no me sueltes jamás porque solo en tus brazos prometo descansar — hablé desde el fondo de mi corazón, tú me miraste con tu rostro iluminado y sin poder ocultar tus mejillas sonrojadas y tus ojos cristalizados; pestañeaste varias veces y sacudiste tu rostro preparándote para recitar tus votos.
— Prometo prepararte el café más delicioso del mundo, bien cargado y bien caliente, como te gusta — iniciaste haciéndome reír, pero lo más gracioso es que solo tú y yo nos entendemos. — Prometo, siempre volar en aquel cielo azul de tus ojos en dónde soy libre de ser yo misma, prometo siempre seguirte a donde vayas sin importar que... prometo atraerte a mí una y otra vez como un imán y prometo que mis manos estarán abiertas siempre a ti para que en ellas puedas descansar — finalizaste dejándome fascinado por tus palabras, me sonreíste y guiñaste un ojo provocando en mí una sensación de felicidad y paz que estoy muy seguro, duraran toda la vida.
[...]
Después de la ceremonia y la recepción, después de celebrar con nuestra familia; yo con mi traje formal y tú con el vestido de novia perfecto, fuimos a la cafetería de siempre, donde nuestra loca historia inició, donde por primera vez sentí el glorioso sabor de tus labios.
— Un café bien cargado y bien caliente, por favor — dijimos al mismo tiempo haciendo el pedido amablemente, con nuestras manos tomadas y nuestros dedos entrelazados.
Y un rato después disfrutábamos de nuestro primer café como esposos; el primero, pero definitivamente no el último.
ESTÁS LEYENDO
DE VUELTA A TI
RomanceKristen y Dylan se conocen de toda la vida ya que él es el mejor amigo de su hermano mayor. Sin importar que, Dylan siempre ha sido el auxilio de Kristen, siempre ha estado ahí para ella y en todos sus cumpleaños, hasta que no asistió a su cumpleañ...