𝑻𝑼 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑶 𝑰𝑫𝑬𝑨𝑳

Capítulo 1

Tom:

Me encontraba sentado en mi sofá tomando una lata de Coca-Cola mientras que practicaba algunas melodías en mi preciada guitarra pero justo cuando iba a comenzar a tocar nuevamente, escuché un camión de fuera, dejé la guitarra dónde estaba sentado y me paré para abrír el ventanal y mirar desde el balcón. Era un camión de mudanzas, me parecía demasiado extraño, ya que no era habitual que se mudaran a éste departamento.
Ví bajar a un chico del auto que se encontraba justamente detrás, estaba vestido totalmente de negro, su ropa era muy ajustada para mí comodidad, tenía el cabello bastante largo, lacio y como era de esperarse, negro también, de seguro él sería el nuevo inquilino.
Noté que se le habían caído sus llaves al suelo y al momento en que las recogió levantó su cabeza, me vió pero me adentré rápidamente a mi hogar, fué vergonzoso que haya notado que lo estaba observando.

Al pasar unas pocas horas ya se habían dejado de escuchar ruidos en el departamento de al lado, si, ese mismo chico se mudo a mi lado y tendría que darle la bienvenida, no me molestaba, era agradable saber que no seré uno de los pocos habitantes en éste edificio pero no sabía que entregarle, así que después de una larga decisión, solo opté por hornear unas galletas, la cocina no era mi fuerte pero no había nada que YouTube no resuelva, así que con lo que había en la cocina, comencé a hacerlas.

-Mm.. a ver, entonces.. paso 1: realizar el arenado con el azúcar y la manteca -como le indicadaba el primer paso, colocó los primeros ingredientes en el bowl y lo mezcló.

Pero todo se me complicó luego de agregarle la esencia de vainilla, los huevos y batir, que fué la parte de el harina, era todo un desastre total, no sé cómo el suelo terminó sucio y sin notarlo, mi rostro también pero eso no me impidió seguir con la preparación. Una vez ya se estaban horneado, lavé todo el desastre que hice y las saqué del horno en el momento en el que me había indicado que lo haga, esperé a que se enfriaran y las volteé para ver el resultado final.

-Gracias a Dios -suspiró aliviado al notar que estaban doradas y no quemadas, no se tenía fe pero sorprendentemente lo había logrado.

Contento por mi resultado me guardé algunas y las restantes las coloqué en una bolsita transparente, le agregué un moño de color blanco y salí de mi departamento para dirigirme al de al lado. Toqué suavemente la puerta y luego de haber esperado aproximadamente un minuto, el chico se dejó ver.

-Oh.. hola -habló amablemente el nuevo inquilino.

-Hola.. venía a -aclaró un poco su garganta- dar la bienvenida -bajó un poco la mirada entregándole la bolsita.

dió una risita por lo bajo y agarró lo que el contrario le estaba extendiendo- Muchas gracias, soy Bill ¿y tú eres?..-

-Tom -dijo sin más, levantó la mirada y pudo ver el maquillaje que el contrario tenía en sus ojos, lo hacía ver lindo a su parecer- bueno, adiós, espero podamos llevarnos bien como vecinos-

-Si, claro -asintió y sonrió.

Sin más nada que decir solo me retiré del lugar y caminé hacia mi puerta, me adentré y dí un largo suspiro de relajo para seguido comer las galletas que había hecho.

-Realmente están buenas -siguió comiendo felizmente hasta que se sintió lleno y decidió irse a bañar.

Al llegar al baño me despojé de mis prendas y me miré en el espejo para poder quitarme las trenzas pero lo que noté fué la mitad de mi rostro blanco.

-Ay no. Mierda! -me limpié rápidamente.

"Que vergüenza, me vió todo sucio" pensé en ese instante, me había sonrojado bastante pero traté de no darle tanta importancia para luego meterme a la ducha y así poder descansar plácidamente.