•˖* 𝙀𝙨𝙘𝙪𝙡𝙩𝙪𝙧𝙖 𝙝𝙪𝙢𝙖𝙣𝙖 ೃ

4

Sunoo y sus padres llegaron tranquilamente a la casa o mejor dicho mansión de Mina, claro el trabajo de su padre y Mina era de buena paga, así que claramente estos eran de dinero.

Mina los recibió y los pasó a la sala para poder hablar más cómodos.

Los mayores hablaban de algunas cosas de trabajo, nada interesante para Sunoo todo lo que hablaban era aburrido para el así que decidió checar su teléfono pero la pila ya se había agotado por completo, no le quedó de otra más que pretender de lo que hablaban Mina y sus padres.

Para la buena suerte de Sunoo quien por cierto ya le rugía la pancita, Mina decidió pasarlos al comedor y esperar el bufet.

El hijo de Mina no llegaba, esto hizo enojar a esta, le había dicho con anticipación sobre la cena y ella realmente quería que su hijo estuviera ahí ya que Mina y BangChan eran como hermanos y quería que sus hijos se conocieran para que tuvieran una amistad.

Llego la cena, los sirvientes sirvieron los platos y diablos esa comida era muy buena.

–Espero que les halla gustado, yo cocine todo– Exclamó Mina.
–¡Oye te quedo demasiado rico– contesto Seungmin con gran sinceridad.
–Wooah, esto es lo más delicioso que e probado, aparte de la comida de Minnie jeje–respondió Bang.

Seungmin miró a Bang con una sonrisa en la cara, el sabía que sus platillos no quedaban tan ricos como los de Mina, pero le alegraba que su esposo hablara como si fueran los mejores platillos del mundo.

–¿Y tú Sun, que opinas de la comida?– pregunto Mina.
Sunoo estaba tan impresionado del sabor que hasta no podía responder, era lo mejor q había probado.
–¡Dios! Esto está demasiado rico, lo comería hasta no poder más– contesto Sunoo viendo con un enamoramiento al platillo.

Mina sonrió tanto al escuchar los halagos que le habían dado de su comida, en realidad le alegraba mucho escuchar eso, siempre quiso escuchar a su hijo decirle tales halagos, lo malo que este solo comía y se iba, no era de tanto hablar con Mina ya que no eran tan cercanos.

Se escuchó como se habría la gran puerta de la mansión y como después alguien caminaba hacia el comedor.

–Hijo llegaste– Mina se alegro de ver que su hijo si había llegado a la cena.
–Hola mamá– El chico saludo a su madre de beso, no eran cercanos pero para ellos era costumbre saludarse y despedirse de beso. –Perdón por llegar tarde, estaba ocupado– Dijo el chico mientras se sentaba para cenar con los demás.

–DIABLO– Pensó Sunoo, el hijo de Mina era el chico que le había llamado la atención cuando iba de camino a la universidad.
Sunoo pensó que jamás lo encontraría, pero en realidad fue más fácil de lo que pensaba.

–Este es mi hijo Sunghoon–.
–Hola mi nombre es Sunghoon, Park Sunghoon, tengo 24 Años y estoy en mi último año de universidad– Se presentó de manera respetuosa.

Decidieron seguir con su cena, Sunoo disfrutó de la comida y algunas veces se le escapaban unas miradas para ver a Sunghoon.
Cada vez que lo veía le brillaban los ojitos, era demasiado guapo que no podía dejar de verlo.