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—¡Buenos días!

Jungkook soltó un suspiro pesado.

Su vecino se encontraba nuevamente frente a la puerta, en su bicicleta, esperándolo para ir juntos al colegio. Aunque esta vez su mamá no tenía nada que ver con la visita del castaño. Lo miró con detenimiento y pudo notar la sonrisa que traía. Sonrió por inercia y caminó hasta su bicicleta, subiéndose en ella y empezando a pedalear a la par que Taehyung.

—Buenos días, Taehyung —dijo luego de unos minutos en silencio.

—¿Dormiste bien? ¿Hiciste la tarea de inglés? —volteó a mirarlo mientras seguía pedaleando; porque Kim Taehyung no podía hablar con una persona sin mirarla a la cara al menos unos segundos. Y más si se trataba de su atractivo vecino.

—Sí, gracias, ¿y tú? —respondió y lo miró también al notar su mirada en él—. Estuvo fácil por suerte, no tenía muchas ganas de hacerla

—¿Fácil dices? Estuve varias horas intentando traducir una frase por mi cuenta y no lo conseguí, así que recurrí al traductor —lloriqueó y Jungkook sonrió, mirando al frente ahora—. ¿Dónde aprendiste inglés?

—Duolingo

—¿¡En serio!? Pero si ese búho verde es re pesado cuando no completas las lecciones

—Gracias a eso aprendí rápido —comentó riendo Jungkook y Taehyung lo acompañó.

Volteó la mirada al frente al estar ya mucho tiempo sin mirar su camino y tan pronto como lo hizo su cara chocó contra su amigo, Ramón. Terminó en el suelo con la bicicleta yendo unos cuantos metros más hasta detenerse y caer.

Jungkook frenó de golpe al notar la ausencia del castaño en su bicicleta y volteó la cabeza buscándolo por todos lados. Lo encontró tirado bajo el árbol que lo había echado días atrás y pedaleó de vuelta hasta él.

—¿¡Taehyung!? ¿¡Estás bien!? —preguntó, bajando a revisar su estado.

El castaño se levantó rápidamente como si de un zombie se tratara, permaneciendo en el suelo con la mirada clavada en algún punto de la calle. Pronto unas carcajadas sinceras salieron de su boca; fuertes y claras, y Jungkook rió igual. Terminando así con ambos en el suelo mientras sostenían sus estómagos debido a la risa, con pequeñas lágrimas en los ojos.

 Terminando así con ambos en el suelo mientras sostenían sus estómagos debido a la risa, con pequeñas lágrimas en los ojos

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El camino al colegio estuvo lleno de risas y bromas con lo sucedido minutos atrás. Metiéndole carrera también para ver quién sería el primero en llegar; siendo Jungkook el ganador al ser más atlético que Taehyung y pedaleando mucho más rápido.

Cada uno fue con sus amigos luego de despedirse. Jungkook con Yoongi y SeokJin, y Taehyung con Jimin. No tardaron en llenarles de preguntas a ambos chicos al verlos llegar juntos. Taehyung miró a lo lejos a Jungkook y éste lo miró igual. Se sonrieron y desaparecieron de la vista del otro.

—¿Y ese raspón? —preguntó Jimin, viendo la pequeña marca rojiza que tenía en el brazo.

—Ah, me caí —respondió Taehyung, agarrando su brazo y viendo la herida con detenimiento—. Me echó Ramón

—¿Quién es ese?

—La rama de un árbol

Jimin frunció el ceño y Taehyung sonrió con diversión.

El día transcurrió de lo más normal. Materias de aquí para allá, bullicios en la cafetería, suspiros enamorados hacia los basquetbolistas y de Taehyung hacia Jungkook. Jimin con varios envases de pudín vacíos alrededor y un Mingi tomando asiento en la mesa de estos mejores amigos, tratando nuevamente de acercarse al lindo castaño.

—Song no pierde tiempo —comentó Jackson, uno de los chicos de basquetbol, mirando la mesa donde se encontraba el mencionado—. ¿Creen que ya se habrá declarado?

JungKook dirigió su mirada al castaño, quien conversaba alegremente con el chico alto con anteojos.

—No es algo que debería de importarte —chasqueó la lengua y clavó su tenedor en las salchichas picadas de su plato, llevando unas dos a la boca.

Los demás que lo acompañaban rieron por lo bajo y no tardaron en molestarlo.

—¿Celoso, Jeon?

—Son unas viejas chismosas —les dijo mientras sonreía de lado y seguía comiendo de su plato.

—Sospecho sospechosamente —se burló Jackson, fingiendo pensar con una mano sosteniendo su barbilla.

—Mejor terminen de comer que debemos practicar en unos minutos —ordenó el capitán, apurando y escuchando las quejas de su equipo.

La hora de la salida no tardó en llegar y Taehyung se despidió con rapidez de su rubio amigo para ir corriendo donde había dejado su bicicleta

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La hora de la salida no tardó en llegar y Taehyung se despidió con rapidez de su rubio amigo para ir corriendo donde había dejado su bicicleta. Y aunque hoy no le haya preguntado a su vecino si irían juntos de regreso igualmente lo esperó.

Pasaron minutos, media hora quizás y el pelinegro no hacía acto de presencia por ningún lado; pero su bicicleta seguía ahí. Taehyung formó una mueca y soltó un suspiro para después subirse a la suya y poner un pie sobre el pedal, listo para marcharse.

Pero unas bocinas lo hicieron mirar al frente, encontrándose con la tan conocida camioneta de su vecina. Vio como la ventanilla del copiloto bajaba y mostraba a la mayor con anteojos de sol, escuchando música a todo volumen.

—¡Señora Jeon! —Agitó la mano a modo de saludo y sonrió con emoción.

¡Señora Jeon! [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora