Las 1.000 formas de morir

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9/5/2023

A todos nos espera vigilante la centinela oscura, el final del camino que cada minuto se vuelve más próxino y que reina sobre la consciencia del ser humano mediante el temor a su llegada.

Por más que esta sea la idea socialmente difundida realmente yodos morimos antes de que esto suceda, lo hacen sueños, esperanzas, ilusiones, planes, recuerdos, emociones, amistades, relaciones, intenciones... Inclusive nosotros mismos, o en otras palabras lo que somos cuando vamos quemando etapas vitales, pues ahí es en donde reside la naturaleza mutable de la existencia.

Morimos en un último "adiós", al presenciar por última vez un paisaje, con aprendizajes y nuevas experiencias, por descubrimientos y desengaños; sin embargo cada vez que lo hacemos nuestro ser renace y experimenta una metamorfosis total o parcial en base a la experiencia causal.

Hecho tan cotidiano es tachado erróneamente de "tragedia" cuando el substantivo adecuado debería ser "evolución", la oportunidad de amoldarse a un entorno el cual opone resistencia para obligarnos a mejorar y tratar de hacer de nosotros una mariposa de lo que fue una larva.

Morimos infinidad de veces, mas al no ser de forma física nadie se percata de ello y debido a este fenómeno es que yo poseo la osadía de afirmar "no estoy muerta pero tampoco estoy viva, simplemente soy vida de forma parcial".

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