Capitulo 7

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Como ya era costumbre de Earth <<Al menos en las últimas cuarenta y
ocho horas>> Deseaba correr. Correr muy lejos y esconderse. Apenas habían
transcurrido menos de veinticuatro horas que había vuelto a encontrarse con
Kao Noppakao después de varios años y ya estaba mentalmente y
físicamente exhausto, no quería ni imaginar de como seria su vida por los
siguientes dos años. Después de que Kao se marchara esa mañana,
Earth se había quedado en la cama, pero después no quiso que Elena
pensara que era un holgazán, se levantó, arregló la recamara y se quedo sin
nada que hacer, el desayuno le fue preparado por Elena y Warren se ofreció a
llevarlo de compras. Por orden de Kao. ¿esa seria su vida ahora? Kao
ordenaba y el obedecería. Tal vez podría soportarlo, al menos no tenía opción
en ello, como no tenía opción en soportar a los amigos de Kao. Por la
tarde había llegado Kao acompañado de Saint Suppapong , trabajaron un
buen rato en su despacho hasta que llego la hora de la cena y si ayer había
tenido la impresión de que el abogado no lo toleraba, hoy le quedaba mas que
claro. El hombre era cortes con Earth. <<Cortes, frio y distante>>. El
hombre lo odiaba y Earth temía que la razón era que esos dos, eran o fueron
amantes. Porque la cercanía y la complicidad de ambos hombres era obvia
para cualquiera, durante su tiempo en el instituto y la universidad, Earth
había sido testigo de que Kao no era el típico hombre que hiciera amigos
fácilmente, Kao siempre tuvo compañeros de clases, compañeros de equipo o
compañeros de trabajo, nunca amigos. Incluso su compañero de habitación
durante la universidad en una ocasión le comentó que era muy complicado
vencer las barreras de Kao, ya que él era reservado y no muy sociable,
además de que Kao siempre exigía demasiado de las personas que lo
rodeaban.
Pero al parecer eso había cambiado con los años, Kao y Saint parecían
llevarse bien. Bastante bien en realidad. ¿debería de preocuparse por eso?
Frunció el ceño, lo que Kao hiciera o no hiciera con su abogado no era su
asunto, en el acuerdo prenupcial no había ninguna cláusula que dijera que
serían fieles.
Kao parecía ajeno a la incomodidad de Earth y al desagrado de
Saint por él. Habían llegado con la intención de revisar unos asuntos
pendientes y simplemente fue natural suponer que el hombre se quedaría a
cenar, debería de estar agradecido porque no se quedaría a solas con
Kao, pero no lo estaba. El abogado no le agradaba nada. Lo hacía sentir
incomodo y fuera de lugar, el hombre era elegante, estaba cómodo en la casa
de Kao, lo que no era fácil Earth.
Muchos años atrás Earth dejo de ser refinado o de preocuparse por los
modales y las apariencias, no las necesitaba en su nueva realidad, y ahora en
ese momento con esos dos hombres no podía dejar de sentirse intimidado.
Jamás había sentido su autoestima tan pequeña como en ese momento. Intento
recordar todo el daño que pudo haberle causado a Kao para que
decidiera vengarse de él de esa manera. ¿Por qué él? ¿Por qué no Saint? O
cualquier otro, viéndolos conversar desde el sofá, Earth se daba cuenta que
ambos hombres se llevaban muy bien. Saint era elegante, refinado, culto,
apuesto. Seria mejor pareja para Kao que Earth.
Antes de que Elena anunciara que la cena estaba lista, Kao fue a
buscar una nueva botella de vino, los tres minutos que tardo en ir a buscarla,
Saint y Earth se quedaron en el salón sin saber que hacer. Earth en el
sofá de una sola plaza y Saint junto a la chimenea artificial. El silencio fue
algo incomodo
—¿Está casado señor, Suppapong? —preguntó Earth, ni siquiera supo que
lo impulso a hacerlo. No tenía por qué ser cortes con el hombre y no era una
pregunta de cortesía, estaba intentando averiguar que terreno estaba pisando.
—No lo estoy, desgraciadamente no todos tenemos la suerte de encontrar a
la persona adecuada —fue toda la respuesta del abogado antes de que
Kao regresara.
—¿De que hablaban? —preguntó Kao destapando la botella y
sirviéndole vino primero a Earth.
—De lo maravilloso que es el matrimonio —dijo Earth con sarcasmo
esperando que Kao terminara de rellenar su copa. Deicidio disfrutar del
vino.
—Ya veo —comentó Kao mirándolo intensamente, sus ojos lo estaban
severamente reprendiendo por sus palabras sarcásticas, Earth no le importó,
se llevó la copa a los labios.
—Efectivamente —dijo Saint acercándose para que Kao le sirviera
más vino —Debe ser maravilloso el matrimonio, es el sueño de todo hombre,
una casa llena de niñas, dos perros y un gato —Earth se atragantó y escupió
de golpe todo el vino que tenía en la boca, empapando a Kao y su camisa
blanca. Al ver lo que había hecho, se asustó y soltó la copa, que se rompió en
mil pedazos al chocar contra el suelo manchando el sofá, la alfombra, los
pantalones de Kao y todo el suelo de madera roble. Kao se limpió la
cara y la camisa mientras maldecía en voz alta. Muy alta. Earth saltó del
sofá, se arrodilló y empezó a recoger los trozos de cristal roto.
—Déjalo —Escucho la voz de Kao, pero él siguió recogiendo, con
lágrimas en los ojos. ¿Por qué? ¿Por qué Kao le había contado a Saint
sobre sus sueños? ¿Cuántos mas de sus recuerdos pisarían estos hombres?
—¡Que lo dejes! —repitió Kao más fuerte, Earth se pasó los trozos
de cristal de una mano a otra y siguió con su tarea. Parecía un cachorro
arrastrándose patéticamente por el suelo con una pata herida.
—¡Para! ¡Por el amor de Dios, Earth, para! Te vas a cortar. —
Kao se escuchaba estaba furioso, y Earth no entendía porque, ya que el
único que debería de sentirse traicionado aquí era él. ¿Cuántos de los bellos
momentos que vivió con Kao sirvieron para que Saint se burlara?
Agarrándolo por los hombros, Kao lo levantó y lo obligó a soltar los
trozos de cristal en un cuenco con hojas y frutos secos que había sobre la
mesilla de café, antes de conducirlo hasta el cuarto de baño cerca del estudio.
En ningún momento Earth miró a Saint. No podía hacerlo, se sentía tan
humillado.
—Siéntate —le ordenó. él se sentó en la taza del váter.
—Yo....
—Enséñame las manos —Entre las manchas de vino, Earth distinguió
algunas gotas de sangre y alguna esquirla de cristal clavada en la palma.
Arrugo la cara, se veía muy mal, aunque no sentía ningún dolor, debería ser a
causa del sentimiento de humillación. Sin darse cuenta comenzó a llorar.
Kao Maldijo varias veces al ver las heridas de su mano, inmediatamente
saco un botiquín de uno de los estantes del baño
—No se te da muy bien escuchar, ¿no? —Earth parpadeó, lamentando
no poder secarse las lágrimas de las mejillas con las manos. —Y tampoco
obedecer.
—Estoy bien —susurró, limpiándose las lagrimas con el dorso del brazo,
intento levantarse, enjuagaría las heridas en el grifo del agua, después correría
a su habitación y no saldría de nuevo hasta el día que tuviera que decir
"Acepto" al juez.
—Te he dicho que te sientes —Kao lo empujo para que volviera a
sentarse, eso no lo sorprendió, al menos no tanto como el hecho de que
Kao se inclinó sobre él, y le secó las lágrimas con los dedos con
delicadeza. En cuanto lo rozó, notó un estremecimiento y la sensación de que
su piel le resultaba familiar. Por un instante fue transportado a varios años
atrás, a cientos de noches donde Kao lo consolaba...
Lo mimaba...
Lo amaba...
Pero ya no era el caso. Aun así. Kao le limpio las lágrimas con mucho
cuidado, casi cariñosamente y cuando le hubo secado las lágrimas, le sujetó la
cara entre las manos y le levantó el rostro hacia él. Durante largos segundos se
observaron a los ojos, Earth tuvo la impresión de que Kao quería
decirle algo, pero no lo hizo. Cuando liberó su rostro, se apartó rápidamente y
empezó a limpiarle las heridas.
—Gracias —murmuró Earth, agradeciéndole el cuidado con que estaba
retirando los trocitos de cristal. utilizó unas pinzas y no dejó ni un milímetro
de piel sin examinar.
—Tienes que aprender a tener más cuidado —Cuando se dio por
satisfecho con el resultado, echó yodo en una borra de algodón. —Esto te va a
doler un poco —Earth permaneció inmóvil e intento ser valiente, no era
muy bueno soportando el dolor. —Ya está —dijo Kao malhumorado,
limpiándole los últimos restos de sangre—. Curado.
—Siento haber roto la copa, la repondré mañana—Dijo mientras miraba a
Kao guardar las cosas en el botiquín. Él hizo un gesto con la mano,
quitándole importancia.
—No tiene importancia, tenemos muchas copas de sobra—Kao
podría permitirse perder toda una docena de copas sin que resultara mucho
problema, eso estaba claro, pero no era el punto. Aun así, Earth estaba aun
avergonzado.
—Lavare tu camisa por lo menos —insistió. Kao bajo la mirada hacia
su ropa, dándose cuenta por primera vez que su camisa blanca y costosa estaba
irremediablemente inservible, ni el mejor detergente o la tintorería más
prestigiosa podría quitar esa mancha.
—Olvídalo, no importa —Kao lo miró por sobre el hombro —
Adelántate al comedor, iré a cambiarme la camisa —Earth estuvo a un
instante de protestar, no quería cenar, mucho menos hacerlo con Saint, pero
Kao no le dio oportunidad a negarse, salió del baño dejándolo solo.
Earth suspiró, quería irse a su habitación, pero no quería que Saint pensara
que estaba huyendo.
En el cuarto de baño se tardo mas de lo necesario. Recordó el tiempo en el
que él tenia la seguridad en si mismo de enfrentarse a quien fuera, jamás le
importó lo que los demás pensaran de él, ni mucho menos se deprimía por
cualquier cosa. Ahora mismo su autoestima y su amor propio estaba
escasamente en su sistema.
Cuando al fin consiguió el valor para salir del baño, se encaminó hacia el
comedor, pero se detuvo al ver que Kao y Saint seguían en la sala de
estar, estaban uno frente al otro, ni demasiado cerca ni demasiado lejos, ambos
se miraban intensamente, al primer vistazo cualquiera diría que era un
encuentro apasionado de miradas entre dos amantes, pero viéndolo mas
atentamente Earth se dio cuenta que en realidad ambos hombres parecían
furiosos el uno con el otro. Pero no entendió por qué y tampoco intento
averiguarlo. No era su asunto. En ocasiones la mejor estrategia era la retirada.
Así que decidió seguir su camino hacia la cocina, pediría a Elena un té.
El resto del lunes y el martes, fueron casi la misma rutina, Kao
mayormente trabajaba todo el día con el pretexto de dejar todo listo para irse
de viaje, Earth intuía que Kao hacia eso para evitar mayores
confrontaciones hasta el día de la boda, le estaba dando extrañamente ese
tiempo para que se adaptara al cambio, le hacía llamadas durante el día y le
aseguraba que cenarían juntos, Earth simplemente evitaba al hombre
yéndose a dormir lo más pronto posible. ¿cobardía? Seguramente si, estaba
inútilmente aplazando el momento de su sentencia el mayor tiempo posible.
Era una estupidez, lo sabía, pero mientras pudiera correr, lo haría. No era que
sus distracciones pudieran detener de cualquier forma a Kao para avanzar
en su cama. Pero durante esos tres días, no lo había hecho. Dormían en la
misma cama, pero Kao no había intentado nada más.
En esos dos días se dedicó a vagar por la ciudad haciendo compras, él no
deseaba comprar nada, pero Warren siempre tenía una lista en la mañana con
las cosas que tenían que hacer, prácticamente eran ordenes silenciosas de
Kao ya que sabía con anticipación que Earth no movería ni un solo
dedo para preparar su dichosa boda.
Además de eso, Earth había ido a su trabajo a presentar su renuncia, se
había reunido con Samantha para desayunar y le había contado sobre su
inminente matrimonio. Él no era buen mentiroso, pero trato de ocultar las
partes feas, no le conto que estaba siendo obligado a esto, pero su amiga era
muy intuitiva y le dijo que algo le parecía mal en todo eso. Earth trato de
tranquilizarla y decirle que solamente eran nervios y dudas normales, ya que
ellos habían tenido una relación en el pasado y habían terminado y ahora que
lo volvían a intentar no sabía cómo resultaría. Ella no le creyó del todo, pero
se tranquilizó. Earth la invito a la ceremonia y sería la única invitada de su
parte. Ni su hermano ni su padre estarían presentes.
Otro de los problemas que había tenido esos días, fue que recibió una
llamada de su hermano a la casa de Kao, el ama de llaves fue quien
contesto y le informo que Earth no se encontraba a pesar de que él estaba
justo enfrente de ella en la cocina tomándose una taza de té. Su hermano estaba
tan furioso y gritaba tanto que Earth alcanzo a escuchar alguna de las cosas
que dijo por teléfono. Lo llamó mal hermano, un hipócrita, que después de
que había conseguido este valioso trato para que él estuviera mejor, Earth
le había dado la espalda. Que Kao era un mentiroso de mierda, y que no
pago el dinero que había prometido por conseguirle el culo de Earth.
Según la mente retorcida de su hermano, gracias a él, ahora Earth era
rico y él merecía una recompensa por todo esto. Earth debería de estarle
agradecido, rio irónicamente, era verdad que por ellos estaba metido en este
lio, pero deberían de pensar que todo era gracias a que estaban en la ruina y él
se estaba vendiendo para salvarlos a ellos. Pero claro. No se podía razonar
con su familia, jamás pudo.
También habían llamado de la residencia donde su padre había sido
trasladado, le informó la encargada que su padre quería verlo. Pero Earth
no, así que le dijo a la enfermera a cargo de los cuidados de su padre que en
cuanto tuviera tiempo iría. Pero no lo haría.
—¿Tiene mucho tiempo de conocer a Kao? —preguntó Earth al
abogado, el martes por mañana Kao le había llamado y le había dicho que
tenía que pasar al despacho de Saint a firmar la licencia de matrimonio para
el día de mañana y tenia que ir a un laboratorio clínico para la realización de
los análisis médicos que el Estado pedía para el matrimonio. Cuando vio a
Saint esa mañana, temió que el hombre sacara a relucir el incidente que había
ocurrido con el vino, pero el hombre no dijo nada, se limito a tratarlo con
profesionalidad, lo cual era aun mas inquietante.
—Algún tiempo —contesto el hombre al mismo tiempo que le entregaba
unos documentos más para que también los firmará —Yo era nuevo en esta
firma de abogados cuando él irrumpió en mi puerta y me convenció de creer en
él y sus planes de inversión —Saint se encogió de hombros —No muchos le
habían tomado en serio, era joven y apenas y tenía lo suficiente para comenzar
su negocio.
—Pero a usted lo convenció —Saint rio como si hubiera recodado algo.
—Había algo en él que me hizo creerle, estaba convencido de que lograría
cumplir lo que se proponía, al parecer tenía una buena razón para tener éxito.
—¿Cuál razón?
—No lo sé —contesto el abogado mirándolo fijamente —Pero fuera lo que
fuera lo que lo impulso a arriesgarse, funciono, le demostró a todos que él era
capaz de lograr lo que se propusiera, nunca me he arrepentido de haberle dado
el beneficio de la duda —Earth estudio al abogado, él hombre no podía ser
mayor que él, era joven, pero a pesar de su juventud, era fácil darse cuenta que
era un buen profesional, su despacho era elegante y era el jefe de la firma. Si
era verdad lo que le estaba contando, no solo el imperio de Kao fue
creciendo, también Saint fue beneficiándose. ¿Habrían trabajado juntos al
margen de la legalidad? O ¿actuado ilegalmente como había afirmado su padre
que Kao era un ladrón embaucador? Que Kao Noppakao hubiera
alcanzado la cima del éxito no era un hecho desdeñable.
—Tú no estas de acuerdo con esto que Kao está haciendo ¿cierto? —
Earth no necesitaba una afirmación, tampoco era que quisiera tener esta
confrontación con este abogado.
—No te preocupes —dijo Saint desviando la mirada hacia su ordenador
—Él jamás ha hecho caso de los concejos que le doy —Esa afirmación no le
sorprendió, estaba claro que Saint intento convencer a Kao de no casarse
y no hacer nada esto. La pregunta era ¿Por qué? Sin un acuerdo verbal, ambos
dejaron la conversación de lado, Earth tenia millones de preguntas, pero
por su propia seguridad mental, mejor decidió no hacerlas. Saint entro en su
papel de abogado y se dedicó llanamente a explicarle lo que tenía que
explicarle.
Para mal gusto de Earth, el miércoles llego demasiado rápido, el juez
que presidió la ceremonia, no tenía personalidad alguna y la voz del hombre,
al pronunciar las palabras acostumbradas, estaban desprovistas de emoción.
Earth se preguntó cuántas veces al día repetiría esas mismas frases. Tal vez
las había memorizado y, lo más seguro, era que debía estar aburrido con un
trabajo tan tedioso.
La ceremonia fue sencilla y en la casa de Kao, hubo pocos asistentes,
la mayoría eran amigos de trabajo y conocidos de Kao, al final su amiga
Samantha y su esposo no habían podido asistir, ya que la ceremonia se realizó
a una hora en la que ambos trabajaban. De la Familia de Kao tampoco
asistió nadie, ya que solo tenía a su abuela y ella en ese momento estaba de
visita en casa de una hermana en España, Kao le aseguró que pronto irían
de visita. El testigo de Kao fue Saint y como Earth no conocía a nadie,
decidió pedirle el favor a Elena, la cual encantada acepto.
Y así de simple, se convirtió Earth Noppakao-Namwirote. Earth se miró la
mano, el anillo de platino que Kao deslizó en su dedo durante la
ceremonia, era ancho, y le pareció que se parecía a un grillete en miniatura.
A pesar de lo informal del acto, Kao habían insistido en que Earth
se vistiera adecuadamente para la ocasión, con un esmoquin color negro, no
podía esperar el momento para arrancarse la pajarita, la maldita cosa lo
estaba asfixiando, con la mirada busco por la sala a su nuevo marido,
Kao estaba cautivador, no había una palabra más adecuada para
describirle. Desde los zapatos hasta el traje de corte impecable, tenía todas
las características de un exitoso hombre de negocios, brindando una imagen de
dinámica masculinidad.
Había muchos invitados a los que fue presentado, uno por uno, por lo que,
al terminar, la sonrisa cortés que logró dibujar en sus labios, se había
convertido en una máscara. La comida fue deliciosa, cada plato era un
exquisito complemento del que le había precedido y, mientras tanto, el
champán fluía sin cesar. No había duda de que era una alegre ocasión.
Ellos constituían el centro de atención y Kao aparentó ser un atento
esposo en todo momento. Nunca se alejó de su lado y si Earth no hubiera
sabido la verdad, se habría sentido cautivado por su sonrisa, por el frecuente
contacto de una mano en su cintura o en su mano. Pero sólo él conocía, además
de Saint, Elena y Warren, el siniestro motivo que ocultaba en ese diabólico
matrimonio. Pasaron las horas, hasta que llegó el momento de partir. Earth
estaba cada vez más nervioso, a pesar del esfuerzo que hacía por no
demostrarlo y no soportaba saber que Kao se daba cuenta de su agitación.
El cinismo que veía en sus ojos, era una burla a su deseo de huir,
asegurándole, en silencio, que no podría hacerlo. Esa noche lo poseería
completamente, con su consentimiento o sin él.
—Es hora de irnos —Earth levanto la cabeza y miró a Kao atreves
del espejo. Acaba de escaparse del salón, pero ni en su recamara Kao le
brindaría dos minutos de paz y tranquilidad.
—Los invitados no se han ido.
—Saint se hará cargo.
—Dices que ese hombre es solo tu abogado, pero para mí que trabaja más
allá de sus funciones, ¿también es tu amante? —si de algo se había dado
cuenta estos días era que el abogado estaba muy unido a Kao, para todo
recurría a él y Saint hacia todo lo que Kao decía sin objetar. Kao lo
miró fijamente antes de dar unos pasos hacia él. Earth se tensó.
—¿A caso este celoso, cariño?
—Yo no te quiero —se apresuró Earth a decir. Comprendió su error
demasiado tarde.
—Ten cuidado, cariño, en una de esas pensare que sigues sintiendo algo
por mi.
—Vete al infierno —Earth intento golpearlo, pero Kao fácilmente
esquivo su golpe, lo atrajo pesadamente contra su cuerpo y cerró sus bocas
juntas. Gimiendo, Earth agarró el pelo de Kao y tiró de él más cerca,
abriendo la boca, ansioso, tan condenadamente ansioso. Dios. Los labios de
Kao estaban calientes y ásperos, sus besos enviaron escalofríos por la
columna vertebral de Earth. Los labios de Kao sabían a resentimiento,
ira y algo primitivo. Era el beso más profundo, más salvaje que había tenido.
Kao le dio un beso como si él lo odiara y lo ansiaba, la boca como un
hierro de marcar, abrasando sus labios y agitando sus sentidos en un frenesí de
deseo embriagador y necesidad. Él quería, necesitaba, los labios de Kao
en todas partes, en todo el cuerpo, que aspiraran en su cuello, sus pezones, su
pene, entre sus mejillas...
Como si hubiera leído sus pensamientos, la boca de Kao se trasladó a
su cuello, mordisqueando y chupando. Earth abrió la boca, los ojos rodando
hacia la parte posterior de su cabeza. Probablemente debería parar a Kao,
nunca había sido fan de la gente que le marcaba, pero no pudo. Su cuerpo se
negaba a obedecer a su cerebro. Earth clavó las uñas romas en la nuca de
Kao.
Escucharon que llamaron a la puerta de la habitación, La boca de Kao
se quedó inmóvil, sus hombros endureciéndose. Se apartó lentamente.
Respirando con dificultad, se miraron el uno al otro. Las pupilas de Kao
estaban tan dilatadas que sus ojos parecían oscuros.
—¿Qué sucede, Warren? —dijo Kao, ¿Cómo sabía que era él?
—El coche está listo, señor —informó Warren a través de la puerta
—En seguida salimos.
—Si señor.
—Ya escuchaste, hora de irnos —Earth tomó una respiración profunda,
calmante. Por lo menos se suponía que era calmante.
—Te odio —susurró—Te odio —repitió con más firmeza.
—No me importa —dijo Kao en voz alta sujetándolo del brazo —El
show debe continuar —dijo arrastrándolo fuera de la habitación

C.U.E (KAOEARTH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora