Era de las que creía que el propósito de mi vida era tener éxito, tener una carrera, casarme, tener hijos o una casa grande.
Era de esas que me quedaba callada y pasaba el tiempo complaciendo a los demás.Tuvo que pasar mucho tiempo
Tuve que romper cadenas
Tuve que cerrar círculos, mejor dicho, quemarlos.
Tuve que hacerme pequeña, para engrandecerme al fin.Y aunque todo estaba escrito, yo seguía buscando respuestas, en donde solo había desierto.
El único propósito en mi vida era, ES SER Feliz.
Y aunque tardé un poco en descubrirlo, ahora que lo sé, solo estoy agradecida, porque tengo todo lo que necesito y lo que no tengo es porque no es para mi.Soy feliz y lo más importante que he aprendido es que mi felicidad no depende de nadie más.
Sigo abriendo los brazos para las cosas buenas
Sigo aprendiendo a recibir
Sigo mereciendo lo mejor
Sigo sacando lo estancado y moviendo hacia al frente eso que me hace sonreír.
Aprendí a AMARME en mayúscula y eso, es todo lo que importa.