Jeongin's Baby² ☘ ChanIn

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—¿Te sientes mejor? —preguntó tímido buscando al menor por la habitación, su bebé se removió entre sueños, sin soltarse de la camiseta que portaba su papá. Mientras que el mayor intentaba ver en la oscura habitación a su Omega, encontrando únicamente una bola de mantas sobre la cama, así que suspiró pasando despacito, encendiendo la luz de la lámpara y dejando al bebé a un lado, algo alejado de ellos por cualquier cosa.

Buscó el inicio de ese laberinto de sábanas para ver al triste Omega que descansaba entre ellas, únicamente vio sus ojitos marrones, éstos tristes desde hace dos días. Suspiró algo cansado, abriéndose paso entre la barrera de mantas para abrazar al menor y llenarlo de su aroma, sintiendo un fuerte dolor en el pecho cuando éste comenzó a llorar nuevamente.

—Jeongin... —murmuró restregando su mejilla contra la cabecita castaña del Omega, buscando calmarle—. Seokie ya está bien, ya verás que dentro de nada lo tendremos gordito y sano... —Jeongin negó rápidamente, acurrucándose contra su pecho, importándole poco que eso luego no lo tendría, ahora mismo le daba igual si después lloraba solo y no contaba con ningún apoyo, si podía, aprovecharía esta relación que estableció Chan, permitiéndole a él estar cerca, abrazarlo y desahogarse.

Después de varios minutos en donde Jeongin se asemejaba más a un bebé consentido y a Chan a un pañuelo para lo mocos del bebé tete, un tercero y verdadero bebé comenzó a sollozar a su lado, llamando la atención de sus padres. Chan tuvo que dejar un poco a Jeongin de lado para tomar al pelinegro y dejarlo entre ambos, sus ojitos curiosos viajaban de uno a otro, sintiéndose extraño al estar entre ellos juntos. Es decir, solo tenía un mes y medio cuando durmió por última vez con los dos así que ahora era raro, pero no se sentía mal, la mezcla de aromas que proporcionaban exclusivamente para él era lo mejor, además de que le daban calor y le acariciaban, podía decir que el servicio era bueno.

Pero Jeongin no podía quitarse de encima esa culpabilidad. Chan ya le había dicho y recalcado que daría dinero, que cambiaría de guardería a Seok o que incluso podrían contratar a una niñera para el cuidado del pequeño, también podía aportar mensualmente en lo que el castaño quisiera, pero el menor no respondía a ello, simplemente se soltaba a llorar.

Y sabía que llorando no arreglaría nada y que realmente estaría estancado en el mismo lugar, pero necesitaba de alguna manera sentirse libre.

No era de ayuda tampoco hablar con su mejor amigo y que éste le contara sus problemas, no se quejaba de ello pues era su mejor amigo y estaría para escucharle, pero no tuvo coraje para decirle sus propios problemas, cuando Jisung le preguntó por el pequeño pelinegro él le contestó con mentiras, cuando le preguntó por su propia salud el castaño contestó más mentiras. No era por ocultar, lo hacía para que el otro Omega no se preocupara, ya suficiente tenía con pensar en lo que haría más adelante solo con sus cachorros.

Resopló abrazando a su bebé, sonriendo suave cuando sus pequeña manitas le tomaron del cabello, soltando balbuceos en su idioma.

—Seokie no quiere que estés triste, no es tu culpa, Innie... —escuchó a Chan hablar mientras su mano acariciaba suavemente sus castaños cabellos, manteniendo cuidado con el bebé.

Solo esperaba que eso no volviera a ocurrir.