TRES.

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 Todo estaba preparado. Yerim inspeccionó una vez más el salón, adornado con elegancia sin escatimar gastos. La celebración del séptimo aniversario de bodas de su hijo era de gran importancia para ella y su esposo, ya que también planeaban anunciar la llegada del nuevo miembro de la dinastía Kim.

 Yerim se sentía satisfecha de haber logrado todo en un tiempo récord. Había organizado la fiesta, asegurado el contrato del vientre de alquiler y, lo más difícil de todo, había conseguido que Jjong y Taemin proporcionaran el semen necesario. Se sentía como una especie de salvadora de la dinastía familiar Kim, especialmente porque no era del todo ajena a la complicada situación matrimonial que atravesaba su hijo. Sin embargo, ese tema siempre se evitaba. Simplemente, Yerim vio la oportunidad de resolver el problema y lo hizo, con el apoyo emocional y financiero de su esposo Baek.

 Cuando Taemin cruzó la imponente entrada del lugar de lujo, tuvo que hacer un esfuerzo considerable para contener el impulso de huir. Giró lentamente sobre sus talones y se recostó contra el marco de la puerta, cerrando los ojos mientras inhalaba profundamente. —Cálmate, Taemin —se ordenó a sí mismo en un susurro. —¿Qué ganarás escapando como un loco? Ya es demasiado tarde para dar marcha atrás; ahora sólo tienes que aguantar.

Un ligero toque en su hombro lo sacó de sus pensamientos, y Taemin abrió los ojos de golpe. —¡Jonghyun!  —exclamó, sobresaltado. —Me... me has asustado.

—Me pareció extraño verte aquí, apoyado y con los ojos cerrados — respondió Jonghyun con curiosidad.  —¿Te sientes mal?  

—Solo estoy exhausto —contestó Taemin. —Sí, lo sé, yo también estoy igual, mis padres han sido bastante entrometidos. Y...te lo agradezco de verdad —habló Jonghyun, con abierta sinceridad.  

Taemin esbozó una mueca y levantó los hombros diciendo —es lo que hay —luego se alejó para ir hasta la habitación en donde tenía que arreglarse.

 Jonghyun observó a Taemin por unos instantes antes de dirigirse hacia el bar. No podría soportar tanto fingimiento sin algo de alcohol en su sistema. La advertencia de su padre se esfumó con el primer sorbo que calmó su sed.

La fiesta parecía ser un éxito a los ojos de Yerim y Baek, pero las risas forzadas de Taemin y Jonghyun revelaban lo contrario. El matrimonio en declive apenas disimulaba su falta de interés en la alardeada celebración. Para Jonghyun sólo era una oportunidad más para beber ante todos sin ser recriminado, pues tratándose de una fiesta eso no era juzgable. Y para Taemin, todo era una monserga, un absurdo clásico y caduco, digno de sus suegros. 

 Jonghyun estaba tratando de mantenerse a flote frente a la situación, mientras que Taemin sentía que cada minuto descendía más hacia el abismo debido a sus malas decisiones. Nunca supo imponer sus propias desiciones en ese matrimonio erróneo.

Su suegro lo tomó del brazo y lo llevó hacia donde se encontraba una pareja de hombres. —Ven, hijo, quiero que conozcas al arquitecto y al diseñador que se encargarán de tener lista la remodelación de la casa, para cuando llegue mi nieto. —En el camino, Taemin reflexionó. "¡Oh, claro! ¿Cómo no lo pensé? Hasta eso ya tienen planeado los viejos. Seguro el colegio está apartada hasta la universidad".

—Taemin, ellos son el arquitecto Choi Minho y su esposo, el diseñador Choi Kibum.

 Los ojos de Taemin se posaron en los del arquitecto Choi, una sensación de incomodidad lo cubrió en su totalidad. Un shot de adrenalina se le disparó y fue suficiente para colapsar. Su vista se nubló y luego todo se volvió negro. Taemin cayó pesadamente al suelo, se había desmayado.

—Eso te pasa por no comer hijito. — Esas fueran las primeras palabras que escuchó Taemin luego de volver en si. Yerim estaba junto a él, dentro de la habitación en donde se había arreglado horas antes.

ENGÁÑAME SI PUEDES.(JONGTAE) (2MIN).🔞 (🌈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora