"El tiene una deuda que pagar y ella solo se ha cruzado en su camino"
Ivee Blackwood regresa a vivir con su padre tras la muerte de su madre, regresar a esa ciudad ha abierto varias heridas que aun la atormentan.
Sin embargo quiere dejar todo el pa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Ivee P.O.V
A la mañana siguiente me levanté sin mucho animo de asistir al instituto, debía levantarme al menos una hora antes para llegar a tiempo, así que sin muchas ganas apague la alarma y me metí a tomar una ducha.
Al salir vi que mi nuevo uniforme estaba colocado en la silla perfectamente doblado, visualice una blusa blanca, un saco azul marino que fácilmente podría confundirse con negro, una falda algo corta para mi gusto del mismo tono y una corbata color vino. Me coloqué el uniforme y le agregue unas medias negras traslúcidas debido al frío, encima unos calcetines blancos y mis zapatos negros, al cabo de un rato decidí maquillarme solo un poco y aun así tenía algo de tiempo de sobra así que baje a desayunar algo.
En la encimera de la cocina estaba Alaric, platicando con quien parecía ser la cocinera, una señora mayor, bajita y rellenita que se reía casi a cada comentario de Alaric.
Mi hermano desvió la mirada y me miró recargada en el marco de la puerta-Ivee, acércate te presento a Clara, nos estará ayudando en la cocina.
Clara me miró fascinada.-Oh señorita Blackwood, es usted muy hermosa.-una sonrisa cálida apareció en su rostro.
No supe que decir, usualmente estaba acostumbrada a escuchar comentarios lindos sobre mi físico pero nunca lograba sentirme como me describían, así que solo me limité a sonreír.-Un gusto en conocerla Clara, llámeme Ivee.
-Te llevaré al instituto-interrumpió Alaric.-¿Vas a querer desayunar antes de irnos?
-Si, me haré un pan con mermelada.-dije mientras me acercaba al refrigerador y sacaba lo necesario.
-Señorita Ivee, permítame hacérselo.-dijo Clara intentando tomar lo que ya tenía en mano.
-Solo es un pan con mermelada, si necesito algo no dudaré en pedírselo.-le sonreí y se apartó apenada.
Terminé mi desayuno y subí a lavarme los dientes antes de salir, Alaric me esperaba en su motocicleta.
-¿No podías llevarme en auto?-mencioné mientras me colocaba el casco que me quedaba mas grande de lo que hubiese querido.
-Si, pero se cuanto detestas las motos.-me sonrío de oreja a oreja.
-Oh, pues te lo agradezco.-le dije sarcásticamente y me monte en la moto.
Durante el camino me mantuve aferrada a la camisa de Alaric debido a la velocidad que iba, como si quisiera matarnos, de igual manera dio las vueltas necesarias para que llegara tarde.
