OCHO.

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 Mientras Taemin seguía el auto de Minho, se encontraba inmerso en sus propios pensamientos, cuestionando la rectitud de sus acciones. Sabía perfectamente que lo que estaba haciendo no era correcto. Sin embargo, en su mente se repetían las veces que Jonghyun lo había traicionado con otras personas, lo cual le proporcionaba cierto valor para seguir adelante sin remordimientos. —Que se joda —se repetía a sí mismo como una justificación. Además, ya era demasiado tarde para retractarse. Había soñado con este día tantas veces que el mero hecho de dudar era inconcebible.

 En este momento, su erección ya le causaba molestias. Y no era para menos, bastaba con pensar en lo que Minho le haría para que estuviera más duro que una roca. Los besos que se habían dado en el restaurante habían sido lo bastante candentes como para encender a ambos.

Minho condujo hasta el estacionamiento de un lujoso Hotel Boutique, Taemin lo siguió y estacionó a su lado. Bajaron con total comodidad y se dirigieron a la recepción, tomados de la mano. Solicitaron una Suite y se registraron como los esposos Choi. A Taemin le gustó cómo sonaba, definitivamente prefería "Choi" a "Kim".

 Subieron juntos en el ascensor, solos entre las cuatro paredes metálicas. Sin perder tiempo, en cuanto las puertas se cerraron, sus labios se encontraron en un ardiente beso. La atracción era palpable, sus manos parecían imanes, Minho apretó las nalgas de Taemin mientras este acariciaba su musculoso pecho. Sus lenguas se enredaron en un baile frenético, y los susurros que escapaban de sus bocas resonaban de manera casi indecente. "¡Mgh...Ahhh!"

De repente, el ascensor se detuvo abruptamente, interrumpiendo su momento íntimo antes de alcanzar su destino. Las puertas se entreabrieron, y con un movimiento rápido se separaron, intentando disimular. Taemin carraspeó, tratando de mantener la compostura, mientras Minho fingía revisar distraídamente su teléfono móvil.

Una elegante mujer que compartía el espacio con ellos los observó con curiosidad. Taemin, al reconocerla, tosió involuntariamente, confirmando su identidad. —¿Taemin, Kim Taemin?  —preguntó ella, rompiendo el incómodo silencio.

 "¡Jodida mierda!". La mujer resultó ser amiga de su suegra Yerim. ¡Vaya golpe de mala suerte! Taemin sintió cómo el rubor invadía su rostro, la vergüenza se apoderaba de él.

—¡Señora Wang! ¡Qué casualidad encontrarnos aquí!  —Taemin apenas pudo articular las palabras.

—¡Oh, Taemin, qué sorpresa verte! ¿Qué te trae por aquí, acompañado de este apuesto joven?  —La señora Wang no pudo ocultar su insidia. Estaba decidida a sacar provecho de la situación. —Se ve que van a pasar un buen rato. ¿Todo está bien con tu esposo?

Taemin se sintió aún más incómodo. —Señora, creo que hay un malentendido. Este caballero no está conmigo. Mi esposo y yo estamos aquí hospedados porque fumigaron nuestra casa y no podemos dormir en ella esta noche.

 La mujer se volvió hacia Minho con una expresión apenada, notando de inmediato su semblante serio. —Oh, lo siento mucho, joven, yo pensé... —comenzó a disculparse, pero fue interrumpida por Minho. —Mejor guárdese sus disculpas, señora. Personas malintencionadas como usted son las que terminan con matrimonios —Espetó con frialdad mientras pulsaba un botón y descendía al siguiente piso. Debía mantener la compostura y actuar como si no conociera a Taemin. La intromisión de la anciana había arruinado sus planes. Taemin, por su parte, sonrió agradecido por la respuesta de Minho, quien había puesto en su lugar a la entrometida señora Wang.

 La incómoda situación no terminó ahí. La mujer se sentía profundamente avergonzada por su imprudencia y estaba decidida a enmendar su error de la mejor manera posible, al menos según su criterio. —Taemin, por favor, acepta mis disculpas. Somos los propietarios de este hotel, supongo que están en la suite. —Taemin al escuchar eso, sintió cómo la desgracia parecía acompañarlo en ese momento. 

ENGÁÑAME SI PUEDES.(JONGTAE) (2MIN).🔞 (🌈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora