Chapter 8: william

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Narrador enid: pasó una en semana desde aquella noche. El chico con el que había chocado no lo había vuelto a ver como tampoco volví a ver mi cuaderno. Pase la mayoría de los días haciendo nuevos dibujos para el ser Sr. Babycakes ya que sabía que en algún momento me volvería a visitar y no quería dejarlo sin sus dibujos. Le pregunté a xavier si había vuelto a tener una experiencia como la que había contado aquella noche el respondió que aveces solo cuando tenía parálisis del sueño pero que ya estaba acostumbrado pero aún seguía aterrorizado siempre. Leí en internet sobre qué a muchas personas se les presentan algún demonio al tener parálisis de sueño, todas las historias eran aterradoras sobre cómo buscaban hacerles daño. Cosa que se me muy raro ya que el Sr. Babycakes era lo opuesto totalmente a lo que hacían parecer a los demonios, esa noche me fui a acostar más temprano de lo normal después de haber terminado el dibujo de Sr. Babycakes pensé un poco en lo que últimamente he estado sintiendo por el Sr. Babycakes, esto que he estado sintiendo desde hace un tiempo, cabeza hecha un mar de pensamientos en todos y cada uno de ellos estaba el. Ese sentimiento de aprecio poco a poco se había convertido en algo más ya no era solo sentirme emocionada al verlo. Era diferente, de un día a otro de repente pensaba en él y una sonrisa de tonta se dibujaba en mi rostro, pensaba en su voz cuando me decía “pequeña” es profunda y algunas veces tan suave y dulce que podría hacerme dormir, cada que cierra mis párpados y me desea dulces sueños. En su bello rostro con pecas y su hermoso cabello con rulitos. Ahora inconscientemente nos dibujaba caminando tomados de la mano en un hermoso jardín a media noche, incluso pensé en cómo se sentiría poder abrazarlo e inhalar su aroma a café amargo, no era tonta obviamente sabia de que se trataba esos sentimientos pero me rehúsaba a entenderlos. En base a eso me quede pensando en todos los sentimientos que tenía hacía él. Pero un ruido llamo mi atención asumi que era una pelea de mis padres ya que últimamente han discutido mucho, ellos piensan que mi hermano y yo no notamos sus constantes discusiones pero estaban muy equivocados, me asome un poco para observar y estaban ellos discutiendo sobre el trabajo de mi papá, los miré por unos segundos y me pregunte en cómo acabaron en esto volví a encerrarme en mi habitación me acosté en la cama y recorde los momentos de cuando éramos una familia feliz
*FLASHBRACK* (narrador)
Una pequeña enid balanceaba sus pequeños pies por el sillón admirando a sus padres mientras se abrazaban y se daban muestras de afecto, y su hermano jugaba con uno de sus juguetes
— muy bien mis pequeños es hora de ir a dormir — su padre cargo a ambos niños en brazos
— pero papi no quieremos dormir — el pequeño hermano había protestado antes que la pequeña.
La señora sinclair solo miraba la escena con ternura y una sonrisa
— entonces que quieren hacer mis pequeños — pregunto a los pequeños mientras los bajo al suelo los niños hicieron un gesto pensativo poniendo sus puños en la mandíbula, pero ni tiempo les dio de contestar ya que comenzaron a escuchar una encantadora melodía, proveniente de la sala en la que estaban, su papá volteo a mirar a su amada esposa ya que había puesto en el tocadiscos byronstatics de color negro la canción que ambos amaban bailar cuando eran jóvenes
— ¿que es eso mami? — preguntó de manera dulce la pequeña sinclair, su padre la miró y volvió su mirada a su esposa camino hacia ella y estiró su mano para que la tomara comenzando a danzar
“Wise men say...,only fools rush in..., but l can’t help..., falling in love with you” los señores sinclair se movían al ritmo de la música uniendo sus frentes y mirándose con tanto amor mientras bailaban. Ambos pequeños miraban con amor a sus padres bailar, pero enid era la que más prestaba atención a la escena, su corazón se sentía en paz sus ojitos brillaban con intensidad. Pensó y supo que es lo que quería en un futuro, bailar “Can't Help Falling In Love” de Elvis Presley con el amor de su vida.
*Fin del FLASHBRACK* (narrador enid)
me había quedado dormida recordando ese momento especial hasta que pronto desperté de golpe pero sin poder moverme, mi corazón comenzó a latir muy fuerte pues ya sabía de que se trataba. Mire hacia la esquina de mi habitación y ahí estaba el, con sus aterradores pero encantadores ojos mirándome
— Es un gusto verte de nuevo, pequeña —
Me regaló una de sus hermosas sonrisas. Por Dios es tan lindo, pensé, él pareció no haberlo escuchado porque se sentó como
Siempre a una esquina de mi habitación sin decir nada solo a mirarme
— lo mismo digo — le respondi tratando de sonreír pero fue en vano por obvias razones
— Veo que te gusto la pulsera pequeña — recorde de golpe la pulsera en mi muñeca parpadeé unas cuantas veces y el río por mi obvio nerviosismo, le agradecí y se acercó un poco a mi
— Por cierto, encontré tu cuaderno y no te mentiré observe todos los dibujos que tienes de mi, y son hermosos te agradezco mucho por hacerlos para mi — sentí alivio al saber que no lo había perdido pero me preguntaba cómo rayos lo encontró pero solo decidí no darle tanta importancia al asunto
— Y bien tienes preguntas para mi, pequeña — pensé en qué preguntar en entonces mi mente pensó rápido y solté la pregunta
— señor babycakes. ¿Usted está casado? — me miró y soltó una carcajada. No entendí porque le causaba risa
— No estoy para esas cosas en este momento — simplemente respondió mirando a la ventana de mi habitación sentí alivio al saber eso y lo peor es que no quería sentirlo
— ¿y porque no? — pregunté pero él no respondió pensé que no lo había preguntado bien así que intente volver a preguntar pero él respondió antes
— nunca he estado interesado en alguien o enamorado. Pero sé que algún día llegará alguien especial, y estaré feliz con ello — por una extraña razón mis mejillas se tornaron rojas y sentí un punzón en el estómago
— ¿los demonios pueden amar? — el me miró con una ceja alzada mientras se ponía de pie y se acercaba a mi inclinándose frente mi rostro, me va a besar o que, pensé con las mejillas sonrojadas
— Claro que podemos amar, somos como cualquier ser tenemos corazón y sentimos emociones. Es verdad que tenemos la habilidad de engañar con facilidad, pero por esa misma razón cuando decimos la verdad tiene más peso que cualquiera. Y cuando queremos a alguien la amamos con más intensidad que ningún otro.. — dijo en un tono bastante profundo y se alejó quede perpleja por sus palabras él lo noto y río de la dulce forma en la que siempre lo hacía miró
— ¿Que linda esta la luna hoy no crees? — preguntó mientras se volvía a sentar, yo mire hacia la luna y asentí en mi mente él volvió a mirarme con una bella pero leve sonrisa dulce
— ¿tienes alguna otra pregunta pequeña? — pensé un poco y sabía perfectamente que quería preguntarle pero tenía cierto miedo a que se enojara conmigo
— ¿demás de ti, hay otros demonios que cuidan a los humanos? — el soltó un suspiro y respondió con un
— Mmmm, solo nosotros cuadro demonios tenemos a un niño asignado a cuidar. Mi compañera demonio número 2 divina, ella cuida a una chica. Pero también suele asustarla mucho. Demonio 3, Bianca cuida a un chico creo que se llama, Xavier. No sé es que suelen hablar de ellos aveces pero soy muy malo recordando nombres. El demonio cuadro, Tyler el cuida a Ajax. Y por último estoy yo, Sr. Babycakes y cuido a la pequeña enid sinclair — tenía muchas preguntas y pocas respuestas, estaba bastante sorprendida ya que conocía a todos eso chicos
— ¿y porque solo a nosotros cuadro nos están cuidando? — pregunte y él sonrió
— por qué los oscuros quieren almas sinceras y puras, por palabras de mi señor sabemos que ustedes cuadro tienen esa alma sincera y pura que buscan por eso mi padre nos asigno a cuidarlos. He cuidado a más niños pero esos fueron muy irritables y no pasó más de una noche ya que no han tenido parálisis del sueño hace un largo tiempo — me respondió pero esta vez su tono era suave no profunda — ¿pero, ellos tienen nombres. Porque tú no tienes uno? — pregunte ya que tenía mucha curiosidad de saber el porqué de no tener nombre si los demás tres demonios tienen uno
— Los humanos nos dan nombres y así suelen reconocernos en el infierno, ellos ya han adoptado tomar el nombre por el que les llaman los chicos, yo tengo uno, y es el que me pusiste Sr. Babycakes— me respondió guardando sus manos en los bolsillos de su abrigo. Era cierto que le había puesto ese nombre pero solo para que no me diera tanto miedo pero en cierta forma no es un nombre verdadero como el que tienen los demás
— como te dije anteriormente, tienes cara de llamarte william — el río por mi comentario mientras lo miraba esperando respuesta.
— Pero tú me llamas señor babycakes — me miró con un gesto  confundido
— Sí porque te tenía miedo — le respondi en mi mente y el hizo un gesto de pensarlo
— ¿Entonces piensas cambiarlo y dejar de llamarme Sr. Babycakes? — me miró aún más confundido y con el ceño fruncido
— No precisamente te dejare de llamar Babycakes — dije, y logre visualizar una carita burlona en mi mente el soltó una risita y miró al suelo
— Me parece agradable — levantó la mirada de nuevo encontrándose con mis ojos. Sentí su mirada y mi corazón latió más rápido de lo normal mis manos sudaban y sentía pequeños dolores en el pecho y solo con mirarme así. Aparte la mirada hacia la ventana con mi rostro muy rojo como un tomate, debía reaccionar no podía sentir esto por el, pensé.
— Entonces ya tengo otro nombre aparte de Babycakes — lo vi sonreír y alzo el dedo gordo en gesto de aprobación
— Y ¿te gusta la música, Sr. Babycakes? — le pregunté y él lo pensó un poco
— Algunas, no son muchas las que he logrado escuchar. Pero no estoy negado a la idea de conocer más de la música del mundo humano — quería soltar una risa así que solo pensé en un emoji riendo el pareció entenderlo y solo asintió, agradecí por molestarse en responder mis preguntas el solo me dedico una sonrisa muy linda después me pregunto si tenía alguna otra pregunta yo respondí que no entonces cómo siempre se acercó a mi a cerrar mis párpados. Lo espere ya lista pero esta vez fue diferente ya que se agachó y se acercó a mi. Tomó mi mejilla y la acarició un poco luego me sonrió y dio un tierno beso en mi frente luego puso sus dedos en mis párpados y los cerró.
— Dulces sueños, linda — juraría que mis mejillas quemaban de lo rojas que estaban logre soltar un suspiro y perdí la conciencia quedando dormida por el suave y tranquilzador toque de mi demonio
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Espero no hayan errores

After Dark - Wenclair adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora