Luego de haberle dado una breve explicación sobre mi interés oculto sobre mi vecino de piso logré que pueda darme el número de teléfono de Bill y que mantuviera en secreto lo que le había dicho, él solo asintió y me fuí a trotar como lo había tenido planeado antes de lo que había sucedido hace un momento. Sonriente luego de haber estado una hora fuera de mi hogar, me adentré a éste, tomé una ducha algo rápida y preparé algo de comer.
Al haber terminado mi almuerzo y de haber lavado los trastes sucios, me recosté sobre el sofá sintiendo la brisa cálida que provenía del ventanal que estaba abierto pero poco duró mi relajación al recordar que la semana que viene empezaría mi segundo año en la universidad, estaba feliz y un tanto triste por ello, ya que me gusta mi carrera pero vería y escucharía menos tiempo a Bill de lo que usualmente solía hacerlo. Se sentía un completo acosador por aquello pero no sé arrepentía de nada, ya que no estaba haciendo nada indebido.
Me estiré sobre dónde yacía recostado, con algo de cansancio me levanté, me arreglé el cabello y decidí salir al centro comercial para poder comprar las últimas cosas que necesitaba para la universidad y obviamente me compré alguna que otra cosa incesaria como por ejemplo: una taza de porcelana que manijita de ésta era un mono, se me hizo gracioso, también un post ir con dibujitos de guitarra en la esquina de las hojas en la parte inferior y liguitas del pelo para poder seguir haciéndome las trenzas, y hablando de trenzas..
–Tom! –se escuché a lo lejos, era Georg.
–Ay Dios.. –suspiréy me dí vuelta, no lo hice por estar cansado de él sinó porque no tenía vergüenza alguna en gritarle desde el otro lado de la tienda.
–Tom, hola –sonrió y me dió unas palmaditas en el hombro.
–¿A tí nada te avergüenza? –dije divertido para luego reírme un tanto bajo recibiendo negación de parte del contrario– ¿qué haces aquí?–
–Oh, vine por algunas cosas para la universidad ¿y tú? –miró las cosas que tenía dentro de la canasta.
–También yo –asentí levemente.
Esperaron juntos en la fila para poder pagar y después de eso fueron a comprar una Coca-Cola para cada uno mientras caminaban tranquilamente hacía sus casas
–Oye ¿y que pasa con tu vecino? –me miró con picardía y una sonrisa burlona.
–No te contaré –bebí un poco del contenido de mi lata.
–Vamos Tom, no diré nada –insistió y solo atiné a suspirar.
–No es que dirás, tú HARÁS y específicamente; harás que pasé vergüenza –aun me negaba a contarle pero siguió insistiendo hasta que me cansé– está bien, está bien pero más te vale no abrír tu bocota o te prohíbo la entrada a mi casa–
hizo una seña en especie de cierre en su boca, dando a entendido que no diría nada.
–Me.. me atrae podría decirse –lo miré un poco avergonzado.
comenzó a reírse y seguido también bebió un poco de su lata– Era más que obvio, no cualquiera se pondría a escuchar a su vecino contar siempre a la misma hora y además de eso molestarse por una broma–
Si, Georg sabía que siempre escuchaba a Bill cantar y ponía ritmo a sus letras, así que como se esperaba, no se sorprendió.
Cuando llegamos a mi edificio me despedí de él y comencé a caminar hacia la entrada, sin esperarme que en la puerta estaba Bill, parado esperando quién sabe qué, me puse un poco nervioso al estar llegando, sin saber que decir ¿Le digo hola? no.. ¿Hola que tal Bill? no.. Te ves lindo hoy, no.. sería raro.–Hola Tom –le sonrió una vez lo vió
Hay no ¿y ahora? Dios, ayúdame, no puedo.
–Hey –y pasé rápidamente para comenzar a subir las escaleras– que estúpido eres Tom –murmuré por lo bajo regañandome por tan simple y cortante respuesta.
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𝑻𝑼 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑶 𝑰𝑫𝑬𝑨𝑳
FanfictionBill Kaulitz, un chico de Leipzig, el cuál se muda Berlín por sus estudios en la universidad de Künste y Tom Tümper, alumno de la misma universidad, de segundo año, son vecinos de piso. Al de trenzas le llamó bastante la atención el recién llegado...