El camino fue tenso, ninguno hablaba ni se molestaba en hacerlo, era muy incómodo realmente.
Hasta que el auto paró en un parque, y él habló.
--Aquí será bueno hablar. Primero iremos al puesto de helados y después caminaremos o nos sentaremos, ¿te parece?-- cuestionó
--Sí, vamos por el helado.-- contesté y bajamos del auto
Caminamos al puesto y pedimos los helados, también era incómodo esperar el helado sin cruzar palabra, es extraño que esté aquí, ya estaba acostumbrada a no verlo desde aquella pelea.
Una vez que obtuvimos nuestros helados nos sentamos en una banca debajo de un árbol.
--Bueno, te escucho.
Le dije para que comenzara a hablar, ya había esperado bastante como para que no hablara.
--De acuerdo. Iniciaré por disculparme, lamento haber sido tan egoísta y no regresar para arreglar aquella pelea que tuvimos. Siento tanto no haber regresado a pedirte una disculpa. Me arrepiento totalmente de no haber mandado por lo menos un mensaje, de no haber llamado para saber cómo estabas, pero lo que más lamento, es haberte perdido cuando ya estaba ganándome tu confianza, haberte lastimado y por huir como un cobarde de la realidad...-- dijo
Juro que si el helado puediera atorarse en mi garganta ya estaría muerta, jamás pensé que fuera a disculparse.
--Si de disculpas hablamos, yo también siento no haberte dicho lo de la adopción. Y también lamento haberte dado mi confianza en tan poco tiempo. Pero si hay algo de lo que no me arrepiento, es de decidir tener a ésta bella niña que cargo todos los días en lo enorme barriga.-- dije tocándome la barriga con una sonrisa en mi rostro
--¿Es una niña? Siempre pensé que sería niño-- confesó divertido --¿Sigues con la idea de darla en adopción?-- preguntó serio
--Esa idea desapareció de mi mente desde el primer ultrasonido, Ryan. No sabes cuánto deseo ya conocer a ésta hermosa bebé.-- contesté
--¿Y el chico te acepta con la bebé?-- preguntó con su mandíbula tensa, nuevamente
--Se llama Caleb, y ¿podrías dejar de tensarte cuando hablas de él? Es un buen chico, desde que te fuiste él se ha mantenido conmigo, y sí, el me quiere de cualquier manera.-- contesté sonriendo
--Y tu... ya sabes, ¿lo amas como él a ti?-- preguntó
--Siento que comienzo a quererlo, sí. Pero no me es fácil olvidar, Ryan. Cuando te fuiste te quería, y vaya que lo hacía. Pero también me lastimaste y me propuse olvidar el amor que te tenía y al parecer no era correspondido.-- confesé
--Yo sí te quería, te quiero y puedo decir que te amo. A pesar de que no vivimos muchos recuerdos, de que no permanecimos juntos durante mucho tiempo y a pesar de que yo estaba lejos, siempre te quise...-- lo interrumpí
--No. Cállate, ya no hables.-- le pedí
--Necesito decírtelo, necesito que lo sepas.-- dijo
--No sigas, esto duele. Duele saber que pudimos tenerlo todo y no tuvimos nada, que pudimos intentarlo pero no, te fuiste. Y por cobardes, perdimos toda oportunidad que nos brindaba el destino.
Dije, ambos estábamos serios e impacientes a la vez. Sólo era cuestión de unas palabras más para que comenzara a llorar.
--Kayla, aún podemos intentarlo...-- la gota que derramó el vaso
--No, no podemos. Nuestras oportunidades llegaron al límite y yo estoy con alguien, pienso que deberías hacer lo mismo...-- me interrumpió
--Tu sabes muy bien que no lo amas, y sabes también que al que amas es a mi. Tu sientes cariño por él, pero eso no llega ni a la mitad de lo que sientes por mi, niégalo. Dime que es mentira, miénteme y dime que lo amas...-- habló tomándome las manos y viéndome a los ojos