"Un accidente"

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Capitulo I
"Un accidente"

Capitulo I"Un accidente"

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*Ashton P.O.V*

Entré al subterráneo clandestino, las paredes de cemento desgastadas y la poca luz que entraba hicieron que mi vista se tuviera que acostumbrar.

-Ashton, lárgate!-la voz de Hank hizo estremecerme-te he dicho que tu ya no puedes pelear aquí, si Mark te ve, te asesina!

Mark es el dueño del subterráneo y no es como que me vaya asesinar literalmente, simplemente la última vez que estuve aquí no quiso pagarme la pelea que gané y le solté un puñetazo, no quedamos muy bien pero ya se le pasará.

-¡Hank!, una pelea....y me largo-afirme y pase por su lado chocando con su hombro. Me adentre al cubículo, solté mi maleta y me hinque en una rodilla para abrirla, saqué unas vendas y me las coloqué.

Salí por un momento y avise que pelearía esta noche, regrese a mi cubículo y empecé a calentar pegándole al saco de boxeo; Pasó media hora y escuché que Hank me llamaba en la puerta.

-Es tú turno imbécil-dijo Hank, asentí y espere a que saliera del cubículo-suerte, aposte por ti-reí y una sonrisa se formo en mi rostro.

Llegué al ring, había tanta gente que podía sentir el olor a alcohol y sudor, era realmente algo asqueroso, vi a mi contrincante y lo analice mientras nos presentaban, el movía su cabeza ligeramente a la izquierda y entrecerraba los ojos como si intentara escuchar lo que decían, eso me daba ventaja, mi contrincante estaba algo sordo de el oído izquierdo.

>>¡A pelear!<<

Mi contrincante se acercó a mi, intentando atacarme, era fuerte pero muy lento para lanzar golpes ya que no reacciono tan rápido cuando lance un puñetazo directo a su mandíbula, su cara tomó un tono rojo y me miro con mucha ira, lanzó un puñetazo directo a mis costillas, respire profundamente y recobre mi compostura. Terminé de una vez con esto, le di cuatro o tal vez cinco golpes más antes que estuviera en el suelo y la campana del ring sonara.

Me acerque a Hank y reclame mi dinero, saco un montó de billetes y me lo entrego con una gran sonrisa en su rostro.

Inmediatamente que me dió mi dinero salí del lugar subterráneo y me fui a casa, al llegar tomé una ducha larga y agarre algunas sobras de pizza fría que había en el refrigerador.

Estaba acostado en el sillón en cuanto mi teléfono sonó, era Marcus, mi mejor amigo y uno de los chicos con los que vivía.

-Ashton ¡por favor ayúdame!-escuché a Marcus con la respiración entrecortada cómo si se estuviera quedando sin aire.

-¿Está todo bien?-me empecé a sentir algo preocupado.

-Tuve un accidente estoy hacia la carretera pasando el aeropuerto, ayúdame-Al escuchar eso, tomé las llaves de auto y salí tan rápido como pude en busca de Marcus mientras marcaba el número de emergencias, explicando lo que había sucedido.

Al llegar lo vi tirado a media calle, gritando de dolor, cerca de un auto incendiado, detuve el auto a unos metros y corrí hacia el.

En cuanto me vio se soltó a llorar, levanté la moto que estaba quemando su pierna ya que quedó algo aplastada en el escape y lo abrace lo suficientemente fuerte para que supiera que todo estaría bien.

No pasaron mas que unos minutos cuando las sirenas de la ambulancia empezaron a sonar, en ningún momento solté a mi amigo.

-¡Pensé que moriría!-me dijo y lo abrace aun más fuerte.

-Jamás dejaré que eso pase-me levante junto con Marcus en cuanto llegaron los paramédicos.

Subí al auto y seguí a la ambulancia, al llegar al hospital dónde trabaja la mamá de Marcus, fui directamente a buscarla en lo que el lo metían a urgencias.

No fui yo quien la encontró, a la distancia escuche mi nombre, cosa que me hizo detenerme en seco, visualicé a su madre y corrí hacía ella, se veía cansada, debe pasar horas trabajando aquí.

-Elena, su hijo tuvo un accidente, esta en urgencias...el esta bien-agregué inmediatamente al ver su cara palidecer, creo que no soy el mejor expresando las noticias difíciles.

Elena, madre de Marcus, ya había perdido a su marido hace algunos años por culpa del cáncer no me imagino que se sentiría el miedo de perder a un hijo.

Caminamos a un paso muy rápido hacía urgencias y habló con otros doctores que estaban ahí mientras yo esperaba sentado en las incómodas sillas del hospital.

Me levante al ver a Elena caminar hacía mi con una mirada muy triste pero esperanzada.

-Marcus, tiene quemaduras graves en la pierna izquierda, tendrá que ir a terapia para recuperar la movilidad y será un proceso tardado, pero la probabilidad de que vuelva a caminar como antes es alta.

Una lagrima corrió por su mejilla y no pude evitar abrazarla, es muy bajita, tanto que me sorprende que Marcus sea tan alto como yo, definitivamente es una copia de su padre.

-El estará bien, solo tomará tiempo, pero aquí estaremos-Me separé de Elena y me dedicó una pequeña sonrisa.

-No sé si quieras que el regrese a casa durante el proceso-Llevaba al menos cuatro años viviendo con Marcus y otros dos grandes amigos, Aiden y Jax. Ellos siempre estuvieron en todos los momentos difíciles de mi vida, en especial Marcus, esta vez me toca estar para el.

-No es necesario Elena, puede confiar en mi, yo cuidaré de el, lo llevare al instituto y lo traeré de vuelta a casa, si necesita ir a terapia yo estaré ahí.

-Gracias por todo Ashton, si gustas puedes irte a casa, te avisaré cuando podamos pasar a verlo.

-Es como mi hermano, no me iré de aquí.-Y así fue, las horas pasaron y sentía mi culo entumido cada vez mas, me recosté en la banca y esperé a escuchar alguna noticia de Marcus, pero el sueño me ganó.

Al despertar, me dolía la cabeza. Definitivamente dormir en bancas de hospital no era mi cosa favorita pero al menos pude acercarme a una enfermera y preguntar por Marcus, me dió el número de habitación y le agradecí.

Busque el cuarto 1610 y toque la puerta antes de entrar, aunque nadie me contestó abrí la puerta y me encontré con la sonrisa de mi amigo, tenía la mitad de la cara con un moretón y una raspada que iba desde su mejilla hasta su brazo derecho, me acerque a el riendo un poco para alivianar el miedo que tenía de perderlo.

-Eres un imbecil, ¿Sabias?-Fue lo primero que pude decir al verlo, pero estaba tan agradecido de que estuviera vivo.

-Me da gusto verte a ti también-se rio junto conmigo.-No te fuiste-me dijo señalando con su cabeza mi ropa, la misma de ayer.

Me acerqué a ver su pierna, tenia un gran vendaje al rededor de ella. Se veía doloroso.

-Estaba preocupado.-Le respondí-¿Que es lo qué pasó?-me preguntaba cómo fue que tuvo el accidente.

Me senté en el sillón individual que había en la esquina y me quedé en silencio mientras Marcus me contaba cómo fue el accidente.

Perfectos Imperfectos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora