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Era un hermoso fin de semana sin clases, y Taehyung se encontraba acostado en su cómoda cama. Suspiró pesadamente varias veces, echando de menos a su guapo vecino, Jeon Jungkook.

—Este es el día más aburrido de mi vida —suspiró de nuevo—. Extraño a Kook.

No había nada que hacer, los fines de semana no podía estar cerca de él. Se había acostumbrado tanto a su presencia que ahora no podía estar solo, viendo series o películas como antes.

—No tengo otra excusa para verlo o estar con él. ¡Solo camino al colegio! —pataleó como un niño berrinchudo.

Se levantó sin muchas ganas y se dirigió a la ventana con la esperanza de ver a Jungkook fuera de su casa, pero lo único que encontró fue la camioneta de la señora Jeon estacionada en la vereda. Volvió a suspirar y apoyó los brazos sobre la ventana, con la mirada fija en la casa de los Jeon.

—Sal, sal, sal —empezó a pedir—. Jeon Jungkook te ordeno que salgas. Universo, te pido verlo —pidió varias veces y al ver que nada pasaba golpeó su frente repetidas veces contra los brazos.

—¡Mamá, iré a correr!

Finalmente escuchó la voz tan esperada y levantó la cabeza rápidamente para ver a Jungkook vestido con una remera de mangas cortas, shorts y zapatos deportivos salir por la puerta y cerrarla. Dirigió su mirada por inercia hacia la ventana del vecino y sus ojos se toparon con los de Taehyung. El castaño se agachó en el suelo, intentando inútilmente "esconderse".

—¡Taehyung! —lo llamó y éste maldijo en voz baja, mostrándose de nuevo.

—¡Hola, Jungkook! ¡No sabía que estabas ahí! —rió nervioso, rascando el lóbulo de su oreja.

—¿Quieres salir a correr conmigo? —preguntó, acercándose a la ventana de Taehyung y apoyando sus manos sobre ésta.

Taehyung asintió repetidas veces, sin contener su emoción ante la invitación. —Sí, sí, sí. Deja me cambio y nos vamos —dicho esto se alejó de la ventana y preparó una "ropa deportiva", que de deportiva no tenía nada así que terminó improvisando.

Salió con apuro y se posicionó al lado de Jungkook, quien aseguraba sus cordones.

—¿Listo?

Asintió en respuesta y empezaron con un trote. Siguieron así hasta llegar a un parque cerca del vecindario y empezar a correr alrededor de esta. Jungkook daba zancadas grandes y Taehyung intentaba seguirle el paso con la respiración agitada, los pulmones pedían auxilio.

—¡Jungkook! ¡Ya no aguanto! —dijo apenas, parando y recostándose en un árbol para tomar aire. El mencionado se acercó a él con una sonrisa burlesca al ver como intentaba regular su respiración.

—¿Estás bien, Taehyung? —preguntó colocando una mano sobre el hombro ajeno.

—¡Para nada! ¿Cómo puedes correr así todos los días sin sentir que tus pulmones saldrán por tu boca? —respondió, soltando un suspiro al final.

Jungkook rió. ¿Qué era tan divertido? ¿La cara toda roja de su vecino o su poca habilidad en el deporte?

—Una vez te acostumbras ya no sientes esa sensación

¿Es en serio? ¿Mataba a sus pulmones hasta que se acostumbraran? Este hombre estaba loco. Taehyung lo miró con una cara de incredulidad y tomó asiento en el césped, queriendo rendirse y no seguir la maratón. Jungkook tomó asiento igualmente.

—Correr no es lo tuyo. ¿Por qué aceptaste correr conmigo entonces? —lo interrogó.

—Bueno... —Taehyung titubeó nervioso—. Quise cambiar mi estilo de vida. Sí, eso

—Hum, ya veo. Eso es bueno supongo, si realmente es lo que planeas

El castaño se paralizó en su lugar. ¿Acaso Jungkook sospechaba algo? ¿Se dio cuenta de que le gusta? No, no puede ser. Él realmente ha disimulado y ocultado muy bien su atracción hacia el vecino guapo. ¿Verdad? O eso es lo que trata de convencerse a sí mismo ante la mirada interrogativa del pelinegro. Carraspeó un poco antes de hablar.

—¿Acaso insinúas que fue por otra razón?

Jungkook se cruzó de brazos y, aún sentado en el césped, acercó su rostro al de Taehyung, mirándolo directamente a los ojos. Haciendo que el último mencionado se sonroje fuertemente hasta las orejas ante la cercanía.

—Es eso o es que te gusto, Kim Taehyung —desafió con una sonrisa maliciosa.

Por Jesús, María y José. ¿¡Cómo se atreve a acercarse así y decirle eso a la cara!? ¿¡No tiene vergüenza alguna!?

Taehyung se apegó más al árbol y empezó a reírse nervioso, boqueando como si fuese un pececillo fuera del agua, sin decir siquiera alguna palabra para defenderse.

—¿Estoy en lo correcto, Taehyung? —siguió insistiendo Jungkook.

—Por supuesto que no —contestó al fin—. La única y verdadera razón por la que acepté venir es por la que te había dicho hace apenas unos cinco minutos —dijo seguro, los colores rosados en su rostro desapareciendo y con una mirada gélida sobre el pelinegro.

Un sentimiento parecido a tristeza o decepción se hizo paso en los adentros de Jungkook y se reincorporó en su lugar, tragando saliva duramente y desviando la mirada del castaño.

—Deberíamos volver —dijo Jungkook, levantándose y extendiendo una mano a Taehyung.

Taehyung lo miró desde arriba, notando su cambio de humor, pero no mencionó ninguna palabra al respecto. Tomó su mano y Jungkook lo ayudó a pararse, la distancia entre ambos era corta así que terminó chocando con el pecho ajeno. Jungkook carraspeó y se alejó empezando a caminar, con Taehyung siguiéndole segundos después.

El camino de regreso sería incómodo.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2023 ⏰

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¡Señora Jeon! [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora