**Gaby**
Mala idea, realmente es una pésima idea. América y Luka llegaron alrededor de las 2 de la tarde, y nos encontramos en mi habitación.
—Esto es hermoso, y el vestidor... ¿Ya te he dicho lo increíble que es?
—Sí, América, ya me has mostrado que es tu lugar favorito de toda la casa.
—Luka, déjala. ¿Tú tienes un lugar favorito también?
—Tu cama.
—¿Eh?
—Tu cama es muy cómoda; ojalá tuviera una así.
—La tendrás. Ahora, de verdad, ¿tenemos que ir a la fiesta?
—Obvio, amore. No podemos perder esta oportunidad.
—Luka, tú nunca pierdes la oportunidad —digo, lanzándole una almohada.
—Tienes razón. Gaby, eres una Black, así que disfrútalo.
—Luka tiene razón, amore. Eres parte de la familia más famosa del país y tienes unos hermanos increíbles. ¿Por qué no te diviertes?
—Está bien. Perfecto. Ahora, veamos qué te pondrás de este divino vestidor.
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**Noah**
Me estaba enamorando. Gabriela me hacía sentir cosas que solo había sentido por una persona, y todo salió mal. No quiero arriesgar mi corazón otra vez, pero por más que trate, no puedo dejar de pensar en ella. Quiero besarla, quiero tenerla en mi cama gimiendo mi nombre.
—¡Tierra a Noah!
—¿Qué pasa?
—Te quedaste en blanco. Te decía si querías pasar un buen rato, tú y yo solos.
—Lo siento, Clau, pero hoy no. Esta fiesta es importante; no quiero distraerme.
—Oh, vamos, Noah. No me digas que esta fiesta es más importante que fol... siempre lo hacemos. ¿Qué ha cambiado?
—¿Acaso no escuchaste? Te dije que no quería, ahora vete.
—¡Váyanse a la mierda, los dos! Claudia se había ido hecha una furia. Agradecí que se hubiera marchado; no quería ser descortés, pero no tenía la cabeza en su lugar como para estar con ella.
—Gracias por eso.
—De nada. ¿También piensas en ella?
—¿De quién hablas?
—Gabriela. Por increíble que parezca, no he podido sacarla de mi cabeza. Y por lo que he visto, tú e Izar tampoco.
—Dayron, por más que queramos, ella nunca cederá. Además, esta fiesta es para eso, para olvidarla.
—Sí, claro, olvidarla. Eso quiero verlo. Por si no te has dado cuenta, esa chica nos llamó la atención porque está prohibida. Si no, no la hubiéramos elegido.
—No la escogimos; además, ni siquiera sabemos si ella siente lo mismo.
—Mira, Noah, no se trata de si siente lo mismo, se trata de hacerla caer. Los tres la deseamos y la única manera de que ella acepte es que se enamore de nosotros.
—¿Cómo conseguimos eso? Tú y yo sabemos que ella no es cualquier chica; además, es nuestra hermanastra.
—Lo sé. También sé que tenemos que ir con cuidado de no lastimarla. Por eso lo haremos poco a poco, nos ganaremos su confianza y luego la haremos nuestra.
—Ella ya es nuestra, aunque no lo sepa —interrumpe Izar.
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**Gaby**
Después de una larga búsqueda en mi vestidor, América decidió qué ponerme. Eligió un short de mezclilla con una abertura del lado derecho, sujetado por una cadena. Como era una fiesta en la piscina, eligió un biquini morado con tiras cruzadas en el abdomen. No usaría blusa, así que solo sería el short y el biquini, acompañados de unas sandalias negras. Si en algo se caracterizaba América era en su estilo; desde pequeña decía que sería estilista, y no podía negarlo, tenía talento.
—Ya estás lista, te ves divina.
—Todo gracias a ti.
—No agradezcas. Además, mi pago es poder ponerme algo de tu vestidor.
—Toma lo que quieras.
—Ya lo hice. Iré vestida como tú, solo que con el biquini rojo. Me enamoré de él cuando lo vi.
—Puedo imaginarlo de verdad.
Ya estábamos listas y caminábamos hacia la zona de la piscina. Tenía miedo, pero sabía que si me mantenía lejos del agua, todo estaría bien.
—Tranquila, Gaby, nadie te meterá al agua.
—Gracias, Luka, siempre sabes qué decir.
—De nada, voy por las bebidas.
—Voy contigo —dice América.
—¿Estarás bien?
—Sí.
Vi a mis amigos desaparecer entre la multitud. Todos a mi alrededor bailaban, bebían y se divertían; era un ambiente agradable.
—Pero miren qué tenemos aquí.
—¿Qué quieres, Melissa?
—No te dije que te mantuvieras alejada de mi hombre.
—Por lo que puedo ver, tu hombre no está a mi alrededor. Además, tendrás que acostumbrarte; vivo aquí. Así que si me disculpas...
—Conozco a las mujeres como tú, Gabriela. Se hacen las moscas muertas para llamar la atención, pero eso no te va a funcionar. No con ellos.
—Yo diría que sí está funcionando. Después de todo, tú estás molesta al punto de venir aquí a amenazarme. No tengo intención de meterme con tu hombre, que por si no te has dado cuenta, no sé quién es. Ahora, con permiso.
—Eres una...
—Yo que tú no haría eso a menos que quieras quedarte sin peluca.
—Nadie te invitó a esta conversación.
—Me meto si me da la gana. Barbie operada, Gaby es mi amiga, así que te recomiendo que la dejes en paz.
—América, tranquila, todo está bien.
—Es que sabes que detesto el plástico, es tan falso... pero me calmaré.
—Yo que tú me alejaria Mel, parece peligrosa —hablan detrás de mí.
—Noah, está bien, me iré.
—Gracias por eso.
—De nada.
—Umm, Gaby, no me vas a presentar a este bombón.
—Sí, claro, Mer. Este es Noah, mi hermanastro, el menor de los Black.
—Un placer.
—El placer es mío, señorita.
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pasión prohibida (Trilogía Pecado #1)
Romancetres hermanos enamorados de una misma chica tres hermanos dispuesto a todo por conquistar su amor arrastrando a Gaby a un mundo que jamás pensó que existiera un mundo lleno de placer y sumisión pero todos saben que es un camino peligroso lleno de o...