Cinco meses después...
Han pasado cinco meses desde que Ryan Knight salió de mi vida. Cinco largos, pesados y cansados meses.
Se preguntarán, ¿qué ha pasado en estos cinco meses? Bien, les contaré brevemente lo que ha sucedido.
En primer lugar, el trato con el señor Knight si se hizo, él y mi padre se hicieron más que socios, amigos. Mi madre quiso que me fuera de casa, mi padre la convenció de que no era mi culpa; al final, decidí por mi cuenta irme de casa, mi padre no estuvo de acuerdo, pero debía hacerlo.
Mi padre insistió en que si no vivía en casa, entonces el me compraría una casa, no tuve alternativa y dejé que lo hiciera. Así que, tengo mi propia casa.
Ryan no ha intentado comunicarse, y dudo que quiera hacerlo. Pero ya no pienso tanto en él, hay un chico que me quiere e intenta conquistarme por completo, su nombre es Caleb, y no les niego que comienzo a tener sentimientos por él.
En cuanto a mi mejor amiga, sigue siendo la misma loca estúpida que quiero tanto, me apoya incondicionalmente y me visita la mayoría de las veces que puede. Digamos que prácticamente vive conmigo.
Bueno, ya los puse al tanto.
—¡Kayla, vámonos que es tarde!— gritó Jenna desde su auto
—Ya voy, y cierra la boca. ¡No es fácil cargar una barriga de siete meses todos los días!— grité cerrando la puerta con llave
—Bueno, yo no tengo la culpa de eso.— se defendió divertida y le golpeé el brazo
—Cierra la boca, estúpida.— dije divertida
Todos los días era lo mismo, todos me miraban como si fuese algún fenómeno. Siempre murmuraban al verme con mi barriga, pero me importa poco lo que ellos digan. Aprendí a ignorar sus comentarios estúpidos.
—Ignóralos, Jenna. No me interesa.— le dije mientras caminábamos por el pasillo
—¿Cómo puedes ignorarlos? Son demasiados y es muy molesto.— cuestionó alterada
—Es que no me importa ninguno de ellos, ellos me dan más importancia a mi y lo que hago, que olvidan preocuparse de ellos mismos y lo que deberían de hacer. Yo no les tomo importancia y me preocupo por mi, mi bebé y por los que quiero, es todo.— contesté calmada
—El embarazo te sirvió y ahora eres una chica de 17 años embarazada y sabia, quién lo diría...— dijo divertida y reímos al unísono
—Fue mi peor cumpleaños, sólo vomitaba lo que comía.— dije riendo
—Pero por lo menos no podrás salir en sixteen and pregnant— dijo y volvimos a reír mientras todos seguían observándonos