EL DULCE AMOR DEL MULTIMILLONARIO.

Capitulo 75

En una azotea con luces de neón.

Taehyung estaba metiendo un mechón de cabello detrás de las orejas mientras se apoyaba en la barandilla cuando su esposo lo abrazó por detrás y acomodó la barbilla en la curva de su cuello. Luego arrulló suavemente.

─ ¿Qué tienes en mente?

El dejó escapar una risita, luego frunció los labios y respondió tímidamente.

─ Yo-yo encuentro todo lo que ha sucedido hoy algo surrealista ...

─ ¿Surrealista?

─ Sí... ─ Sus pestañas cayeron en ese punto. ─ Sentí desesperación y luego esperanza, habiendo ido al cielo desde el infierno en un instante. Lo repentino de todo me hizo sentir algo abrumado.

─ ¿Desesperación? ─ El hombre arqueó una ceja en aparente incomprensión, luego giró al doncel y lo obligó a mirarlo a los ojos. ─ ¿Por qué te sentirías así?

─ Antes de que vinieras, los reporteros eran como una horda loca que quería tragarme vivo. Están tratando de preparar una revelación ardiente sobre mí. ¡Estaba completamente desesperado en ese momento! ─ Después de una pausa, arqueó ligeramente los labios hacia arriba. Sus ojos se suavizaron mientras continuaba. ─ Y luego llegaste, junto con nuestros hijos, como Dios descendiendo a la Tierra y declaraste abiertamente nuestra relación con el público. Estaba algo aturdido y... ─ Sus palabras se fueron apagando mientras reflexionaba sobre qué decir a continuación, pero al darse cuenta de que se estaba comportando de una manera afectada, suspiró y habló. ─ ¿Sabes qué? Hubo muchos momentos en los que me sentí increíblemente bendecido esta noche, así que no pude evitar preocuparme de que Dios pudiera verme como una monstruosidad y desterrarme de regreso al infierno.

─ ¿Confías tanto en lo desconocido? ─ Jungkook entrecerró los ojos. ─ Incluso le diste el nombre de Yeonjun; ¿Qué tan supersticioso eres?

─ Eso es porque todos los humanos nacen diferentes ─ replicó con un puchero indiferente. ─ No estoy siendo supersticioso; es solo que el destino realmente funciona de formas tan misteriosas que no puedo evitar creer en él.

─ ¡Eres tan tonto! ─ Por resignación e indulgencia, el hombre le dio un beso en la frente. ─ De aquí en adelante, simplemente depositen su fe en mí. No es necesario que creas en el cielo.

─ ¡Bueno, Dios gobierna el mundo! ¿Quieres reemplazarlo? ¡Ja! ¡Qué gran ambición tienes! ─ A pesar de que parecía estar reprendiendo a su esposo, en realidad se estaba riendo por dentro.

─ ¡No tengo ambiciones tan grandes! Todo lo que quiero... ─ El hombre dejó sus palabras colgando mientras lo miraba largamente. Una sonrisa malvada floreció en su rostro, luego se inclinó cerca de el hasta el punto en que sus narices se tocaron y continuaron hablando. ─ Es gobernar sobre ti.

Terminó su declaración colocando sus labios contra los de el doncel, cálidos pero suaves, que tenían una atracción tan magnética que casi lo volvieron loco. No podía dejar de besarlo; su lengua separó sus labios y se sumergió en su cavidad oral, reclamando y provocando más besos de él.

Por desgracia, incluso en un momento tan tranquilo y romántico como este, siempre habría algunas personas sin tacto que no sabían nada mejor que alterar el estado de ánimo.

Crackle

El crepitar de las bengalas se podía escuchar desde lejos.

─ ¡Papi! ¡Papá!

La ingenua voz de su hijo mayor flotó, sorprendiendo al doncel para que apartara a su marido. Luego vio a los dos gemelos agitando bengalas en el aire mientras corrían hacia la azotea.