❀ Capítulo 6.5 ❀

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6.5||Una fiera enojada.||

Favorite girl - Justin Bieber.

Tanner:

Siempre quise hacer la ridiculez de apretar el acelerador una y otra vez, para llamar la atención en un sitio.

El Aston Martin descapotable de mi padre, rugió cuando doblamos la esquina hacia la calle ya ruidosa de la casa de Matt.

La multitud empezó a formar una especie de circulo en el jardín, atentos a quien fuese que estuviera a punto de salir del auto "desconocido".

—¿Eso era necesario? —preguntó Faith con una ceja arqueada.

—No, pero me vi genial haciéndolo.

—Me das asquito.

—El sentimiento es deliberadamente mutuo, Lawrence. —Sonrió de lado, mientras se miraba en el espejo una última vez para retocarse el labial que, en mi opinión, seguía igual de perfecto.

Nadie pidió tu opinión.

Aparqué justo frente a la casa —en donde Matt nos había guardado un lugar para estacionar —, y como si lo hubiéramos planeado, nuestros ex y Susanna se encontraban en la acera. Con sus respectivos grupos, y los ojos puestos en la pintura plateada brillante y los vidrios polarizados.

—¿Estas lista fierecilla? —Faith rodó los ojos por el mote, cerró el espejo enseguida y asintió—, quita esa cara.

—No puedo arrancarme la piel, Tanner.

—Sabes a qué me refiero, boba —añadí rodando los ojos, fruncí el ceño siguiendo su mirada. Estaba viendo al idiota de Roger, mientras se jugueteaba las mangas del top y las jalaba una y otra vez hacía abajo, como si sintiese que no le cubrían lo suficiente. Estaba nerviosa—. Hey... Faith.

—Siento que voy a vomitar todo lo que comí en el día —dijo soltando un suspiro—, ese idiota me causa severas ganas de cometer un crimen.

Solté una carcajada que la hizo mirarme. De todas las cosas que creí podría decirme, que quisiera matar a su exnovio, seguro fue la que menos esperé, pero sin duda la que me haría más feliz.

De todos modos, no permitiría que cometiera un delito, mucho menos sabiendo lo que mis padres podrían hacerme a causa de ello.

—Por un momento creí que te pondrías a llorar.

—¡Oh dame un respiro! ¿En serio piensas que alguien como yo, desperdiciaría maquillaje por alguien tan insignificante como él? —Rodó los ojos y se lanzó el cabello hacia un lado con una mano, me llevé las mías a la cara para tratar de controlar la risa—, él se lo perdió, yo solo estoy aquí, observando mi momento más humilde.

—Yo no lo llamaría humildad, sino falta de la vergüenza.

—¿Qué te digo? Es cuestión de percepción.

—Y al parecer de daño ocular ¿Qué le viste a ese imbécil? —pregunté mirándolo rápidamente. Llevaba como siempre el cabello pelirrojo hacia atrás y la cazadora de cuero que al parecer lo hizo atractivo para la Faith de quince años—, tendré pesadillas.

—Dejemos de hablar de mis episodios lamentables y hagamos esta porquería.

—¿Lista?

—Nací lista cariño, dale.

Apagué el motor y baje rápidamente del auto para dar la vuelta y abrirle la puerta.

Salió dando un pequeño saltito con una sonrisa. Tomé nuestras cazadoras, su bolso, y caminamos hacia el nido de cuervos que estaban dispuestos a sacarnos los ojos.

La guía de consejos de Faith. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora