SEIS.

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 Taemin ya estaba retrasado por media hora, y su estado de ánimo, además de estar molesto, era un manojo de nervios. Estaba seguro de que Minho no lo esperaría. —Mierda... Mierda... ¡Solo a mí me pasan estas cosas! —Su enojo se debía a que después de que los Choi se marcharon de su casa, Jonghyun se fue a tomar con unos amigos, y como siempre sucedía, se enfrascó en una pelea, terminando en la estación de policía. Taemin tuvo que ir a pagar la fianza para que lo dejaran salir. Estaba harto de eso. Ni siquiera se atrevió a llamar a Minho para que lo esperara, tenía vergüenza de que pensara que era una excusa barata. "Si no lo logro, juro que no te la vas a acabar, Jonghyun" —Taemin maldijo en voz alta.

 Después de buscar un lugar en la calle para estacionar su automóvil, bajó apresuradamente, tropezando con todo lo que encontraba a su paso, de suerte no cayó al suelo. El restaurante tenía un estilo vintage, y él ya lo había visitado en ocasiones anteriores. Su ambiente íntimo y su variado menú lo hacían destacar.

 Cuando entró, su mirada ansiosa buscó a Minho, pero no lo encontró en ninguna parte. Una opresión le apretó el pecho y un dolor punzante le retorció el estómago. Dudó en avanzar, estaba a punto de darse por vencido, cuando una chica con una sonrisa cálida se le acercó y le dijo. —Bienvenido, señor Kim. El señor Choi lo espera en el privado. —Taemin se sorprendió de que ella supiera quién era, pero la chica, percibiendo su asombro, explicó. —No soy adivina ni nada parecido. El señor Choi me mostró una fotografía suya, por eso lo supe.

 Taemin se ruborizó ante la situación, sintiéndose un tanto torpe frente a la chica. Sin embargo, encontró consuelo en el hecho de que Minho permaneció allí, paciente, a pesar del retraso. Fue guiado hacia el fondo del lugar, donde descubrió un hermoso jardín. En una mesa elegantemente preparada bajo una pérgola, se encontraba Minho, recibiendo a Taemin con su enigmática sonrisa.

Taemin trató de disculparse. —Lo lamento el tráfi... —pero fue interrumpido con un beso,  un roce apenas perceptible en sus labios, suficiente para hacer que su corazón se acelerara. —Mi pequeño Sunshine, estás aquí, y eso es lo que importa. —susurró Minho. Taemin suspiró, advirtiendo. —No vuelvas a hacer eso, Minho. Podría vernos alguien conocido. —Tienes razón, Sunshine, pero no puedo evitarlo —admitió Minho con una sonrisa traviesa. —Ambos estamos casados, ¿recuerdas?  —añadió Taemin con una pizca de incomodidad. Íntimamente desearía poder corresponder ese beso, llevarlo a un nivel más profundo, donde su mente pudiera olvidar que tenía una vida con otro hombre. Pero ya no era posible; el tiempo no retrocede, solo sigue avanzando. Su tiempo con el amor de su vida se había acabado hace diez años.

Por favor Sunshine, no te molestes más conmigo. Durante todos estos años, me he sentido miserable por haberte dejado solo en ese pueblo lleno de personas malintencionadas. Me enteré de lo que te hizo ese desgraciado de Park, pero cuando intenté contactarte, tu tía me dijo que te habías marchado con un hombre, supongo que se trata de tu esposo.

 Ambos se sentaron a la mesa, y Taemin evitaba revivir el pasado, mucho menos quería que Minho lo mencionara. Por eso, decidió cambiar el rumbo de la conversación. —Minho, ¿podríamos pedir algo de comer? Estoy muerto de hambre y no he probado bocado en todo el día. —Claro, Sunshine —respondió Minho, haciendo un gesto al mesero que llegó de inmediato. —¿Están listos caballeros? —preguntó el mesero.  —¿Qué desean ordenar, señor?, — dirigiéndose a Taemin. —Quiero Bibimbap, Gimbap, Galbitang y Tteokbokki, respondió Taemin. El mesero asintió y Minho pidió lo mismo para él. —Veo que sigues comiendo lo mismo de siempre —comentó Minho con una media sonrisa.

  Las viejas costumbres nunca mueren  — respondió Taemin con un tono de voz melancólico, a lo que Minho añadió. —Tampoco los viejos amores. —Taemin lo miró con cierta molestia. —¿Por qué insistes en llevar la conversación al pasado? Ten un poco de cordura y respeto. Aunque muero de hambre, creo que lo mejor será que me marche. No saldrá nada bueno de esta reunión si me quedo. Fue un error haber aceptado venir. No entiendo cómo me dejé convencer por Kibum. —Se levantó, pero Minho lo detuvo, instándolo a sentarse nuevamente. —No, no te vayas, Sunshine, —pidió Minho. 

ENGÁÑAME SI PUEDES.(JONGTAE) (2MIN).🔞 (🌈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora