EL DULCE AMOR DEL MULTIMILLONARIO.

Capitulo 26.

Taehyung tenía cerrado sus ojos y estaba acostado sobre el cálido pecho de Jungkook, mientras sus dedos jugaban con el collar que temía puesto en su clavícula. El diamante incrustado en el colgante estaba tallado en la forma de una exquisita estrella fugaz.

Exquisito, noble, elegante.

Era hermoso

Las pupilas de Taehyung brillaban como la luna. Al parecer, amaba mucho el collar y sus ojos no ocultaron su afición.

Para Jungkook, ver que sus ojos brillaban por su regalo lo puso feliz. Paso una mano alrededor del cuerpo que estaba sobre su pecho e inclinó su cabeza para besarlo con suavidad.

Admirar sus lunares, que eran tan lindos ante sus ojos, hicieron que su sonrisa se viera dulce. Incapaz de evitarlo, le dio un besito en cada uno de sus lunares. Estaba enamorado de cada uno de ellos.

Taehyung era hermoso y seductor. Simplemente no podía tener suficiente de él.

El pelicastaño no tenía idea que el hombre a su lado estaba excitado de nuevo. Tampoco sabía que este lo amaba tanto, que luchó consigo mismo para reprimir sus deseos.

Taehyung levantó la vista y sonrió dulcemente.

─ Jeon Jungkook, quiero hacerte una pregunta.

─ Jungkook.

─ ¿Qué?

Mirando su desorientada cara, Jungkook levantó la mano para acariciar su nariz y se echó a reír.

─ Pequeño tonto, no necesitas seguir llamándome por mi nombre completo. Puedes llamarme como tú quieras, no sigamos siendo formarles entre nosotros.

Sus palabras le aclararon su intención. Ocasionando un sonrojo en Taehyung, quien tomó en cuenta sus palabras.

─ ¿Jungkookie? ¿Kook? ¿Kookie?

Taehyung solo pronunció estas palabras, pero Jungkook casi se derritió. Eran simples pero completamente letales. Una corriente eléctrica parecía extenderse por todo su cuerpo.

El hecho de que lo llamara por esos apodos implicaba que Taehyung era su persona más íntima. Le gustó cómo lo llamaba. Por lo tanto, plantó un beso en sus labios

─ Repítelo.

─ Jungkookie...

─ Haz un poco más suave tu voz.

─ Kookie...

El nombrado estaba satisfecho y lo recompensó con un beso apasionado. La punta de su lengua vagaba por la forma de sus labios.

Taehyung protestó coquetamente empujándolo.

─ Oye. ¿Por qué estás haciendo esto?

─ ¿Por qué no?

─ Tengo una pregunta que hacerte.

─ Podemos hablar más tarde.

Jungkook no tenía intenciones de preocuparse por otras cosas. Solo quería disfrutarlo hasta que estuviera satisfecho.

Taehyung vio cómo estaba actuando de nuevo y extendió la mano para bloquear sus labios.

─ ¿Puedo ver a Soobin en el futuro? ─ Murmuró, con los nervios y las súplicas escritas claramente en su rostro.

Era muy aficionado al niño. La última vez que lo vio, fue en el parque de diversiones. A pesar de que estuvieron separados durante siete años, solo bastó una reunión para que Taehyung se sintiera muy unido a su hijo.

Estaban conectados de corazón.

En esos siete años, ni una sola vez había visto a este niño, pero su amor por él no había disminuido ni por un momento. Ese día, cuando Soobin se quejó de su padre, su corazón se rompió en fragmentos.