Chapter 5: su rostro

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A la mañana siguiente que fui a la escuela ajax se disculpo conmigo por lo que había hecho el día anterior. Mientras se disculpaba lo veía algo inquieto y asustado trate de preguntarle qué le pasaba pero el rápidamente se alejó de mí y no me molestó más. Se me hizo algo extraño pero no le di importancia ya que por fin dejaría de molestarme, al llegar a casa les pedí a mis papás un cuaderno de bocetos y lápices de colores. Intentaron retrasarme hasta navidad, pero como pasaba la mayor parte de mis  tardes y fines de semana dibujando en mi habitación, papá me dejo abrir uno de mis regalos una semana antes, un cuaderno de bocetos. Strathmore con 100 paginas con un paquete de 50 crayola, y lápices de colores. Empecé dibujando al resto de mi familia, mamá, papá mi hermanito ethan, nuestra gata libby y aunque ya había muerto, nuestro perro pancakes. Luego dibujé nuestra casa, luego nuestro auto, luego mi escuela. Seguí dibujando todo lo que se me ocurrió, árboles, pájaros, insectos, hasta que mi cuaderno de bocetos estuvo lleno. Usé mi asignación para comprar mas libros para poder seguir dibujando. Perfeccione mi oficio, rehaciendo mis dibujos anteriores con mayor detalle. Mis pensamientos consideraron sus palabras “No soy alguien que pueda consumir un océano entero” quería preguntarle si había quienes pudieran, pero no estaba segura de querer saber esas cosas. El Sr. Babycakes no regresó hasta mi primer año de secundaria. Aunque para el, no era como si hubiera pasado el tiempo. Leí sobre sueños lúcidos en el tiempo entre visitas para que cuando regresara pudiera hablar mejor con él. Desperté con una pesadez en mis ojos de nuevo no podía hacer algún movimiento pero eso ya no importaba, lo que importaba era verlo. Mire hacia la esquina y efectivamente ahí estaba el sentado mirándome con un brillo muy hermoso en sus ojos, quise soltar un suspiro pero de nuevo salió el croar de siempre visualicé bien y vi que tenía en las manos el libro con mis dibujos. El sostuvo mis dibujos en sus manos, hojeando, adorando el mayor refinamiento de mis habilidades de dibujo. Llené una docena de blocs de dibujo y actualicé los lápices crayola a prismacolor premier para mis dibujos
— Enid, esto es hermoso, has mejorado mucho. Tienes talento pequeña — Su mayor sorpresa fue cuando después de felicitarme por mis dibujos, hablé con él
— Gracias — dije, viendo las palabras en mi mente mientras lo decía en voz alta. Él volteo a mirarme si tenía sorpresa sus ojos lo mostraban.
— Bien, has estado muy ocupada, no niña, has crecido mucho la última vez que te vi eras más pequeña — dijo haciendome reír y mi mente se lo dijo ya que él pareció percibirlo y también río leve provocando algo dentro de mi por su adorable e inocente risa
— ¿Tienes alguna pregunta que te gustaría hacer? — Pensé en una buena pregunta y cuando finalmente la tuve se la dije
— ¿Tienes rostro detrás de la máscara? — lo vi soltar un leve suspiro creí que lo había echo enojar pero luego lo escuché soltar romper en carcajadas adorables
— Claro que tengo rostro, solo que los demonios acostumbramos a no mostrarlos, porque la pregunta niña, — dude un poco hacerlo pero tome valor y le pregunté
— ¿Me dejarías ver tu rostro? — me miró unos segundos en silencio haciendo arrepentirme de habérselo preguntado
— ¿quieres ver mi rostro? - me pregunto y mi mente escribió un “sí” igualmente en voz alta. Él soltó un largo suspiro y se levantó de la silla en la que estaba, pasó sus manos por la máscara hasta quitarla y fue cuando por fin pude ver su rostro, estaba pálido y tenía la piel morena y pecas al rededor de el rostro. Su mandíbula perfectamente marcada, sus ojos de un color rojizo y chocolate intenso, tambien pude por fin ver su hermoso cabello oscuro y tenía al sospechar que lo tendría largo ya que le llegaba hasta la nuca y el estilo de pelo que tenía era melena ondulada con rizos en dos bloques y flequillo arriba de las cejas, sus labios finos de un tono rojizo y carnoso, y el olor a café amargo que exhalaba a acercarse a mi. Y así fue como me perdí en el
— tu, eres muy lindo señor babycakes — dije en mi mente olvidando por completo que el también podía escuchar mis pensamientos. El sonrió de una forma dulce y inocente
— Muchas gracias por el halago, pequeña — juraría que mis mejillas estaban de un color rojo ya que las sentía un tanto calientes. El trato de volver a ponerse la máscara de porcelana pero yo sé lo interpuse pidiéndole que porfavor ya no la usara más él obedecío y guardó la máscara en su abrigo
— Sabes señor babycakes, tienes cara de llamarte william y tener 16 años  — mi comentario lo hizo reír logrando ver por primera vez sus lindos hoyuelos en sus mejillas
— ¿Alguna otro pregunta, o deseo?, pequeña — fue lo que me pregunto, yo pensé en preguntarle sobre si habían quienes podían consumir un alma entera pero preferi dejarlo así y respondí que no entonces él se acercó a mi y cerró mis párpados
— tú también eres muy linda, pequeña — logre escucharlo antes de caer dormida.
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narrador: el chico había vuelto a ver a enid después de un largo tiempo No estaba de todo seguro de cuando volvería a verla ya que esa información se la proporcionaba sí padre siendo sincero. Últimamente no sabía que le pasaba con aquella rubia pero al recordar su hermosos ojos o que lo había llamado lindo inconscientemente piensa tonterías y sonríe de forma tonta, pero inmediatamente recordaba la regla que su señor le puso
“Nunca, nunca, enamorarse de una humana” y no es que el chico estuviera enamorado de ella o de sus lindos ojos y maravillosos dibujos. tenia mucho cariño hacia ella y en parte es una niña no puede enamorarse de una pequeña niña..., o ¿tal vez si?
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Envidio tu cabello babycakes

After Dark - Wenclair adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora