Los Cuervos del Campo [BL]

CAPÍTULO 10: Mamá y Papá

¡Crash!

El sonido de las copas rompiéndose contra el suelo alertaron a su padre el cual entró de inmediato a la oficina.
—Esposa mía te encuentras bien, escuche que... ¿Por qué tienes del cuello a Andrew?—Espantado intentó acercarse a su esposa pero esta intentó golpearlo con la mano que tenía libre por lo que se vio obligado a retroceder— Cariño por qué no lo sueltas...
—¡No te metas en esto! —La mujer tenía agarrada de tal manera el cuello de la camisa que sus manos comenzaban a ponerse rojas y a Andrew se le comenzaba a marcar la nuca.
—Vamos Verónica... no estás siendo demasiado extrema, creo que puedes...
—¿Extrema? ¿Si quiera sabes que me acaba de confesar este bastardo? —Respondió dando otro tirón mas fuerte a la camisa.
—Verónica por favor suéltalo para que podamos hablar correctamente —Aseveró el padre mientras señalaba la silla.
La mujer hizo una mueca y soltó a Andrew de un empujón, este sin perder el tiempo corrió junto a su padre y sentó en silla que él le indicaba.
—Siéntate Verónica—Ella solo apretó los labios y desvió su cara a otro lado.
—Que te diga él por qué estoy furiosa...
—Bueno, Habla Andrew.
—Si papá —Andrew tragó saliva —Yo he venido a hablar aquí con madre sobre el compromiso con la Señora Whites... sé que es una mujer de un estatus alto y tiene muchos bienes económicos y todo ese tipo de cosas que sé que serían buenas para la familia, pero, yo no puedo aceptar el compromiso...
—¿Por qué no? es muy pronta la fecha o algo así... si te sientes nervioso es normal.
—No, solo que yo no siento nada por ella, es más se me hace una mujer bastante desagradable, teniendo en cuenta qué...
¡PUM! 
Su madre había dado un gran golpe a la mesa.
—¡Dile de una maldita vez por qué no te quieres casar, deja de darle vueltas al asunto! —Andrew asintió mientras se cubría la cabeza por temor a que su madre le lanzara algo.
—Si, si, voy mamá.
—Habla Andrew, termina esto rápido —Su padre también estaba nervioso.
—Papá, a mi no me llaman la atención las mujeres... es decir no siento atracción sexual por ellas a...a mi me gustan los hombres...Andrew podía sentir que su garganta se cerraba de la aflicción, sus manos comenzaban a ponerse frías y sus piernas se debilitaban, casi no podía respirar del miedo ante como pudiera reaccionar su padre ante tal declaración.
Con temor volteo a verlo en espera de su respuesta; su padre tenía un rostro de angustia, sus ojos azules comenzaban a tornarse rojos por el deseo de llorar, podía ver la decepción de su padre en toda su cara. Andrew quiso tomar de la mano a su padre pero este solo alcanzó a responderle con una bofetada.
Por primera vez en la vida su padre le había dado un golpe, para cualquiera sería un desliz por la cólera, pero viniendo de un hombre que siempre lo había "defendido y protegido" se sentía como si el mundo se fuera a acabar.
—No me toques —Respondió este en un hilo de voz... —Esta era la pena que le estabas concediendo a tu madre... después de todo lo que hemos hecho por ti, así nos pagas, ojalá Dios te perdone —Su padre se dio media vuelta, antes de salir de la habitación se detuvo —Haz lo que quieras con él Verónica, él  ya no es mi hijo.
Estas últimas palabras hicieron romper en un amargo llanto a Andrew, había decepcionado por completo a su padre, pero no podía permitir que su madre lo viera, así que solo se limitó a bajar la cabeza en espera de una sentencia.
—Bueno, el señor Francesco me ha dado libertad de hacer lo que quiera, sin embargo, soy una mujer del señor y te daré dos opciones para que veas que somos piadosos contigo —Su madre comenzaba a usar un tono de voz lleno de satisfacción mientras dejaba escapar unas risitas.
—Si madre.
—Tienes dos opciones. La primera es que fingiremos que no eres ningún subnormal y vas a casarte con la señora Whites como se acordó, tendrás una bella familia por lo menos un par de hijos y todo será como debe ser... 
—No lo haré—La interrumpió.

—¿Qué?                                                                  

—No lo haré madre, lo siento pero no puedo.