CAPÍTULO 5: El Doctor

11 2 7
                                    


—¡Vino el doctor! —Exclamó uno de los niños medio adormilado mientras intentaba ponerse de pie.

Se trataba de un muchacho muy apuesto y alto, tenía el cabello castaño oscuro que terminaba con las puntas paradas y rubias, su rostro cuadrado se complementaba con unos ojos bizbirindos color miel que eran encasillados por unas gafas redondas y su sonrisa muy efusiva que dejaba ver una dentadura debidamente cuidada; estaba vestido con una camisa color gris, corbata azul índigo y un pantalón del mismo tono, llevaba puesto un suéter mostaza que combinaba con su gran maletín de cuero.

Se trataba de un muchacho muy apuesto y alto, tenía el cabello castaño oscuro que terminaba con las puntas paradas y rubias, su rostro cuadrado se complementaba con unos ojos bizbirindos color miel que eran encasillados por unas gafas redondas y s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al parecer los niños lo conocían muy bien que lo abrazaban y le exigían dulces por "comportarse bien" mientras que él solo les repetía "los dulces pican los dientes".

—Veo que ya despertaste —Se dirigió de inmediato a Andrew —Perdona mis modales, me llamo Nascha[1] y ¿tú eres...?

—Mucho gusto mi nombre es Andrew...doctor.

—Muy bien Andrew déjame reviso tu respuesta ocular y esa temperatura —Le dijo mientras sacaba una lamparita de su camisa —me alegra que estés bien, mira que Red me fue a buscar muy preocupado porque te encontrabas algo grave, y tenía razón, por lo visto tienes algún tipo de fractura o fisura en la pierna, así que cuando te sientas mejor te llevaré a la ciudad

—¡A la ciudad no!... por favor.

—¿Por qué no? —preguntó extrañado.

—Ehh... creo que aquí me puedo sanar bien doctor, hoy que me levanté pude bajar las escaleras sin problemas —Respondió algo nervioso.

—Mmm bueno, pero no te tomes esto tan a la ligera, se podría saber qué te sucedió?—Sentenció.
—Si, yo estaba en una caminata porque quería explorar el campo y sin querer pise una trampa de oso pero por suerte esta estaba mal instalada por lo que pude desactivarla.
—¿Trampa de oso? —No era usual que una persona pudiese desactivar una trampa como esas solo, casi siempre se requería de dos personas para hacerlo.
—Si doctor pero como le digo esta mal instalada y pues como la ropa que llevaba puesta es bastante gruesa, pues no permitió que rasgara por completo mi piel...
—Veo que no tienes idea de lo grave que estabas —Suspiró— pero bueno, Red te dio los primeros auxilios, y yo vine a darte los medicamentos que necesitabas, en total tienes veintitrés puntadas a lo largo de toda la herida, había un poco de infección pero se logro reducir en buena parte con los medicamentos y tuve que usar una intravenosa para hidratarte un poquito, por ende puede que te duela un poco la mano.
—Si, lo noté —Andrew alzó un poco el brazo
—Ajam, bueno ahora como estas despierto te dejaré mas antibióticos, algunas curaciones... y, espero que no le tengas miedo a las agujas.
—Pues no doctor pero...
—Necesito ponerte una dosis de la vacuna contra el tétano, recuerda que estuviste en contacto con metal y pasaste varios días desangrándote por ahí, no sabemos que bichos se te pudieron haber pegado —bromeó.
Los niños que estaba atentos retrocedieron un poco y corrieron con Red que solo observaba desde una esquina, al parecer a él tampoco le gustaba las inyecciones.
—No tiene mayor efecto así que no te preocupes —Habló el doctor mientras preparaba la inyección, Andrew solo trago saliva ante lo inevitable —lo más que pueda suceder es que te de un poco de fiebre.
Después de ser vacunado el doctor le dio más indicaciones y cuidados,  ya que se negaba a ir a la ciudad tendrían que seguir el tratamiento un poco a siegas.
—¿Seguro no quieres ir a la ciudad?
—Estoy seguro doctor...
—Bueno, ya que no irás si necesito que te alimentes bien, mucha proteína como carnes rojas y...
—Pido disculpas por interrumpirlo... pero yo no puedo comer carne de res ni de cerdo, me provocan alergia e indigestión, solo puedo consumir algunos derivados y algunos mariscos...
—Bueno Andrew no quería decirlo pero eres un paciente algo difícil —Respondió riendo —Pero no te preocupes Red es maravilloso cocinando, creo que ya lo has comprobado, ya verás que te sentirás mejor.
—Si muchas gracias y lo siento...
—A mi no me des las gracias, dárselas a Red que es el que ha estado muy preocupado por ti, por cierto, supongo que los niños ya te contaron sobre Red, el tuvo un accidente de niño, lo que lo dejó con una discapacidad auditiva leve, del lado izquierdo no escucha casi nada y del lado derecho escucha bien pero a veces tiene dolor, por lo que sería bueno que anotes las cosas difíciles para no ponerlo ansioso.

—Lo tomaré muy en cuenta, gracias...

Después de merendar un poco de café con tarta de lima, el doctor comenzó a guardar sus cosas para irse y los niños también, por suerte aún estaba bastante iluminado por lo que el doctor se haría cargo de llevarse los niños al pueblo y dejar a cada uno con sus padres.

—¡Bueno, yo me retiro! —Tarareaba el doctor mientras hacia un bailecillo con Camila.

—¡DEJA A CAMILA! —Elevó la voz Red a manera de advertencia —Después me toca limpiar a mi.

—Está bien, Andrew te dejo a Camila, ella te cuidará muy bien —le guiñó el ojo mientras intentaba escapar del trapazo que Red le daría por estresar al animalito; en cambio Andrew se detuvo a contemplar a la gallina, esta era muy grande y pesada, sus plumas estaban algo levantadas por el movimiento; "que bonita" pensó Andrew mientras le acariciaba la cresta y el pechito.

—Iré a dejar a los niños a su casa, cualquier cosa no dudes en llamarme, en el refri está mi número.

—Muchas gracias doctor.

Los niños y el doctor salieron de la casa dejando un silencio desolador que solo era interrumpido por el sonido del agua gorgoteando.

¿Andrew, verdad?

—¡Sí!

Hablé con Nascha, puedes quedarte el tiempo que necesites, no debes pagar nada solo ayudarme con lo que sepas hacer pero solo cuando puedas caminar bien... el desayuno es a las ocho para ti y los niños, el almuerzo después de la una y la cena a las seis, Camila come siempre con nosotros, espero no te incomode.

—Muchas gracias Señor Red, prometo colaborar en lo que pueda.

¿uh? podrías repetir... —Respondió Red mientras se frotaba un poco el costado izquierdo.

—Oh si decía que prometo colaborar en lo que pueda.

Ah, si, si, disculpa, supongo que ya te dijeron los niños a veces me duele la cabeza de repente y dejo de escuchar, bueno ¿quieres café?

Después de tomar un poco de café en silencio mientras terminaba de leer el libro de los niños Red se acercó a él para ayudarlo a subir a su habitación.

Ven, te preparé una habitación —Red llevó a Andrew a una habitación cerca de donde estuvo durmiendo —al lado está el baño y yo duermo en esa habitación, si necesitas algo entra de una vez y me mueves.

—Señor Red muchas gracias...

Habla un poquito más fuerte por favor

—Eh, si... ¡Muchas gracias Señor Red! —Respondió elevando la voz algo nervioso.

Ahhh, a ti por la compañía, espero te acostumbres rápido y nos llevemos bien, que descanses.

Andrew entró a la habitación, esta era más pequeña pero estaba muy bien distribuida; tenía una cama con un cobertor muy acolchado de cuadritos color azul, una mesa de noche con lamparita, un escritorio pequeño y un closet muy bonito, en la pared había un par de cuadros con fotos familiares. "Que bonitas pero ¿Qué les pasó?" pensó mientras las inspeccionaba.

En las fotos había una mujer y un niño, la mujer tenía una cara redonda y mejías muy coloradas, su cabello era blanco al igual que su piel. El niño que tenía cargado en sus muslos llevaba una ropa muy linda, una camisa a rayas con una capa color rojo y una espada de papel entre sus manos, pero su rostro estaba tachado con tinta negra que se había chorreado al no dejarla secar. De toda la habitación era el único objeto que estaba un poco fuera de lugar. Lo demás de la habitación era bastante acogedor y cálido.

"Toc Toc"

Llamaron a la puerta y se abrió, era Red con Camila.

Lo siento no dejaba de molestar —Andrew solo rio y extendió sus brazos para recibirla y recostarse con ella —Gracias por cuidarla...

No te preocupes, ella es muy linda conmigo —Red solo movió su mano diciendo adiós y salió de la habitación.

Camila se acomodó en la cama y cerró sus ojitos, Andrew la contempló un ratito mientras frotaba sus plumitas, el día había pasado muy rápido y su falta de alimento por días lo hacía sentir excesivamente cansado, pensó que podría quedarse un poco más despierto pero sin querer cayó profundamente dormido de un momento al otro.


-------------

[1] Nascha: se pronuncia "Nashiia"

Los Cuervos del Campo [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora