Jeongin's Baby² ☘ ChanIn

˚ ⁀➷ 08

—¿Debería? —escuchó a Jisung resoplar exageradamente del otro lado de la línea, pero el castaño angustiado mordisqueó sus uñas, viendo a su azabache cachorrito en la cama girar sobre el colchón soltando un balbuceo asustado. Sin moverse mucho lo volvió a sentar.

—Dada~

—Es que no quiero... —hizo un puchero como si el azabache del otro lado le pudiera ver, dejando que Jiseok tomara un sonajero que había comprado Félix, Jisung chasqueó la lengua dejándose caer en el sillón, desde allí pudo escuchar un pequeño sollozo y podía perfectamente identificar al cachorro, seguramente Hyeongjun se quedó atorado en el cajón de los juguetes.

—Innie, mi consejo es que le dejes un día como mucho, conoces a tu cachorro y no es difícil cuidarlo, es estar vigilándolo y darle de comer. Si ese desgraciado se ofrece, permítele un día —comentó contento delineando su enorme vientre y Jeongin bufó.

—¿Y si lo deja caer? —Jisung rodó los ojos—. Vamos, Sung, no soy capaz de separarme de mi bebé y me da igual que no me deje dormir, es mío —renegó entre pucheros llamando la atención del bebé, con un juguete en su boca movió sus manitas frenéticamente.

—Lo sé, lo sé, pero también es su cachorro —murmuró—. Aunque hayan llegado a ese acuerdo hace tiempo, no pueden cumplirlo siempre, Jeongin. De una o de otra manera vas a necesitar de Chan y Jiseok también, en lo que vaya creciendo se va a dar cuenta de quiénes son sus padres y no te va a dejar tranquilo... Lo digo por el bien de Seokie, así como te busca a ti por comida así busca a Chan por protección...

—Seokie ya me tiene a mi...

—Jeongin —cortó su hablar tomando su frente algo irritado por la conversación—. Déjaselo.

Jeongin tiró el móvil a un lado de la cama, antes de colgar la llamada y cruzarse de brazos.

—¿Dada?

—Dada no quiere dejarte con papá —se quejó infantilmente a su bebé que confundido ladeó su rostro, sus pocos cabellos recayeron sobre su frente y Jeongin sonrió ante la linda imagen de su cachorro.

Jiseok era muy bonito y no era por hablar, el pequeño pelinegro era muy parecido a él con detalles de Chan, cabe destacar los números lunares que adornan su angelical rostro moreno, además de su pequeña nariz y su sonrisa cuadrada. Chan no para de afirmar que Seokie tiene los mismos luceros que Jeongin y no se corta al decir que todo lo que heredo de Jeongin fue lo mejor.

Desde pequeño presentaba el carácter de Chan, tranquilo pero muy fácil de molestar y enfadarse.

—¿Quieres estar un día completo con papá? —preguntó pellizcando la mejilla rosita de su niño pequeño, sonrió una vez más desbloqueando su móvil.

"¿Puedo pasar ahora?"

"Puedes quedarte conmigo, mejor"

—Sí, Seok se acaba de despertar...

—Dada... —Jeongin asintió sin verle, pero el pequeño volvió a rodar por el colchón, soltando un sollozo frustrado.

Unos minutos más tarde en los que Jeongin y su pequeño azabache estuvieron jugando y escuchando música clásica, sonó el timbre, aunque podría perfectamente abrir con la llave que tenía, Seok saltó contento buscando curioso cuando Jeongin abrió la puerta.

Y aplaudió alegre al ver a Chan extender sus manos y sonriendo por ver a su bebé, rápidamente estiró sus cortos bracitos gorditos consiguiendo que Chan le tomara.

—¿Cómo está mi bebé precioso? —cuestionó alzando al azabache que sonrió en grande dejando ver sus encías y soltando una armoniosa risa que para sus padres era lo más bonito del mundo—. ¿Y cómo está mi otro bebé? —cuestionó ahora divertido viendo a Jeongin girar sobre sus talones para dirigirse al salón, intentando de esa forma que su sonrojo desapareciera y controlando también a su meloso Omega.

Últimamente Chan hacía ese tipo de comentarios que en vez de causar revuelos en el estómago del menor lo único que conseguía era dejar al castaño con un dolor en el pecho.

—Prepararé las cosas para Seokie... —murmuró cambiando de dirección, yendo a la habitación y dejando al mayor con el mimoso bebé que reía cada vez que Chan le elevaba un poco.

Pero en vez de quedarse en el salón con su cachorro, Chan llegó a la habitación viendo al castañito escoger ropa de su bebé sacada de un armario de madera en el que también vestía al menor pues había un pequeño colchoncito que Chan clasificaba como innecesario y Jeongin como especialmente necesario ya que podía vestir a su bebé al mismo tiempo que buscaba su ropa sin dejarlo en la cama y corriendo el riesgo de que rodara y cayera al suelo.

—¿Has pensado mudarte? —inquirió el mayor dejando que su bebé tomara su teléfono y lo golpeara, al parecer era entretenido para él.

—No —Contestó casi al instante y súper obvio, no quería mudarse porque estaba bien en su diminuto departamento con su hermoso cachorrito y no le hacía falta nada.

—Jeonginnie~ —canturreó coqueto dejando al bebé en la cama que estaba más entretenido jugando con las llaves y cartera de su papá—. ¿Podemos hablar antes de marcharme? —su voz sonó áspera, casi suplicando, el menor detuvo sus movimientos, dejando salir un pequeño suspiro—. Solo quiero que me confirmes si el Alfa del otro día y tú están en algo... —esta vez la desilusión fue casi palpable en sus palabras, Jeongin quiso reír, pero lo único que pasó por su mente fue que Chan quería tenerlo para él aún si no están en una relación, es algo que lo había asimilado hacía mucho, a los dieciocho.

—¿Minho hyung? —cuestionó sin darle la cara al azabache, escuchando un resoplo como respuesta—. Minho y Félix son pareja, llevan años de novios... —murmuró—. Ellos sí saben llevar una relación...

—Yo... —rascó su nuca, nervioso, acercándose al castañito, no sin antes girarse a ver a su retoño acostado de lado, seguramente había vuelto a dormirse—. Solo quería saber si este sábado haces algo...

¿Tenían dieciocho de nuevo? ¿Citas?

—Cuidar a Jiseokie, darle de comer a Jiseokie, estar con Jiseokne —respondió escuchando los pasos del azabache detrás de él.

—¿Podríamos... quedar en una cafetería? —citas a lo antiguo nivel: Bang Chan.

—Trabajo en una cafetería limpiando, hyung... —Chan giró sobre sus talones, molesto consigo mismo al no acordarse de ese gran detalle que estropeaba todas las cosas que pasó preparando por la noche en su cabeza—. Libre el lunes... —dijo encendiendo una pequeña oportunidad en Chan que giró su cabeza al estilo exorcista para verle.

—¿¡En serio!? Me viene genial, podemos quedar para ir, invito yo, trae a Seokie, podemos llevarlo al parque y comprarle ropa...