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Cap.7

Pov Jungkook

Las tres primeras horas de clase ya habían terminado. Namjoon se me había disculpado, no sólo una vez, sino millones de veces. Por suerte a tercera no tenía clase con el, ya que el se iba a francés y yo a clase de griego.

Lo que peor se me daba era el latín. Por fin acabó la clase.

Caminé junto con Yoongi hacia la cafetería, allí nos encontramos a Namjoon y Taehyung sentados, nos habían escogido asiento. Nos sentamos con ellos alrededor de la redonda mesa que había.

-Por fin venís, tontos.-Dijo Taehyung.-Agradeced que hemos pillado un buen sitio, y las bandejas.

-Te va a agradecer tu madre.-Contestó Yoongi, Namjoon y yo reímos.

-Si la conocieras te pegaría con una chancla.-Dijo Taehyung, sonriendo.

Estuvimos un buen rato hablando. Para nuestra suerte, el recreo o descanso duraba una hora. Estuvimos unos minutos comiendo, y el resto de tiempo nos fuimos al patio. Estábamos paseando, tranquilamente cuando se repente me detuve.

Jimin caminaba de la mano con otro chico. Con uno de sus amigos....

Apreté mis puños. Taehyung, Yoongi y y Namjoon se voltearon hacia mi.

-Es mejor que vayamos por otro sitio.-Dijo Namjoon, incómodo.

-No, no iremos por otro sitio.-Dije, camine en dirección de ellos.

Mis amigos se quedaron quietos, viéndome. Pasé por al lado de Jimin, empujándolo con mi brazo en su hombro. Noté su mirada, yo aún así seguí mirando hacia otro lado, notaba varias miradas. Le había agarrado un odio a aquél rubio idiota. Pero no sabía el porqué me molestó verlo con aquél chico, si sabía que eran amigos pero, ¿eso a agarrarse de la mano y pasear juntos como si fueran una pareja?. Era algo estúpido.

A la siguiente hora tenía historia. Estaba sentado al lado de la ventana. Trataba de atender en la clase, pero mi mente se iba a otra cosa. ¿Qué mierda se creía ese chico?¿se creía que era divertido jugar con personas?. El me estaba provocando.

-Jungkook, responde.-Dijo la profesora, sosteniendo la tiza en una de sus manos, mi mirada se dirigió hacia ella.-¿Quién es Mozart?

-¿Qué?.-Pregunté, embobado, ella rodó sus ojos.-Lo siento profesora, estaba....

-Pensando en otra cosa.-Dijo ella.-Procura estar más atento y corregir las actividades.

Asentí con mi cabeza. Mi corazón latía deprisa.

Empecé a escribir las cosas que ponía la profesora en la pizarra con aquella ruidosa tiza blanca que al escribir chirriaba. Mi mirada se dirigió hacia la ventana. Vi a un grupo de personas correr por la pista de fútbol y rugby.

La ventana daba a las pistas del patio.
Había una pista de fútbol y rugby, ambos combinados, también otra de baloncesto, lo demás ya era el patio, con sus banquillos, con sus árboles y césped.

Pero pude distingir en aquél grupo a alguien.

Jimin.

El corría, llevaba un top que mostraba un poco su abdomen, y unos pantalones o mallas negras los cuales resaltaban su trasero. Su cabello se movía al ritmo en el que corría. Podía verlo agitado, lo que me recordó a aquella noche, cuando se movía, cuando daba saltitos sobre mi polla, cuando gemía desesperado de placer por mi, cuando lo embestía y le daba sin piedad y el aún así pedía más y más. También me acordé de cuando se corrió, o de su tacto, también de sus besos. Cuando lloró hasta de placer, cuando me suplicaba por más y más, cuando nos dábamos calor.