Comprensa, nueva tercera ciudad del Esquema Amista.

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Cuando desperté no estaba en mi celda. Me dolía la cabeza y sentía el cuerpo adormilado. Todo parecía tan borroso a mi alrededor. Quise entrar en alerta, pero mi mente no respondía a ningún estímulo de peligro. Gemí quedo, unos segundos después escuché una voz suave a mi lado. Al voltear para ver quién era, pude ver a Angeline. Ella brillaba divina y yo supe que estaba muerto. Angie acarició mi frente y sonreí aliviado. Por fin todo había acabado.
—Henry, por fin despiertas —dijo con la voz rota.
Mi mente tardó en reaccionar. Angeline no estaba muerta. Fue cuando la miré abriendo los ojos tanto como mi cansancio me permitía y descubrí que estaba vivo, que todavía estaba vivo y que Angeline estaba a mi lado cuidándome. Que yo no estaba en mi celda ni encadenado, sino en una cama de hospital.
—Angie —dije con la voz pastosa. —¿Qué...?
—La suerte nos sonrió, Henry. Ahora todo está bien. Descansa, cariño —dijo antes de darme un beso con su nariz.
Sonreí aliviado.
Desperté más tarde, Angeline ya no estaba en la habitación. Justo en ese momento se abrió la puerta de la habitación y entraron dos oficiales y un leopardo vestido con traje.
—Henry Liar, es usted, ¿no es así? —dijo firme mientras abría un portafolio y sacaba unas hojas y una pluma. Yo asentí sin apartar mi vista de él. Tuve miedo por unos instantes, no importababque fuera un depredador. No tenía confianza en nadie. —Claro que sí. Le comunico. Usted ha sido absuelto de los cargos por los delitos cometidos. Se ha declarado, por parte de los acusados, que todo fue planeado para abolir la ley anti violencia en contra de los depredadores. Ellos recibieron una sentencia por sus actos y usted quedará libre. Al mismo tiempo se le dará una compensación por los daños tanto físicos como emocionales y, de ña misma forma, su esposa e hija no serán trasladadas a un albergue. El gobierno de Comprensa se disculpa por lo sucedido y se compromete a trabajar para evitar que una situación parecida suceda.
Me entregaron unas hojas donde se explicaba la situación junto con la cantidad de dinero por indemnización. Los firmé y después se despidió de mí agradeciendo mi apoyo y disculpándose con un "colega de familia", como dijo. Después salió junto con los guardias y entró Angeline con nuestra pequeña Amy en brazos. Ella se acercó a mí y me entregó a Amy. En ese momento abrió los ojos y pareció sonreírme.
—Hola, pequeña hermosa —dije juntando mi nariz con la suya. Angie me abrazó y respiró tranquila.
—Estoy tan aliviada, Henry. Ahorantodo está bien y todo volverá a estar bien. Por un momento pensé que te perdería para siempre. Te amo.
—Mi Angeline. Ahora todos estamos juntos y todo va a estar bien, pero... ¿qué pasó?
Angie se separó de mí y me explicó lo sucedido. Ashton fue a la policía para contar la verdad. Aunque al principio los oficiales trataron de convencerlo de no seguir, uno de los nuevos miembros del departamento de apoyo a depredadores lo escuchó y le pidió que le dijera qué sucedía. Damian, por su parte, quedó afectado por la cantidad excesiva de droga que usaron y ya no estaba en condiciones para si quiera para hablar. Los hermanos cebra fueron arrestados mientras inyectaban a Damian para evitar que dijera algo y esa acción bastó para que sus cargos aumentaran. Los llevaron a comisaría, también se les castigo a los cómplices entre ellos los miembros del jurado, los abogados, oficiales y el mismo juez. A diferencia de todos los demás, Ashton recibió una condena menor por su confesión. Sólo duraría un año en prisión.
—Antes de ir —dijo Angeline— a confesar, fue a verme, Henry. Fue a njestrs casa y llevó algunas cosas para nosotros como también cosas para Amy. Se mostró arrepentido y dijo que quería remediar lo que había hecho mal. Ahora está en prisión y... Henry, él te salvó y te regresó a nosotras. —Angeline comenzó a llorar alegrada mientras me abrazaba al igual que yo.
—Te amo, Angie, te amo.

Cuando fui dado de alta del hospital, lo primero que hice fue ir a visitar a Ashton. Estaba un poco nervioso, no sabía si le agraderia verme y me preocupaba que eso le afectará. Sin embargo, cuando me vio en la sala de visitar, pareció quitarse un peso de encima. Se sentó frente a mí, pero trató de evitar mi mirada.
—¿Cómo estás, Ash? —Le pregunté.
—Bien, supongo. Nadie me ha lastimado lo cual es bueno. —Respondió en voz baja. —¿Qué hace aquí, Señor? —preguntó tímido.
—Quería venir a verte y asegurarme de que estuvieras bien.
—Me llaman cobarde e imbécil todos los días —dijo con pesar, pero luego levantó la vista sonrió tranquilo—, pero no me importa. Hice lo que estaba bien.
—Ash, ¿por qué decidiste confesar y meterte a ti en éste problema al igual que a tus amigos?
Él se quedó callado y suspiró.
—Jugar a que perteneces a Justpeace es "divertido" —dijo enfatizando el divertido como mentira— cuando nadie sale lastimado. En realidad jamás estuve de acuerdo con eso, pero los chicos quería saber que era y terminé aceptando. Al principio sólo eran bromas pesadas que yo podía soportar, pero pronto descubrí que ellos querían ir pasos más allá. Usted no fue el único con quienes probamos la droga, pero sí con quien todo se salió de control. A los hermanos les gustaba molestar a Damian por ser el menor y eso terminó por cobrar su factura. En el momento en que vi todo eso, supe que estaba mal y quise dejarlos, no me metería en un asunto que lastimara a alguien, pero lo que sucedió ese día fue mi límite. Me obligaron a callar, pero ver a su hija y a su esposa sufrir de esa forma sabiendo que usted moriría y que ellas quedarían desamparadas por un error externo, supe que eso ya era mucho más allá de los límites. Por eso confesé. No iba a dejar que alguien inocente pagará los platos rotos de quien provocó todo.
》Ahora, aunque me llamen cobarde e idiota, no me importa. Me tranquiliza saber que usted y su familia están a salvo y que los imbéciles de mis "amigos" se pudrirán aquí adentro por estúpidos.
—Te lo agradezco. Realmente tuve miedo y agradezco que hicieras todo eso. Pero me preocupas tu. ¿Estarás bien? Supe que tus padres te ignoraron y, eso, claro, que están decepcionados.
Él ladeó la cabeza y advertí nostalgia en su mirada.
—No debería sorprenderme su reacción, aunque me duele. Mis padres siempre han estado a favor de Justpeace y de que los depredadores regresen a los Distritos. Yo creí que pensaba igual, ya he descubierto que no y ahora soy lo peor que les pudo haber pasado. Es probable que cuando salga de aquí ellos no estarán ahí para recibirme y ni lo espero. Es cierto que duele, pero... no importa.
Puse mi mano sobre la suya y la estreché con cariño.
—Si necesitas algo, Ashton, puedes contar conmigo. Lo digo en serio. Te agradezco lo que hiciste por mí y mi familia. No es devolverte el favor, es apoyo para un amigo.
Él sólo asintió un tanto inseguro. Después de eso sólo platicamos de cosas banales hasta que se terminó la hora de visitas. Me despedí de él y le dije qie volvería la semana siguiente. Ashton dijo que no era necesario, pero yo le respondí que era para saber que estaba bien.
Así sucedió durante el año de su encierro, incluso Angeline y Amy fueron conmigo. Poco a poco pude ver que Ashton se emocionaba cuando nos veía y, cuando existía la oportunidad, le gustaba jugar con Amy quien adoraba verlo. Así pasó el tiempo hasta que Ash fue liberado. Justo como Ash dijo, sus padres no estuvieron ahí para recogerlo, incluso él nos había contado que sus padres le exigieron no regresar a menos qie cambiará de opinión. Ash no estaba dispuesto a ceder.
Estábamos Angeline, Amy y yo afuera esperando a que saliera. Amy apenas empezaba a caminar y ya no le gustaba estar en brazos de nadie, pero todavía no se sostenía del todo. Cuando la puerta de la prisión se abrió y Ashton apareció, Amy gritó alegre y fue corriendo hasta él tropezando, pero nunca se detuvo hasta que logró abrazarlo. Ash la cargo para abrazarla y darle un beso en la nariz. Fue justo cuando nos vio a Angeline a mi. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se acercó para abrazarnos. Dejó a Amy con Angeline y se aferró a mí mientras se derrumbaba en emoción.
—Gracias, —dijo con emoción— gracias por estar conmigo. Los amo tanto.
—Está bien, Ash, siempre vamos a estar para ti. —dije acariciando su espalda.
—Ash, —dijo Angeline— ¿Tienes hambre? Podemos pasar por algo antes de ir a casa.
Ash la vio sorprendido, después me miró consternado.
—Nos alegraría que te quedaras con nosotros —respondí sonriente— si es que así lo quieres. Hay un gran espacio para ti y queremos que seas feliz. Te adoramos, Ash.
Él cubrió sus ojos y empezó a llorar.
—Desde que mis padres me dejaron —dijo después de un largo silencio— pensé que me quedaría sólo, pero llegaron ustedes y... —me miró fijamente antes de abrazarme— ustedes son mi familia. Les agradezco tanto, gracias.
Angeline lo abrazó y acarició su espalda.
—Ahora eres parte de nuestra familia, Ash. Ven, vamos a casa.

Desde ese día, Ash se volvió Ashton Liar. Dijo que era lo mejor que le podía haber pasado. Sus padres jamás volvieron a buscarlo y, a diferencia que cómo parecía, prefería nunca verlos de nuevo. Él era feliz, adoraba estar con Amy y jugar con ella. Adoraba aprender de nosotros, estar con nosotros y, un año después, tuvimos la oportunidad de adoptarlo formalmente para que fuera nuestro hijo. Él estaba tan feliz que decidió estudiar para crear un mundo mejor para los depredadores. Ash no quería ver que alguien pasara por lo mismo que nosotros y deseaba hacer que los animales de la Zona A descubrieran que el mundo y la naturaleza habían cambiado y que ya nadie era como antes.
Ahora somos una familia completa. Ash estudia derecho y política y tienes sus metas claras. Fue uno de esos días que estaba tan cansado estudiando que se quedó dormido sobre sus libros. Lo levanté del escritorio para llevarlo a su cama y lo arropé para que descansará. Justo cuando ya me iba, él se levantó.
—Papá, gracias. Descansa.
—Descansa, hijo.
Un momento tan alegre para mí que ahora sé, toda mi vida es perfecta. El mundo no es Justpeace ni un Distrito. El mundo es más que todo eso.

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