Tambien necesitamos ser egoistas

LOS BAJONES

LOS BAJONES DE LA AUSENCIA
Hasta el día de hoy luego de más de un año desde mi última ruptura he tenido bajones, de esos que te hacen querer volver a ese lugar de nuevo, es todo un esfuerzo el pensar bien con la cabeza y no el corazón, es un proceso repetirte que ese lugar es malo, que no mereces estar de vuelta ahí, que solo sufrirás de nuevo.

Tener que ser valientes para no recaer, como si de droga se tratara, y es todo un reto, debes tratarte bien diciéndote cosas malas, pero que indirectamente te estas dañando para sentirte bien, “él no te ama, no te quiere, él no te necesita, no le importas”, cuesta creerlo porque aún existe un ápice de esperanza que te hace creer que tal vez ese amor se pueda recuperar para ahora si salir adelante juntos.

Llegará el día en el que te darás cuenta que nunca saldrás de ese círculo vicioso, así que optaras por decirte esto, la verdad cruda y sin hielo para que tu corazón por fin entienda que no perteneces a ese lugar.

Al final del día es todo un proceso, aprendes a ver películas solo, aprendes a salir sin compañía de alguien, a hacer de nuevo las cosas que te gustan y esos recuerdos pasados se van esfumando con cada acción que realices.

Luego de un año entre en ese círculo de ni contigo ni sin ti, no me pregunten por que, ahora es como que le echo de menos al no tenerlo cerca luego de unos días, pero a la hora de tenerlo simplemente me siento aburrida, asqueada y con ganas de irme, supongo es parte del proceso, por lo menos ahora de lo aborrezco de cierta forma cuando antes hasta el estar con él me ponía ansiosa, ni siquiera había llegado a su casa cuando ya lo estaba extrañando, deseando poder pasar más tiempo, poco a poco lo he estado soltando, cortando vínculos, superando recuerdos.

Y a lo mejor no los olvide al 100% pero sé que los tendré guardados en una cajita muy especial en mi corazón que dirá “mi segundo amor”.

Es por eso que ha dolido tanto, por ser el segundo, ese que te enseña que no se puede tenerlo todo, el que te enseña lo que es realmente el amor propio por sus actos egoístas, el segundo amor puede doler, y destruirnos, pero solo nosotros sabemos si tomaremos ese dolor para hundirnos o para crecer.