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Cap 16

Jungkook miró a Jimin una vez ya en el coche, no había dicho nada, sólo conducía.

-Jungkook...-Dijo Jimin, a lo que el pelinegro lo miró de reojo.

-¿Te estaban obligando o no?.-Preguntó sin mirarlo, volviendo su mirada hacia la carretera, apretando el volante con sus grandes manos.-Contesta.

-Jungkook, sabes que...-Desvió la mirada, a su mente vinieron los recuerdos de su propia madre amenazándolo, no sólo a el, sino al pelinegro, les  haría la vida imposible, Jimin no quería arruinarle la vida a Jungkook por su culpa.-No...no me obligaron.-Mintió, de repente, el otro chico comenzó a llorar, silencioso.

-No me quieres...¿no?.-Dijo el.

-No es eso.-Respondió enseguida Jimin.

-Claro que lo es, joder.-Protesta Jungkook y dirige su mirada hacia Park quien está jugando con sus manos, nervioso.

-Te quiero.-Dijo Jimin mirando al pelinegro, pero este sólo desvió la mirada, sus lágrimas recorrían sus mejillas.-Jungkook....

-Vete de aquí.-Ordenó Jungkook, su corazón latía deprisa.

-Dímelo a los ojos...dime que me vaya.

Jungkook miró fijamente a Jimin.

-Y tú dime a los ojos que no fuiste obligado, Jimin.-Contestó Jungkook.

-Yo...no fui obligado.-La voz de Jimin tembló al decir eso, pero logró decírselo aunque fuera mentira, algo que hirió completamente a Jungkook oír aquellas duras palabras.

-Vete.-Pidió Jungkook, desvió su mirada hacia la ventana del coche.-No te quiero ver más.

Jimin no fue capaz de decir nada más, sin más se bajó del coche y se marchó de allí al mismo tiempo que Jungkook lo miraba irse.

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8 años después

Pov Jungkook

La lluvia caía y golpeaba sin fuerza alguna los cristales, conducía camino al estudio de grabaciones, todos estos años atrás había estado estudiando música y artes escénicas, ahora me dedicaba al mundo de la música.

No obstante, cada vez que pisaba un coche pensaba aún en Jimin, ¿qué había sido de el?. No lo volví a ver desde aquella última vez, y deseaba con todo mi ser verlo, hablarle, besarlo. Sin embargo aquello no volvería a pasar, era cosa del pasado, y la única oportunidad que tenía para verlo era en sueños, la única oportunidad de tocarlo y escuchar su voz era en mis pensamientos y sueños.

Una parte de mi lo extrañaba y necesitaba aún, otra parte lo odiaba.

Sin más entré al estudio. Allí me encontré con mi mánager Kim.

-Como sabes, tu último disco ha sido un gran éxito en los ultimos dos meses.-Dijo el, organizando algunas hojas entre archivadores y carpetas sobre el escritorio de la oficina.-Creo que esta colaboración con la señorita Jiwoo será un éxito.

Desvié la mirada, serio.

-Jiwoo es una chica estupenda, Jungkook.-Comentó, lo miré.-Deberías de darle una oportunidad a conocer gente nueva.

-No es tu incumbencia.-Respondí, cortante.

-Señor Kim y señor Jeon.-Alguien abrió la puerta de la oficina, era un señor mayor.-La señorita Jiwoo está aquí con su mánager, lista para grabar la canción.

No dije nada, y mi mánager tampoco.

Sin más nos fuimos al estudio.

Conocí a Jiwoo, era una chica linda y se comportaba bien con los demás. Su cabello era largo y de color negro, de estatura un poco baja. Estuvimos un rato hablando, luego nos fuimos a grabar la canción en el estudio.

La canción era dedicada a la obra de Sheakspeare "Romeo y Julieta", era una canción de amor sobre dos personas que no pudieron estar juntas, y honestamente, me recordaba aquello a Jimin. Pero ya habían pasado ocho años. Las cosas habían cambiado, y probablemente el ya había encontrado a alguien mientras yo estaba pudriéndome.

¿El pensará en mi al igual que yo en el?
A pesar del tiempo
Te extraño, Park

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Pov Jimin

Habían pasado ocho años.

Mi madre me había obligado a casarme con una mujer, con una mujer que yo no amaba.

Hace ocho años, cuando me separé de Jungkook,, mi madre me dijo que jamás lo volvería a ver, que me obligaría a casarme con una mujer. Yo no le creí, sin embargo fue capaz un año después.

Estaba casado con Nayeon y teníamos un hijo.

Ella me quería, y me dolía porque no podía corresponder sus sentimientos por mucho que estuviera casado. Yo no era feliz, no era feliz con una mujer, no era feliz con alguien que no fuera Jungkook. Habían pasado años y lo seguía queriendo. Pero ya lo daba por perdido.

No obstante, no podía parar de ver sus videos en Youtube, escuchar su voz en las canciones que hacía. Me acordaba de las noches que el me cantaba, o las veces que me contaba su sueño sobre ser un gran cantante y el mejor guitarrista. Y lo llegó a ser. Lo extrañaba y cada día deseaba verlo, y tener una oportunidad más.

Es irónico.
El popular era yo antes, y ahora lo es el.

10:00AM

Estaba en el apartamento donde vivíamos Nayeon y yo. Ella era una chica linda, aunque a veces me ponía tenso porque me obligaba a hacer cosas que no quería, como tener relaciones sexuales.

-Jimin.-Me giré, Nayeon se acercó a mi, yo estaba en la cocina limpiando algunas cosas.-¿Hoy iremos de compras, no?

La miré, desanimado. Sólo asentí.

Hacía mucho que no sonreía, ni siquiera reía de manera sincera. Era como vivir en una mentira.

-Mark está ansioso por ir al parque.-Me abrazó por detrás, desvié la mirada.-A veces parece que el pequeño te quiere más a ti que a mi.

Mark era nuestro hijo, se parecía mucho a mi, excepto sus ojitos, que me recordaban a Jungkook porque tenía ojitos de conejo. Nayeon estaba celosa muchas veces de la relación que teníamos el pequeño y yo, Mark y yo siempre jugábamos, o cocinábamos juntos. Éramos unidos.

Estábamos en el centro comercial, habían muchas tiendas. A Nayeon siempre le gustaba ir allí a comprar.

-¡Ay Jimin, vamos alli!.-Dijo Nayeon señalando una tienda que al parecer era de lencería, ilusionada, la miré, serio.

-Voy con Mark a otra tienda.-Contesté, agarré la manita de Mark.-Piensa en nuestro hijo, por dios.

-Siempre lo arruinas todo.-Espetó ella, alzando la voz, asustando un poco a Mark.-Pues ¿sabes? iré yo sola, allá tu.

Mark nos miró, confundido, lo miré y sonreí un poco intentando animarlo.

-Tranquilo cariño, está bien.-Me agaché para abrazarlo, el también me abrazó a mi.-Todo está bien.

-Está bien, papi.-Dijo el pequeño, le di un besito en la frente.- ¿Y si vamoz a losz juegoz?

Sonreí enternecido, el pequeño no pronunciaba muy bien la "s", aunque era lo normal para su edad, tenía 5 años. Lo agarré en mis brazos y lo llevé a la zona de juegos.

Comenzamos a jugar.

Luego lo llevé a comer en el Mc Donals, su lugar favorito.
Nayeon no había llamado para ver cómo estábamos ni siquiera.
En verdad me dolía, porque no le importaba su hijo. Y sabía perfectamente la sensación de que tu misma madre no te quiera. Lo sabía perfectamente.

De repente, cuando comíamos, vi a lo lejos a alguien.
Sentí un escalofrío pasar por mi cuerpo. Se parecía a Jungkook.

De repente se giró, estaba con un chico, buscando asiento. Entonces me vió, yo lo vi a el.

Mi corazón latía deprisa.
El estaba hermoso.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Papi, ¿eztaz bien?.-Preguntó el pequeño, pero yo no podía apartar la mirada de Jungkook, y Jungkook tampoco de la mía.

-Jungkook...-Murmuré.

Continuará